Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

Filososfía oriental en un cuenco de ramen

EL SABOR DE LAS COSAS SIMPLES
Estado francés-Japón 2022. 105’ Tit. orig.: ‘Umami’. Dtor y guion: Slony Sow. Int: Gérard Depardieu, Kyôzô Nagatsuka, Pierre Richard, Sandrine Bonnaire, Zinedine Soualem.

El chef (Gérard Depardieu) y su proveedor de ostras (Pierre Richard).
El chef (Gérard Depardieu) y su proveedor de ostras (Pierre Richard). (NAIZ)

​A pesar del desprestigio personal al que se está viendo sometido el actor Gérard Depardieu, habida cuenta de su amistad con Putin y de las causas judiciales pendientes por delitos sexuales, sus películas se siguen estrenando, como si su avanzada edad le protegiera del rechazo público.

Es de sobra conocido su carácter agrio, que le va muy bien al personaje que encarna en ‘Umami’ (2022), el de un chef engreído y ambicioso, que descuida a su familia llevado por la búsqueda constante del éxito profesional. Este famoso cocinero, que reúne la mayor colección de Estrellas Michelin imaginable, ve detenida su carrera de repente cuando sufre un accidente cardiovascular. Se supone que esto le hace reflexionar y perseguir una visión de la cocina menos material, más enraizada con los valores intangibles ligados a la experencia del verdadero placer gustativo, que surge de los productos naturales que nos brinda la madre tierra.

Tal como queda significado en el título original, el concepto ‘umami’ se refiere a uno de los cinco gustos básicos y el director Slony Sow lo reinterpreta en su segundo largometraje de una forma más amplia, como la esencia del sabor que oculta el sentido mismo de la vida. Lo que extendido a la filosofía oriental equivale a la idea de que la felicidad se encuentra en las cosas sencillas y auténticas, con lo que cuanto más elaboremos y disfracemos un superalimento más nos alejaremos de su genuino disfrute.

El chef Carvin, una vez que ha visto de cerca la muerte, recuerda la emoción que le produjo años atrás un sencillo cuenco de ramen. Estaba ejecutado por un cocinero japonés que le venció en un concurso gastronómico de 1978. Por eso lo deja todo y, sin decir nada a nadie, viaja a Japón, donde el chef Morita regenta una modesta tienda de ramen con su hija. Quiere que le descubra el secreto de aquella receta, la cual contiene un sabor que nunca ha sabido desentrañar y que le ha obsesionado a lo largo del tiempo.