
Los duelos entre Saski Baskonia y Olympiacos forman parte del repertorio clásico de la Euroliga, ya que nunca han faltado a esta competición desde su creación en el año 2000 en su etapa más contemporánea. Desde la defensa en zona de los gasteiztarras en los octavos de final de aquella primera Euroliga de la temporada 2000/01 a la canasta ganadora en El Pireo de Codi Miller-McIntyre hace unos meses, estos dos equipos se han visto las caras en 47 ocasiones, con 19 victorias gasteiztarras y 28 helenas. Pero el partido de este viernes a las 20.30 en el Buesa Arena no volverá a enfrentar solo a dos rivales directos –a efectos clasificatorios, que es lo que cuenta sobre el parqué, y más cuando los dos tienen Licencia A–, sino que será el partido número 750 que Dusko Ivanovic dirija al conjunto gasteiztarra, de los cuales, 254 han sido en Euroliga.
«¡Quién lo hubiera dicho! Todo el mundo cambia en todo este tiempo. He perdido pelo, el baloncesto ha cambiado, y yo también», ha comentado el de Bijelo Polje entre bromas y veras. Sin embargo, ha indicado que «mi filosofía de juego, sí que no ha cambiado».
Ivanovic es el entrenador más laureado e icónico de la historia del club gasteiztarra. Con el de Bijelo Polje la entidad azulgrana ha conseguido conquistar tres Ligas ACB (2002, 2010 y 2020), tres Copas (2002, 2004 y 2009) y una Supercopa ACB (2008). Además, con el montenegrino el club gasteiztarra ha alcanzado dos finales de la Euroliga en los años 2001 y 2005.
«Ha habido grandes victorias y también duras derrotas, pero la sensación es la misma ahora que cuando llegue el primer día, puede ser por la manera de ver el baloncesto, que es igual a la de este club. Cuando salgo creo que mi equipo puede ganar a todo el mundo y no importa quién esté delante y el club tiene esa misma filosofía», ha indicado.
El propio Saski Baskonia disputará su partido número 300 como local en la máxima competición continental por clubes. Demasiadas efemérides contenidas en un mismo partido como para pretender otro final que no sea la victoria.
Sin embargo, Olympiacos, pese a que llega de una derrota en el Palau Blaugrana, había encadenado cuatro victorias, de forma que se sitúa en estos momentos octavo en la clasificación, con un triunfo más que un Saski Baskonia que mira a los de Georgios Bartzokas desde la undécima plaza, con un balance de 10-9, igualado con Valencia Basket y Partizan, pero un triunfo menos que Olympiacos, que empata con un balance de 11-8 precisamente con el Mónaco.
Casualmente, el exbaskonista Alec Peters es el más destacado del conjunto del Pireo, con un promedio de 15,4 puntos, 5,3 rebotes y 17,8 de valoración.
En todo caso, no es el en el ala-pívot donde ha puesto Dusko Ivanovic el énfasis sobre el cuadro heleno. «Tienen tiradores, juego interior, rebote ofensivo y es muy duro jugar contra ellos, pero sobre todo sus dos bases están jugando mucho mejor en la primera vuelta y si queremos ganar no podemos tener tantos altibajos como en el otro partido», ha advertido.
«Ganar demasiado deprisa»
Si algo ha cultivado Dusko Ivanovic en estos casi 24 años como entrenador del Baskonia, dividido en cuatro etapas, ha sido la paciencia. Para bien y para mal, el preparador montenegrino tiene la bendita palabra en la boca cuando menciona el juego de su equipo, sobre todo cuando llegan las rachas malas, como es esta, en la que él y los suyos han perdido tres de sus últimos cuatro partidos.
«Hay momentos en los que los jugadores quieren ganar muy rápido. El deseo y la ambición de meter canastas a veces te lleva a ganar, pero muchas veces a perder, por eso hay que jugar con más paciencia, tener situaciones claras y no pensar tanto en el ataque, sino depender de la defensa», ha recalcado Ivanovic, que además ha apuntado que jugar en casa te puede dar «una pequeña ventaja», aunque la Euroliga no demuestra eso.
Esa paciencia es el signo distintivo de Codi Miller-McIntyre, que después de llegar a Gasteiz para ejercer de segundo base, al menos en principio, se ha convertido en una de las piedras angulares del equipo. Tanto es así que está siendo uno de los mejores asistentes de toda la Euroliga, con 6,2 asistencias por encuentro. Solo Facundo Campazzo –7,0– y Lorenzo Brown 6,3– dan más pases de canasta que el base baskonista por partido, que además ha explotado tras el aterrizaje de Ivanovic.
«Codi tiene cierta falta de confianza en su tiro exterior, porque por lo demás, al menos a mis órdenes, juega muy bien en otros aspectos del juego», declaró el preparador montenegrino tras su canasta ganadora en El Pireo, un duelo en el que Saski Baskonia pasó de perder por 13-2 de buen inicio a escaparse 43-61, antes de acabar imponiéndose 74-75.
Aquel fue un duelo casi modélico de lo que Dusko Ivanovic quisiera para su equipo, aun con sus imperfecciones. A diferencia del último duelo ante el Mónaco, los gasteiztarras controlaron las pérdidas –14 frente a 19–, y también el número de rebotes de ataque concedidos –solo 5 frente a 11–. Y es esa falta de saber estar o «paciencia», como suele subrayar el técnico baskonista, donde se terminó de ir el partido, pese a los 33 puntos de Markus Howard, los 13 rebotes de Moneke y las 11 asistencias de Miller-McIntyre.

Ambulancias de Osakidetza, un servicio de camino a urgencias

Mikel Zabalza gogoan: «Memoriaren herria gara, ezkutuan gorde nahi dutena argitaratuko duena»

El Patronato del Guggenheim abandona finalmente el proyecto de Urdaibai

Ocho de los Filton24 mantienen la huelga de hambre como protesta por el genocidio en Palestina
