Aburto pierde fuelle mientras EH Bildu se consolida como primera fuerza de la oposición

El jeltzale Juan Mari Aburto es el candidato más votado en Bilbo aunque pierde apoyos y ediles al contrario que EH Bildu, que se refuerza como la primera fuerza de la oposición con su segundo puesto. El PP, gracias a Esther Martínez, consigue frenar la sangría de anteriores citas electorales.

El jeltzale Juan Mari Aburto, en el momento que ha depositado su voto en Deustu.
El jeltzale Juan Mari Aburto, en el momento que ha depositado su voto en Deustu. (Oskar Matxin Edesa | FOKU)

Juan Mari Aburto obtiene los peores resultados de las tres ocasiones en las que ha concurrido a la Alcaldía de Bilbo, perdiendo 17.377 votos y 2 ediles respecto a hace cuatro años. Tomando como referencia 2015, se deja 9.191 sufragios y 1 regidor. Noche agridulce para los jeltzales, que podrán seguir gobernando gracias al apoyo de sus socios preferentes del PSE.

Hay que remontarse a 1999, cuando se postuló por primera vez Iñaki Azkuna como primer edil para encontrar unos guarismos similares a los obtenidos en estos comicios por el PNV. Entonces, el que ha pasado a la historia como el «mejor alcalde del mundo» consiguió 58.772 sufragios y 9 actas de concejal. En 1995, con Josu Ortuondo, se quedó con 50.598 votos y 9 regidores. Aburto tiene 12 concejales pero sus apoyos en las urnas han mermado considerablemente.

EH Bildu, sin duda, obtiene unos excelentes resultados con 28.054 votos y 6 ediles, 2.916 sufragios y 2 concejales más. La lista que encabeza María del Río logra los mejores números de los soberanistas de izquierdas desde que concurrieron a las elecciones locales en 2011. Respecto a hace cuatro años, gana 2.986 apoyos y dos ediles, y mejores que los obtenidos en 2015 y 2011 con Aitziber Ibaibarriaga y Txema Azkuenaga como cabezas de cartel de los independentistas.

Se consolida como primera fuerza de la oposición y supera al PSE, socio de los jeltzales, que consiguen mantener los 5 corporativos pero se deja 2.427 sufragios respecto a las anteriores elecciones en las que el candidato fue Alfonso Gil. Nora Abete alcanza unos números discretos con 24.356 votos, ocupando la tercera posición, como aventuraban los diferentes sondeos.

El PP frena la sangría

El PP, de la mano de Esther Martínez, es capaz de frenar la sangría que venía sufriendo la derecha española en el Consistorio bilbaino y vuelve a ser la cuarta fuerza política. Mejora en 2.509 apoyos los guarismo cosechados por Raquel González hace cuatro año y obtiene un concejal más. Son 17.950 votos, unos números discretos para el PP viendo su histórico en Bilbo.

A la vista de los resultados parece que el partido que lidera Carlos Iturgaiz ha conseguido que muchos de sus votantes no hayan optado por la papeleta del PNV. Por la derecha, Vox, su otro competidor, duplica resultados con 5.040 sufragios, 3.130 más que en 2019, aunque se queda fuera del Ayuntamiento.

No le aventuraban buenos resultados y así ha sido. Elkarrekin Podemos se convierte en la quinta fuerza con representación municipal, con 11.871 sufragios y 3 concejales. En la segunda ocasión en que Ana Viñals concurre a los comicios locales se deja 5.790 apoyos y un regidor.