Nadie dudaba del papel de favorito del Real Madrid no ya para llegar a la final, sino para adjudicarse la Copa. Pero es que el Athletic no ha tenido tiempo ni de soñar. Sin juego, sin fortuna y con un rival, y sobre todo una rival, en estado de gracia, la semifinal se le ha acabado prácticamente en un cuarto de hora. Luego no ha podido jugar contracorriente ante un rival comodísimo que ha cerrado el marcador con cuatro goles como podía haberlo hecho con más.

Subrayaba Iraia Iturregi ayer la importancia de la solidez y el orden defensivo, en los que precisamente ha basado su reacción final en Liga el Athletic, para hacer frente a un Real Madrid que derrocha calidad. Y ha quedado claro desde el pitido inicial que ésa era la parcela a la que iba a dedicar la casi totalidad de su esfuerzo, al menos hasta madurar el encuentro. El problema es que el plan se ha torcido casi de inmediato porque las madrileñas han necesitado solo un minuto para dar un aviso serio y cinco más para adelantarse. Lo hacían con un golazo de Weir, que recibía de Zornoza y, viendo a Marisun Quiñones algo adelantada, optaba por una vaselina que ha llevado el 1-0 al marcador.

No se habían recuperado todavía las rojiblancas del disgusto –y del susto inmediato con un disparo de Linda Caicedo a la madera– cuando han encajado uno incluso peor. Caía Oihane Valdezate al suelo sujetándose la rodilla izquierda y acababa retirándose entre lágrimas por acabar así su, previsiblemente, último partido con la camiseta del Athletic, y por la «faena» a su equipo, que ya había tenido que dejar en casa por lesión a Garazi, Unzue y Bibi. Su entrenadora, que había solucionado la papeleta inicial colocando a Maite Zubieta como acompañante de la de Trapagaran, ha optado ahora por dar entrada a Azkona, retrasando la posición de Oihane, que inicialmente había partido como extremo, y centrando a Landaluze.

Linda Caicedo ha tenido más problemas ahora para lastimar por su banda pero no le ha importado demasiado a un Real Madrid superior, que ha encontrado otras vías para atacar y que tampoco ha descuidado sus tareas defensivas, impidiendo que el Athletic cruzara el centro del campo prácticamente en todo el primer tiempo. Al equipo de Alberto Toril, además, le ha acompañado el acierto: solo ha necesitado tres ocasiones claras para marcar otros dos goles. Ampliaba distancias Toletti, rematando un centro de Weir que ha tocado en Maite Zubieta antes de entrar, y firmaba el tercero Athenea, a cinco del descanso, aprovechando una asistencia de Feller.

Misión imposible

Ha retocado Iturregi en el descanso su equipo, que en toda la primera parte solo se había acercado a Misa con un centro de Oihane que no ha encontrado rematadora, dando entrada a Itxaso por Mariana. No parecía suficiente viendo cómo había transcurrido el partido hasta entonces y tampoco ha dado tiempo a comprobarlo porque a los 18 segundos de la reanudación llegaba el cuarto gol merengue. De nuevo con la firma de Weir y de nuevo con una pizca de fortuna porque el centro incial de la galesa ha rebotado en Maite Zubieta antes de volver a sus pies para que anotara el gol que sentenciaba definitivamente el choque.

Han tirado de orgullo las vizcainas para evitar una goleada mayor, que en algún momento ha llegado a temerse bochornosa, y a conseguido incluso inquietar a la zaga rival en algún momento, sobre todo tras la entrada al campo de Peke y Nekane –en el último partido de su carrera– y, sobre todo, con las incursiones de Oihane por la derecha. Lo cierto es que Misa no ha tenido que intervenir, algo que también ha evitado la colegiada, comiéndose un claro penalti de Kenti, que chocaba con el brazo un remate de Peke. Un posible mínimo consuelo que también se le ha negado al Athletic.

Las imágenes que ha dejado el final del encuentro han sido realmente conmovedoras, con la mayoría de las futbolistas rojiblancas llorando sin consuelo. Especialmente afectadas se ha visto a Nekane, que se despedía del fútbol con este triste partido, a Valdezate y Oihane, que previsiblemente han disputado su último encuentro con la elástica rojiblanca, o a Maite Zubieta, que no ha tenido nada de suerte en dos de los goles madridistas. También se ha visto muy abatida a Iraia Iturregi, que ha permanecido un largo tiempo sola en el banquillo tras la conclusión del choque.

La alegría, claro, ha sido para las madridistas, que el sábado pelearán por su primer título con el Atlético de Madrid, ganador de la primera semifinal con un marcador idéntico al de esta noche frente al Alhama.

Athletic: Mariasun Quiñones; Landaluze, Valdezate (Azkona, min.18), Maite Zubieta, Nerea Nevado; Mariana (Itxaso, min.46), Oguiza (Nekane, min.67); Oihane, Clara Pinedo, Jone Amezaga (Peke, min.67); y Paula Arana (Elexpuru, min.91).

Real Madrid: Misa; Kenti, Kathelleen, Ivana, Olga; Toletti, Zornoza (Svava, min.53); Athenea (Maite Oroz, min.46), Weir (Tere, min.53), Linda Caicedo (Nahikari, min.72); y Feller (Moller, min.46).

Árbitra: Gil Soriano (Galicia). Amarillas a Paula Arana (29'), Oguiza (31'); Zornoza (48') y Weir.

Goles: 1-0, min.6: Weir. 2-0, min.26: Toletti. 3-0, min.40: Athenea. 4-0, min.46: Weir.

Incidencias: Segunda semifinal de la Copa, disputada en Butarque.