
La vicepresidenta de EEUU, Kamala Harris, ha cargado este domingo contra el Tribunal Supremo, que en 2022 revocó el derecho al aborto. Un «derecho fundamental constitucional» que Gobierno de Joe Biden quiere garantizar por ley.
Así lo ha indicado Harris en un acto celebrado en Talahassee, la capital de Florida, con motivo de los 50 años del fallo judicial que consagró el derecho al aborto, donde ha advertido de que «nadie le puede decir a la gente lo que debe hacer con su propio cuerpo».
«¿Cómo se puede ser libre si una mujer no puede decidir, si un médico no puede atender a su paciente y si una persona no puede dirigir el curso de su propia vida?"», ha preguntado.
Y ha criticado a quienes «se dicen líderes», en referencia a los gobernadores que restringen los derechos de las mujeres a decidir sobre su embarazo y penalizan, incluso con penas de cárcel, a los profesionales sanitarios.
El caso de Amanda
«¿Cómo se atreven?», ha cuestionado ante el público, entre quienes se encontraba Amanda, una mujer texana a que le negaron por tres veces la atención en centros médicos en medio de un aborto natural por miedo a ser penalizados por la prohibición y solo la atendieron cuando sufrió una infección que podría haberle costado la vida.
«Nadie está inmune al impacto de esas legislaciones», ha subrayado Harris, para después pedir al Congreso que apruebe una ley que proteja los derechos reproductivos.
Manifestaciones en decenas de ciudades
Las manifestaciones en defensa del derecho al aborto se han repetido en decenas de ciudades. En Washington la marcha ha finalizado ante las puertas del Tribunal Supremo, no sin antes pasar por los alrededores de la Casa Blanca.
Sharon, mujer de 44 años de Virginia, ha acudido para pedir un aborto legal a nivel federal: «Es una decisión personal, no importa cuál sea la razón, es su decisión y es privada», ha explicado en declaraciones a Efe.
En la misma línea se ha pronunciado Maria, de 23 años y procedente de Alabama, que se ha alertado de que «si las cosas no empiezan a cambiar», se seguirá retrocediendo en cuanto a derechos de las mujeres. «La gente bromea con que esto es como ‘El cuento de la criada’, pero estoy realmente preocupada de que esto se vuelva muy serio muy pronto», ha destacado.
Sena, de 19 años y de origen rumano, ha acudido a la concentración para evitar que las mujeres experimenten lo mismo que su abuela en Rumanía, quien no tuvo acceso al aborto y se vio obligada a recurrir a un amigo doctor para que le practicara un aborto ilegal, en el que casi perdió la vida. «Hacer ilegal el aborto no lo detiene, solo lo hace inseguro», ha aseverado.
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