​Así como la mayoría de cineastas con una filmografía contrastada a sus espaldas tienden a hacer cada vez películas más ambiciosas, el surcoreano Hon Sang-soo va en la dirección contraria y se vuelve más minimalista a cada película que pasa. Su nueva creación ‘La novelista y su película’ (2022) es la pura expresión de la austeridad de medios y del háztelo tú mismo, hasta el punto de que se ocupa personalmente de cada uno de los apartados técnicos.

Pese a la apariencia amateur del producto, en la Berlinale recibió el Gran Premio del Jurado, así como el respaldo de la crítica, sabiendo entender el sentido repetitivo de su cine, en una constante lección magistral de cómo se pueden hacer infinitas variaciones sobre una misma película.

​Es la película de su vida, la que le empuja a seguir rodando conversaciones en una mesa con comida y bebida. La que se sienta esta vez en esos largos planos dialogados sin cortes es una escritora en crisis, que decide que el siguiente paso expresivo a dar ha de ser filmar un cortometraje. Como bien dice el título, lo que el espectador ve es la película de la novelista y de sus encuentros ocasionales.