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Etxanobe: «Aún queda mucho trabajo para garantizar si el Guggengeim Urdaibai es viable o no»

La diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe, ha reconocido que «queda mucho trabajo por delante para garantizar la viabilidad» del proyecto de ampliación del Museo Guggenheim a la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. La decisión final, ha dicho, está en manos del patronato del museo.

Elixabete Etxanobe, en su comparecencia.
Elixabete Etxanobe, en su comparecencia. (DIPUTACIÓN DE BIZKAIA)

Elixabete Etxanobe, la diputada general de Bizkaia, ha comparecido ante la Comisión Institucional, Buen Gobierno y Transparencia de las Juntas Generales de Bizkaia a petición de Elkarrekin Podemos, que le ha preguntado sobre los desacuerdos entre la institución foral y el Gobierno de Gasteiz respecto al polémico proyecto de extensión del Museo Guggenheim a la Reserva de la Biosfera de Urdabai, así como sobre las inversiones y la financiación de este proyecto, entre otras cuestiones.

Etxanobe se ha ratificado en su apoyo al proyecto y ha apuntado que la institución que dirige «no va a estar quieta» en los dos próximos años para «hacer viable» la materialización de la ‘ampliación discontinua’ del museo bilbaino. «En los próximos dos años, la Diputación seguirá dando pasos para llevar adelante este proyecto –ha apuntado–, entre ellos la modificación de planes urbanísticos de la zona, descontaminación de suelos, el traslado de Astilleros Murueta fuera de la Reserva, búsqueda de financiación... Si no lo conseguimos, el proyecto no será posible», ha expuesto.

La visita de Mariël Westermann a Urdaibai

La portavoz de Elkarrekin-Bizkaia, Eneritz de Madariaga, ha puesto sobre la mesa el «desencuentro» entre la Diputación y el Gobierno de Lakua a lo largo de 16 años desde que José Luis Bilbao sugiriera la idea. El último capítulo de estas posturas dispares, ha apuntado, es el encuentro que mantuvieron el pasado sábado en Urdaibai la próxima directora del Guggenheim de Nueva York, Mariët Westermann, y la diputada general, sin el conocimiento de Lakua.

Etxanobe ha negado la mayor y ha insistido en que «avanzamos en la identificación de la viabilidad de un proyecto, que es complejísimo, para saber si es posible llevarlo a cabo, pero aún quedan aspectos por definir. No ralentizamos, seguimos dando pasos y espero que para el próximo verano estos pasos sean visibles... La postura de la Diputación es conocida: seguir impulsando ese proyecto porque creemos que es un proyecto de oportunidad para reactivar económicamente Urdaibai», ha dicho.

Eso sí, ha recordado que «la decisión final» corresponderá al Patronato del Guggenheim, integrado por el Gobierno autonómico, la Diputación de Bizkaia y el Solomon R. Guggenheim, entre otros.

Hasta entonces, se ha mostrado partidaria de «explicar poco a poco a la ciudadanía que no se trata de llevar un Guggenheim Bilbao a Urdaibai, sino de incluir este proyecto en un plan de regeneración de la comarca y de mejora de la Reserva de la Biosfera».

«85 coches más al día»

Etxanobe ha explicado extremos del proyecto que ya se conocían, como la forma en la que se prevé articular el proyecto: por un lado, la ocupación de los 17.500 metros cuadrados de superficie de «ruinas industriales» en la vieja fábrica de Dalia de Gernika, para construir un edificio de 5.009 metros para en zona de acogida, oficinas, auditorio o multiusos; por otro, el astillero de Murueta, que ocupa un suelo urbano industrial de 42.384 metros cuadrados, y donde se plantea una edificación máxima de 7.400 metros cuadrados.

Allí se encontraría el museo y la idea es que «todas» las personas visitantes lleguen aquí a pie, en tren o en bicicleta. Teniendo en cuenta la estimación máxima de 150.000 visitantes al año, entre junio y setiembre, el Museo Guggenheim «también ha considerado la importancia de estacionalizar las visitas. Dicho de otro modo; impedir la masificación», ha indicado Etxanobe.

El impacto sobre el tráfico en Gernika podía ser un obstáculo. Sin embargo, ha apuntado, el estudio de análisis de la movilidad inducida, desarrollado entre diciembre de 2022 y julio de 2023, señala que tren y autobús serían los medios más utilizados y solo el 23% de los visitantes se desplazaría hasta Gernika en coche. En una jornada promedia de verano, ha indicado la diputada general, estarían accediendo al municipio «87 coches más al día».

«Queda mucho trabajo para garantizar la viabilidad del proyecto», ha dicho, especialmente en las modificaciones urbanísticas, que son «muy complejas». La diputada General ha indicado que la Diputación ya ha recibido los informes iniciales para la modificación del Plan Territorial Parcial (PTP) Gernika-Murueta, que aborda la movilidad, el impacto ambiental humano o la construcción del bidegorri de Gernika a Murueta.

Modificaciones para hacer

Etxanobe, sin embargo, ha planteado la posibilidad «por ser más garantistas» de introducir modificaciones en base a la recién aprobada Ley de Transición Energética y Cambio Climático de Euskadi, y se ha dado de plazo tres meses para disponer de un «documento mejorado», que pasará después por un proceso de participación ciudadana.

Un PTP que, junto al Plan de Compatibilización para la ordenación estructural de las parcelas de Dalia y Murueta y que define la edificabilidad, alturas de los edificios o la calificación de cada parcela y el Plan Especial de cada parcela para su ordenación pormenorizada, constituyen las tres figuras que considera que es necesario modificar para determinar la viabilidad del proyecto.

La oposición, crítica

Por parte de la oposición, todos los partidos han estado de acuerdo en la necesidad de un plan que revitalice la comarca, pero, en concreto, sobre el proyecto de construcción del Guggenheim, han surgido las críticas.

Iker Casanova, de EH Bildu, ha reclamado un «proceso democrático» en el que los vecinos de la comarca decidan el futuro de Busturialdea «en vez de dejarlo en manos de Sabin Etxea o Nueva York [sede de Salomon R. Guggenheim]». En este sentido, ha trasladado la preocupación de EH Bildu por «la falta de liderazgo que se ha evidenciado durante todo este debate por parte de la reponsable foral. La diputada general ha estado desaparecida y, mientras otras muchas personas y agentes han hablado de forma categórica respecto al Guggenheim-Urdaibai, la máxima autoridad institucional de Bizkaia no ha demostrado, en ningún caso, liderazgo ni posición firme respecto al proyecto».

Iker Casanova ha cuestionado que «el museo pudiera contribuir positivamente al futuro socioeconómico de la comarca», e incluso ha apuntado a que el propio PNV percibe que este modelo hipoteca el modelo de desarrollo de la comarca. Ha citado en este sentido, que en el Ayuntamiento de Mundaka ese grupo político presentó hace unas semanas una moción en la que se dice, entre otras cosas, que hay demasiada presión turística en el municipio, cuando es obvio que el proyecto Guggenheim incrementaría esa presión.

Por parte de Elkarrekin, Eneritz de Madariaga, ha pedido que se desista de este proyecto porque resulta «incompatible» con la mejora del medio ambiente, a la vez que ha asegurado que «el declive económico de la comarca no se salva con una entidad privada; es el Guggenheim el que necesita una ampliación, no Urdaibai».

Raquel González, del PP, ha mantenido que el Guggenheim «puede ser compatible» con el impulso económico de la zona, pero ha criticado que el gobierno foral «lance anuncios confusos; ya es hora de que diga claramente qué quiere hacer, cuándo y por cuánto».

Los socios del ejecutivo de la Diputación (PNV y PSE), por su parte, han avalado las explicaciones de Etxanobe, con la precisión de Begoña Gil (PSE), quien ha dicho que «la cuestión nuclear no se reduce a sí o no al proyecto, sino a la necesidad de un plan estratégico para la comarca».