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Homenaje a los técnicos que evitaron una «tragedia» en la central nuclear Vandellòs I

La central nuclear Vandellòs I tuvo que cerrar como consecuencia de un incendio en 1989. Aquel incidente, considerado uno de los más graves en la historia nuclear de Europa occidental, no fue a más gracias a los técnicos que evitaron una «tragedia». El próximo sábado serán homenajeados.

Central nuclear Vandellòs I, clausurada desde 1989.
Central nuclear Vandellòs I, clausurada desde 1989. (Viacheslav BORISENKO | WIKIMEDIA COMMONS)

La Asociación de Técnicos en Seguridad Nuclear y Protección Radiológica (Astecsn) reconocerá en un acto público a los técnicos que intervinieron en el incendio de la central nuclear Vandellòs I (Tarragona) en 1989 y evitaron una «tragedia».

El 19 de octubre de 1989, un incendio en Vandellòs I desató una «situación crítica» y una «noche dantesca», aunque gracias a los técnicos de la central «se pudo evitar una tragedia», ha explicado a Efe uno de los impulsores del reconocimiento, Julio Pérez.

El homenaje, al que se ha sumado el Ayuntamiento de Vandellòs-L'Hospitalet de l'Infant, se celebrará este próximo sábado al mediodía en el gimnasio de Hifrensa, el antiguo poblado de la central dónde aún viven muchos de aquellos trabajadores.

En octubre de 2019, Astecsn dedicó unas jornadas al suceso de Vandellòs I, considerado uno de los más graves en la historia nuclear de Europa occidental con una clasificación de nivel 3 en una escala de 7, y «ahí fuimos conscientes de lo que hicieron esos héroes», detalla Pérez.

Hace 33 años, en un contexto sin telefonía móvil ni internet, los trabajadores acudieron voluntariamente a la central nada más ver el humo y lucharon para sofocar el incendio y llevarla a una parada segura «en condiciones muy penosas».

Por un defecto de diseño de la central, los equipos automáticos de seguridad interpretaron que una de las zonas afectadas por el incendio sufría una bajada de presión y «llegaron a vaciar un depósito de aceite sobre el fuego».

La cadena de incidentes derivada del incendio llegó a inundar la parte baja del reactor y «los operarios trabajaban con el agua hasta la cintura», con la máxima preocupación de «evitar la fuga de CO2 radioactivo al exterior».

Se mantuvo la refrigeración a mano, trabajando a oscuras, con un humo denso que requería equipos de respiración autónoma y con un equipo de ventilación tan ruidoso que impedía comunicarse, ni entre ellos ni con el Consejo de Seguridad Nuclear, resume Pérez. A lo largo de «tres días eternos», trabajaron sin apenas descanso hasta lograr controlar la situación.

A pesar de que su intervención fue alabada por los organismos internacionales de seguridad nuclear, muchos callaron la magnitud del incidente y de su intervención por miedo a perder su empleo.

Está previsto que al «más que merecido» acto de reconocimiento de este próximo sábado acudan 150 de aquellos trabajadores y tras los parlamentos, se descubrirá una placa.

Tres años después de Chernóbil

El accidente en Vandellòs I provocó un gran malestar social y el rechazo a la energía nuclear se concretó con una multitudinaria manifestación en Barcelona el 26 de noviembre de 1989. Tres años y medio antes, el 26 de abril de 1986, se había producido el primer gran accidente nuclear de la historia de la humanidad en la central de Chernóbil.

Como consecuencia del incendio, Vandellòs I quedó fuera de servicio. A pesar de que el incidente no tuvo implicaciones radiológicas y solo se produjeron daños en las instalaciones convencionales, el Ministerio español de Industria y Energía suspendió el permiso de explotación de la central.

El elevado coste del proyecto de recuperación obligó a la empresa propietaria a cerrar definitivamente la planta. En consecuencia, el Ministerio de Industria y Energía emitió, en julio de 1990, una Orden Ministerial fijando las condiciones en que la compañía Hifrensa debía mantener la central en parada segura e incluyendo el primer nivel de desmantelamiento previo a la transferencia de titularidad a Enresa.

Vandellòs I cesó su actividad después de 17 años de operación y de haber generado 55.647 millones
de kilowatios, producción equivalente a todo el consumo eléctrico de la ciudad de Barcelona durante el mismo periodo.