Aitor Agirrezabal
Aktualitateko erredaktorea / redactor de actualidad

UE, libra escocesa y un fondo de petróleo y gas para relanzar una posible Escocia independiente

El debate sobre la independencia escocesa se disputa en el terreno de juego económico. Sabedora de ello, Nicola Sturgeon ha presentado su propuesta económica tan solo una hora después de que el Gobierno de Truss anunciase su nuevo paquete de medidas.

Nicola Sturgeon, en una imagen tomada en la conferencia del SNP.
Nicola Sturgeon, en una imagen tomada en la conferencia del SNP. (Andy BUCHANAN | AFP)

El Gobierno escocés ha publicado el tercer documento sobre la independencia, 110 páginas centradas en detallar cómo avanzar hacia una «economía más justa y ecológica para ayudar a las personas a vivir vidas felices, saludables y satisfactorias» en una posible Escocia independiente y que «demuestra que el caso de la independencia no es un argumento abstracto separado de las preocupaciones diarias de las personas».

La publicación llega una hora después de que el nuevo ministro británico de Economía haya presentado el nuevo paquete de medidas fiscales, que revierte casi en su totalidad el presentado por su antecesor, Kwasi Kwarteng, hace tres semanas, y un día después de que una encuesta hecha para la ocasión señalase que el 61% de los escoceses votaría a favor de la independencia si tuviese claro que la economía sería mejor que en Reino Unido. «Ahora nos enfrentamos a una elección de dos futuros: convertirnos en un país independiente en el que las decisiones sobre el futuro de Escocia las toman las personas que viven aquí; o aceptar la crisis continua y el control de Westminster», ha señalado Nicola Sturgeon.

La premier ha comparecido en Bute House este mediodía. El informe trata de establecer cómo las fortalezas económicas de Escocia pueden ayudar a generar una economía más sólida, además de abordar los temas de moneda, la sostenibilidad fiscal y el comercio. «La economía escocesa tiene muchas fortalezas y un gran potencial, pero actualmente es parte de un modelo económico menos productivo, con menor ingreso nacional per cápita y mayor desigualdad que los países independientes comparables a Escocia».

La propuesta incluye reincorporarse a la Unión Europea «para beneficiarse y contribuir al vasto Mercado Único Europeo», un mercado de energía «rediseñado», que tiene como objetivo «proporcionar energía segura y confiable a bajo costo» donde el hidrógeno y el carbono juegan un papel esencial y una política de inmigración «diseñada para impulsar la población activa» de Escocia. El petróleo y el gas, hoy en día, suponen el 76,5% del consumo energético escocés.

Sturgeon ha destacado las industrias «líderes en el mundo», como alimentos y bebidas y energía renovable, y, «sobre todo, una fuerza laboral altamente educada y talentosa respaldada por algunos de los mejores colegios y universidades del mundo».

Dependencia agravada

El Gobierno escocés ha insistido en su apuesta por regresar a la UE y el informe repasa las consecuencias de un Brexit que «ha agravado la dependencia anterior a las políticas de Westminster». El análisis muestra que el valor del comercio total de bienes de Escocia con la UE fue un 12% más bajo en 2021 de lo que hubiera sido bajo pertenencia continua a la UE.

Del mismo modo, aborda la discusión sobre una frontera con Inglaterra, apostando por lo que han llamado Área Común, de modo que «se mantendría el Reino Unido como fuerte socio comercial» y por el que los escoceses podrían viajar libremente por Inglaterra, Gales y el norte de Irlanda. También presenta un paquete sustancial de ayudas para los comerciantes, tanto para adaptarse a nuevos arreglos y apoyar la continuación del comercio con el resto del Reino Unido después de la independencia.

El documento, asimismo, apuesta por que, tras la independencia, Escocia siga utilizando la libra esterlina durante un período antes de adoptar una libra escocesa. «El cambio se realizaría tan pronto como sea posible a través de una transición cuidadosa, administrada y responsable, guiada por criterios y condiciones económicas y no por un calendario fijo». En la campaña de 2014, el independentismo escocés abogó por mantener la libra, una opción rechazada por el unionismo, y que, según analistas, supuso un importante punto de desconfianza entre los votantes.

La premier, asimismo, ha detallado un fondo para la construcción de esa nueva Escocia que incluye una inversión en infraestructura de hasta 20.000 millones de libras esterlinas «a través de los ingresos petroleros restantes y el endeudamiento responsable». Este fondo también sería la base para «acelerar la transición a cero neto». El documento defiende que este fondo «sería un uso sostenible de los ingresos del petróleo y el gas y duraría durante la primera década de la independencia, para permitir que Escocia comience a ser tan fuerte como es posible y sentar las bases para una economía verde, justa y neta cero».

«Escocia tiene una gran oportunidad gracias a la captura y almacenamiento de carbono (CCS), donde el carbono puede capturarse, transportarse y almacenarse en yacimientos de petróleo y gas agotados. El Mar del Norte de Escocia es potencialmente el recurso de almacenamiento de carbono más grande de Europa». El documento reitera la negativa del Gobierno escocés a aprobar nuevas extracciones. «No debe usarse para justificar una mayor extracción de combustibles fósiles, con la capacidad industrial existente, Escocia es uno de los países mejor situados y el carbono jugará un papel esencial en la descarbonización de nuestro sector energético y ayudar a hacer frente al cambio climático».

Junto al potencial de la energía eólica (terrestre y marina), presenta el hidrógeno como «alternativa» al gas natural. «Al avanzar rápidamente en la eólica marina y apoyando la producción de hidrógeno a partir de la energía eólica terrestre, Escocia ha creado condiciones para establecer una capacidad competitiva de hidrógeno verde».