Cada vez se da más por seguro que la llamada izquierda confederal se presentará en dos listas diferentes a las próximas elecciones autonómicas. Por un lado, Podemos quizá con Alianza Verde, el partido de Juantxo López Uralde. Por otro lado, competirá Sumar Mugimendua, con Ezker Anitza-IU y Berdeak Equo en su seno. Todavía, las partes hablan de una última posibilidad de acuerdo, pero la admiten como dificilísima.
Podemos Euskadi acaba esta noche el proceso interno para la elección de la candidata a lehendakari y las listas al parlamento autonómico. Y ha anunciado ya para este viernes a las 17.00 y en Gasteiz el acto de proclamación de su candidatura, que estará encabezada por Miren Gorrotxategi, la actual portavoz del grupo parlamentario de Elkarrekin Podemos-IU.
Desde la formación morada se insiste en que este es el trámite habitual que se ha seguido también en años anteriores. Pero ocurre que la situación actual dentro de ese espacio no es la misma en elecciones anteriores. Y, entre otras cosas, Sumar Mugimendua ya ha dicho claramente y en publico que Miren Gorrotxategi no es, para ellos, una candidata de consenso.
A primeros de semana, la secretaria general de Podemos Euskadi, Pilar Garrido, dejó claro que a partir del acto de mañana el partido «se pone en marcha, empieza a hacer campaña», porque están observando que el resto de candidaturas ya están metidas en harina, mientras que ellos se encuentran enfangados en discusiones internas dentro del espacio de la izquierda confederal.
«Interferencia de Madrid»
Resulta llamativo que ambas partes consideren que «las interferencias de Madrid» están dificultando el acuerdo en la CAV, mientras que también ambas partes aseguran que cada una de ellas es autónoma y la otra no.
Y al tiempo que Podemos iniciará su campaña, también Sumar Mugimendua se pone en marcha para dar a conocer a su candidata, Alba García, trabajadora de Podemos Euskadi hasta que se dio de baja justo cuando Sumar anunció que era su propuesta de candidata.
Concurrir a las elecciones por separado puede suponer que ninguna de las partes obtenga representación, puesto que legalmente se exige el 3% en cada territorio para tener acceso al Parlamento, aunque en algunas ocasiones no ha sido suficiente.
En las últimas elecciones a Juntas Generales, el espacio de la izquierda confederal, que concurrió unido en una única candidatura, obtuvo en torno al 7% de los votos. Si el electorado se partiera por la mitad, habría que estar pendiente de los restos. Pero en Sumar confían en que el arrastre de la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, les lleve hasta el 4% o incluso el 5%, lo que les podría dar un escaño por cada territorio. Esto dejaría a Podemos por debajo del 3% y fuera de la Cámara autonómica.