Totalmente comprensible el cabreo monumental de Luis García Plaza al encajar el 0-1 a la salida de un córner ya en el tiempo añadido. No por el hecho de que Lucas Vázquez rematase a la red, sino porque ese saque de esquina bien pudo evitarse, y también el remate.

Sola se ha equivocado al salir desde atrás, enviando un balón divido al centro, con un Real Madrid volcado a pesar de estar jugando con diez desde el minuto 53, a consecuencia de la expulsión directa de Nacho, que llegó tarde a presionar a Samu Omorodion y metió de lleno sus tacos en el tendón del ariete albiazul.

Una expulsión, posterior revisión en el VAR, que lejos de favorecer al Glorioso, ha propulsado a un Real Madrid que ha generado más y mejores ocasiones con uno menos. Ancelotti ha reordenado su equipo con la entrada de Tchouameni para completar la dupla de centrales con un Rüdiger incomensurable cuando Samu o Abde Rebbach han amagado con sorprenderle.

El técnico italiano ha dejado a Rodrygo en punta de lanza, retrasando la posición de Brahim para completar un 4-4-1 al que no ha sabido frenar Luis García Plaza, a pesar de sus intentos por no perder de vista una ocasión ideal para derrotar al Real Madrid.

No obstante, la decisión de de dar entrada al verde a Javi López y Hagi en sustitución de Duarte y Guridi no le ha resultado eficaz, en parte porque ha perdido el duelo del centro del campo. Kroos y Valverde, con la ayuda de Bellingham –que ha sacado su caracter con una entrada dura a Tenaglia–, han tomado el control de la zona de influencia y a pesar de que les ha costado generar ocasiones, sí se veía a un equipo merengue más cómodo que en la primera mitad.

Y es que nada tuvo que ver el segundo tiempo con la primera, en la que, once contra once, el Glorioso le ha plantado cara al segundo clasificado de la competición liguera –con esta victoria de Mendizorrotza alcanza en puntos al Girona–, sacando su versión más intensa después del correctivo de Montilivi hace apenas cuatro días, en el que cayeron de forma merecida ante el equipo revelación (3-0), en el «peor partido» de la actual temporada según el propio técnico babazorro Luis García Plaza.

«Gol evitable»

Si la valoración del preparador madrileño en Girona fue trasladado desde la resignación, la de este jueves ha sido desde la decepción «porque no nos pueden rematar solo con diez jugadores», quitándole hierro al mal pase de Sola que terminó en córner a favor del Real Madrid.

Desde el mismo punto de vista ha hablado Luis Rioja, afirmando que ha sido «un gol evitable». En sus pies ha tenido el gol en la primera mitad, en el minuto 7, tras recibir un buen pase atrás de Guridi, y solo en el segundo poste, llegando desde atrás, ha estrellado su disparo en el muslo de Fran García.

Le ha faltado tino arriba al Glorioso, y también ha acusado de precipitación en varias transiciones defensa-ataque, con un Abde Rebbach motivadísimo pero que ha ido diluyendo a medida que han ido pasando los minutos. Tampoco ha estado acertado en los pases Rioja y Omorodion apenas ha tenido opciones de remate, muy bien defendido por Rüdiger.

También han defendido bien Abqar y Rafa Marín –jugador cedido por la entidad blanca y que después de la lesión de Alaba es uno de los candidatos a regresar a Madrid–, que han secado a un Bellingham al que tan solo le ha salvado de la resignación el cabezazo ganador de Lucas Vázquez en el minuto 94, que ha dejado con la miel en los labios a un Glorioso que se veía terminando el año sumando un punto de oro. De todas formas, tal y como ha asegurado García Plaza, que esta derrota no oculte el gran año albiazul.