El austríaco Felix Gall (Ag2r) ha ganado la etapa reina del Tour entre Saint-Gervais y Courchevel, de 165,7 kilómetros y 5.400 metros de desnivel, al ser el más fuerte en una fuga en la que ha entrado Pello Bilbao (Bahrain) para defender sus opciones en la general. El gernikarra ha llegado tercero a 1:38, justo por delante del líder Jonas Vingegaard (Jumbo) y ahora es sexto a 12:50.

Simon Yates, segundo, ha cruzado la meta a 34 segundos; Rafal Majka y Adam Yates a 3:42; Jai Hindley a 4:26; Carlos Rodríguez a 4:54 y Tadej Pogacar a 7:40.

De esta manera, Vingegaard aventaja ahora en la general en 7:35 a Pogacar, en 10:45 a Adam Yates y en 12:19 a Carlos Rodríguez. Simon Yates es quinto a 12:19, justo por delante de Pello Bilbao y Jai Hindley séptimo a 13:50.

La etapa presentaba dos puertos de Primera –el Col des Saisies y el Cormet de Roselend– y el Col de la Loze (HC, 28,1 km al 6%), el más duro y el más alto de este Tour con sus 2.304 metros, que se coronaba a 6,6 de meta. Como se esperaba, ha habido mucha batalla por entrar en la escapada y la han formado 33 corredores, con diez de los veinte primeros de la general y Pello Bilbao como mejor colocado.

Con los perseguidores

El gernikarra ha visto que el corredor que le seguía en la general, Simon Yates, buscaba la escapada con dos compañeros de equipo y ha estado atento porque no solo han entrado los dos, también otros cuatro situados entre los trece primeros al acompañarlos David Gaudu, Felix Gall, Guillaume Martin y Thibaut Pinot. 

Han coronado la Cornet de Roselend con 1:37 a un pequeño pelotón tirado por el Jumbo. UAE no ha buscado la batalla, con Pogacar tocado tras sufrir una caída, y eso ha permitido a la escapada llegar a tener más de tres minutos a 55 de meta, lo que ha llevado a Ineos, con Omar Fraile y Castroviejo, y a Bora a trabajar por detrás para defender los puestos de Carlos Rodríguez y Jai Hindley

Bahrain ha metido a Haig en la fuga para ayudarle y ha trabajado junto con compañeros de otros corredores que buscaban mejorar su plaza en la general, lo que les ha permitido ganar tiempo sin gastar energías hasta la subida final. También ha entrado en la escapada Giulio Ciccone para reforzar su maillot de líder de la montaña al acabar más fuerte que Neilson Powless.

Pogacar no puede más

Ineos y Bora han reducido la ventaja a 2:40 antes de la subida final con los más fuertes de la escapada a 28 de meta. A ocho del alto, a falta de 14, se ha quedado Pogacar y luego Vingegaard se ha marchado en solitario para demostrar que es el más fuerte del Tour.

En la escapada Pello Bilbao se ha quedado a siete del alto y Felix Gall se ha marchado en solitario. Vingegaard, junto con un compañero, se han visto cortados al quedarse un coche frenado en plena subida por la montonera de la afición, pero no han perdido mucho tiempo.

Simon Yates ha coronado a 21 segundos de Gall, mientras Pello Bilbao, junto con Vingegaard después de que el líder lo alcanzara, lo ha hecho a 1:24. Por detrás, Rafal Majka ha ayudado a Adam Yates por el tercer puesto de la general, mientras Pogacar ha ido con Marc Soler y ha coronado a 6:30.

En la bajada Felix Gall ha mantenido las distancias y ha ganado la etapa reina, mientras Pello Bilbao ha seguido la rueda de Vingegaard y en el último duro repecho ha podido cruzar la meta por delante del danés para sumar cuatro segundos de bonificación y avanzar un puesto en la general.

La etapa 18 del Tour ofrece una oportunidad a los pocos sprinters que quedan en carrera, Phil Bauhaus se ha sumado a la lista de abandonos, porque solo hay dos cotas de Cuarta en los 185 kilómetros de recorrido entre Moûtiers y Bourg-en-Bresse. También es probable que muchos equipos busquen la escapada y que Alpecin no tenga mucha ayuda al ser tan superior Jasper Philipsen en las llegadas masivas registradas hasta ahora.

Pello Bilbao, orgulloso

Pello Bilbao transmitía a NAIZ en meta que «siento orgullo por el Tour que está haciendo el equipo y con lo que yo estoy haciendo. Hoy hemos sido valientes con la intención de mejorar mi puesto. Jack ha hecho un trabajo increíble, ha puesto el ritmo en las subidas y en las bajadas, ha sido de una ayuda impresionante y cuando tienes una ayuda así es difícil no dar el 100%. He ido con toda la motivación, a pesar de que sabía lo que venía por delante. La última subida es una de las más duras que se pueden encontrar y, cuando ves que faltan 28 kilómetros, realmente piensas a ver qué haces y por qué has elegido un deporte como éste».

Admitía que «ha sido una gran alegría llegar a la meta en el tercer puesto. Era difícil estar en la pelea por la etapa porque ha habido mejores escaladores que se adaptan mejor a la altura, pero hemos dado un paso adelante en la general y hemos sido valientes, así que estoy contento con el trabajo que hemos hecho».

El gernikarra añadia que «la mejor opción era ésa, empezar con ventaja el último puerto y así se puede gestionar mejor el esfuerzo porque he visto antes también que cuando los favoritos se ponen a tope es difícil seguir su ritmo. Quería mantener un ritmo regular durante todo el día y en el final intentar entrar a rueda de los más fuertes. Justo justo y haciendo un sprint impresionante he conseguido mantener la rueda de Vingegaard en la Loze, pero gracias a eso he tenido su ayuda para hacer los últimos cinco kilómetros más rápido».

Tras colocarse a 49 segundos de la cuarta plaza y ante la última etapa de alta montaña del sábado en Los Vosgos, Pello Bilbao comentaba que «no me preocupa mucho el puesto final, creo que hacer cuarto o séptimo la gente lo va a valorar igual. Lo que se valora es la actitud, como hoy, corriendo adelante y buscando oportunidades y a mi cabeza no le va a cambiar mucho terminar cuarto o séptimo. Terminar en el podio sí que marcaría la diferencia, pero es un objetivo que veo muy difícil en este momento».