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Las protestas crecen en Irán y entran en su cuarta semana a pesar de la represión

Las protestas que estallaron tras la muerte de la joven kurda Mahsa Amini han entrado en su cuarta semana sin que la represión, que ha dejado ya al menos 185 muertes, parezca extinguirla. El movimiento se ha centrado este fin de semana en centros de secundaria y universidades, cerrados en Kurdistán.

Una motocicleta ardiendo en Teherán durante las protestas del sábado.
Una motocicleta ardiendo en Teherán durante las protestas del sábado. (AFP)

Las protestas provocadas por la muerte de Mahsa Amini han entrado en su cuarta semana y siguen extendiéndose por Irán a pesar de la represión mortal entre gases lacrimógenos y fuego real.

En el mayor movimiento contra el régimen teocrático desde 2019 han muerto al menos 185 personas, entre ellos 19 menores, según la ONG Iran Human Rights, desde que el 16 de setiembre la ira estallara en todo el país por la muerte de la joven kurda, tres días después de que fuera arrestada por violar el estricto código de vestimenta impuesto por los líderes religiosos.

Las versiones oficiales recogen unos 60 muertos, cifra en la que incluyen 12 policías. El sábado murieron también dos miembros de los basijis, la milicia paramilitar del régimen iraní, en Sanandaj y Teherán.

Este domingo se han vuelto a repetir las manifestaciones en decenas de ciudades como Shiraz (sur), Karaj, cerca de Teherán, Isfahan (centro) y Tabriz (noroeste), después de un duro sábado en el que miles de personas salieron a la calle y en el que las protestas se concentraron en las universidades y centros de secundaria.

Incluso el presidente, Ebrahim Raisi, fue abucheado en una visita a la universidad Alazahra en Teherán, donde las estudiantes, en el exterior, gritaron «Muerte al opresor».

También la prestigiosa Universidad Sharif fue escenario de fuertes choques entre los agentes de seguridad y los universitarios.

Este domingo, el gobernador del Kurdistán ordenó cerrar todos los colegios y las universidades de la región. El motivo oficial del cierre es el «aniversario del nacimiento del Profeta del islam», pero otros años esa festividad se festejaba en esa región con una reducción de las horas lectivas. La pasada semana las clases en la Universidad Sharif ya fueron suspendidas por las protestas. 

Pero es sobre todo en Kurdistán y en la ciudad natal de Amini, Saqez, donde persisten las manifestaciones bajo el lema «Mujer, vida, libertad» y donde las estudiantes desafían las prohibiciones ondeando sus pañuelos sobre sus cabezas,

Además de en Saqez, en las ciudades kurdas de Sanandaj y Divandarreh así como en Mahabad (Azerbaiyán occidental) se llevaron. a cabo huelgas

En Sanandaj, donde se escucharon disparos durante los enfrentamientos entre los manifestantes y la policía, dos personas murieron por disparos de agentes vestidos de paisano, así como un miembro de la Guardia Revolucionaria.

Baluchistán

Si la ira contra el régimen teocrático se ha extendido por todo el país tras la muerte de Amini, en Baluchistán las protestas aumentaron tras las acusaciones a un jefe de la policía de violar a una niña baluche de 15 años. En la provincia de Sistán-Baluchistán ya son más de 90 los muertos en las protestas, entre ellos el jefe de Inteligencia de la Guardia Revolucionaria en la provincia de la región, Alí Musavi Musavi, en el asalto a una comisaría.

Raisi intenta frenar el movimiento con más dureza

El presidente de Irán, Ebrahim Raisi se reunió de emergencia con el presidente del Parlamento y el jefe de la Judicatura, para tratar de dar una respuesta a la ola de protestas. Todos ellos insisten en achacar los disturbios a la mano escondida de «enemigos regionales» que temen un Irán fuerte.

El viceministro de Seguridad, Sayed Mirahmadi, advirtió de que los detenidos serán «procesados rápidamente y sus sentencias serán decisivas y disuasorias».

Las autoridades investigan además un acto de piratería contra la cadena estatal de televisión iraní IRIB, cuya emisión fue interrumpida el sábado durante unos segundos con la aparición de un enmascarado acompañado de una imagen del líder supremo, Alí Jamenei, con llamas a su alrededor. También se mostraron imágenes de Mahsa Amini, entre subtítulos que rezaban «Únete a nosotros y levántate».