El histórico dirigente de la Candidatura Unitaria de Trabajadores, Juan Manuel Sánchez Gordillo, abandonará la política, al menos en su sentido institucional, y no concurrirá a la Alcaldía de Marinaleda (Sevilla), cargo que ha desempeñado desde hace 44 años y que le ha convertido en uno de los regidores más longevos del país.

Con 74 años y algunos problemas de salud, Sánchez Gordillo dará paso al relevo en la candidatura de la confluencia de izquierdas, que aún no ha decidido quién será el cabeza de lista, aunque podría ser Sergio Gómez, primer teniente alcalde y responsable de Urbanismo y Obras. Las fuentes consultadas por la agencia Efe han detallado que las complicaciones de salud de Sánchez Gordillo han provocado desde hace meses que paulatinamente se haya ido apartando de sus tareas en la alcaldía, y que ha sido Sergio Gómez el que ha venido asumiendo las responsabilidades.

No obstante, todo indica que una vez que se haga efectiva la retirada de Sánchez Gordillo se abrirá un proceso interno en Adelante Marinaleda para designar definitivamente al candidato. El veterano dirigente se presentó en el 2019 a las elecciones municipales por Adelante Marinaleda, formación con la que obtuvo el 48,5 por ciento de apoyos (6 concejales), frente al 46 por ciento del respaldo de Avanza (5 concejales), un resultado muy alejado de las mayorías absolutas que Sánchez Gordillo ha cosechado durante muchos años.

Es previsible que el próximo 28 de mayo, los herederos del líder jornalero concurran a los comicios con la confluencia de izquierdas que integran, entre otros partidos, Podemos, IU y varias formaciones ecologistas. Junto a su destacado papel como líder jornalero, Juan Manuel Sánchez Gordillo ha sido diputado andaluz con IU durante dos legislaturas, entre 1996 y 2000, y en el mandato 2008-2014.

Sánchez Gordillo fue también durante años uno de los rostros más visibles del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), algunas de cuyas acciones son las «expropiaciones» de productos de primera necesidad en supermercados para su posterior reparto entre familias necesitadas o la ocupación de fincas de terratenientes o de titularidad pública para reivindicar que esas tierras «no se venden».

La utopía hecha realidad

Ha sido especialmente crítico con el PSOE y así lo expresó también en una entrevista con GARA, en la que se preguntaba: «¿Cómo se puede llamar socialista o progresista y servir tan perrunamente al dinero y al mercado?».

En la misma entrevista, en la que consideraba «innegociable» el derecho a decidir, declaraba que «nosotros planteamos que hay que construir un entorno claramente anticapitalista, andaluz, soberanista, defensor de la naturaleza y antisistema y, sobre todo, que crea en la utopía». Y es que, según Sánchez Gordillo, «la izquierda es utópica o no es izquierda».

Así, ha construido en Marinaleda un ejemplo de gestión singular, aunque «trasladable a cualquier parte del mundo». Impulsó, por ejemplo, una planificación urbanística que impide la especulación y permite el acceso a la vivienda desde 15 euros al mes, a través del sistema de autoconstrucción. Además, en la localidad andaluza todos los trabajadores tienen un sueldo igual de alrededor de 1.200 euros.