
Si bien que la letra de la canción ‘Allí donde solíamos gritar’ de ‘Love of Lesbian’ habla de que «justo el punto medio» es un lugar odioso por definición, o por su indefinición, después de la jornada 25 de la Liga ACB 2023/24 Surne Bilbao Basket no puede desear, en estos momentos, un sitio más adecuado que ese «confortable» término medio.
A mitad de camino del descenso, que marca el Obradoiro con 6 victorias, y la octava plaza de los play-offs, que en estos momentos marca Saski Baskonia con 14, en triple empate con Joventut y Manresa, los hombres de negro, liderando la parte «templada de la clasificación», en undécimo lugar.
Y como el objetivo primigenio marcado por Jaume Ponsarnau para su equipo es terminar «entre los 16 mejores», podría decirse que a nueve jornadas para acabar la Fase Regular de la ACB, el Obradoiro es un rival directo de los bilbainos –que además han de pasar por Miribilla el próximo 21 de abril, en la jornada 30–.
Sin embargo, a falta de nueve jornadas, con cuatro partidos de diferencia, y un posible average después de ganar en Santiago en la primera vuelta por un ajustadísimo 77-78 –una victoria arrebatada de las fauces de la derrota–, la permanencia parece más que encaminada, pero nadie se arriesga a decir que ya está hecha, porque las matemáticas invitan a la prudencia. Sin embargo, esa misma regla de tres indican que los play-offs también son factibles para los hombres de negro. Es más, para caer a la penúltima plaza han de caer seis posiciones y solo han de remontar tres para acceder a la octava; siempre con las matemáticas como insobornable juez, en estos momentos en un sentido estricto podría decirse que el derbi del domingo que viene en el Bilbao Arena es un duelo directo en la lucha por los play-offs.
En efecto, las carcajadas se han escuchado incluso desde donde escribe este redactor, pero mientras no se demuestre lo contrario, tan válida es la cautela por no haber garantizado aún la permanencia como la ambición por tener un resquicio por pelear por alcanzar la postemporada.
Ya habrá tiempo para analizar más minuciosamente el calendario de los hombres de negro, pero no menos de cuatro de los nueve rivales que han de jugar ante los bilbainos están por debajo de estos en la clasificación: Breogán, Obradoiro, Girona y Palencia. Mientras, de los cinco rivales que miran desde arriba a los de Jaume Ponsarnau, Saski Baskonia, Gran Canaria y Barça han de visitar Miribilla, una cancha en la que rivales como Valencia Basket, UCAM Murcia o Manresa han caído, aparte del Joventut. Es más que evidente que las posibilidades reales de acceder a le pelea por el Top 8, no digamos ya escalar hasta puestos de play-off, son mínimas para los hombres de negro, pero si procede aludir a las matemáticas para un extremo, las mismas leyes rigen para el opuesto. Y soñar es gratis.
Toque de corneta
Esta jornada 25, volviendo al mundo real y tangible, ha sido un toque de corneta en toda regla. La victoria de Surne Bilbao Basket en pos de esa meta de los 12 triunfos que en teoría garantizan la permanencia ya tenía su importancia, pero en vista de los resultados que ha habido este domingo, esa importancia es todavía mayor.
Mientras los hombres de negro ganaban al Joventut, el Río Breogán de Veljko Mrsic ha encontrado en el exbaskonista Sergi García para asaltar el Palau Blaugrana por 85-88, con 23 puntos del base balear, ante un Barça en el que Roger Grimau ha dado minutos a gente menos habitual como Oriol Paulí o Nnaji.
Y como si de una mancha de aceite se tratase, los equipos de la parte baja han espabilado igual en sus partidos del domingo a la tarde. Basket Zaragoza venía de perder sus tres últimos partidos ligueros encajando más de 100 puntos en los tres, amén de quedar fuera de la FIBA Eurocup ante el Niners Chemnitz por un acumulado de 200 a 150. Los de Porfi Fisac se han vuelto a meter en una orgía anotadora ante el colista Zúnder Palencia, pero el 103-96 favorable no se lo quita nadie al equipo maño, que suma su décimo triunfo.
Como décima es la victoria que ha conseguido Bàsquet Girona al derrotar por 92-88 a un Valencia Basket que está dando tumbos de forma muy preocupante así en la Euroliga como en la competición doméstica. Los de Fotis Katsikaris han encontrado en los 28 puntos de Ike Iroegbu y los 18 del joven base argentino Juani Marcos aire puro para seguir respirando y dar otro paso más que los acerca a la permanencia.
Y por ende, quien paga los platos rotos en este momento es el Obradoiro de Moncho Fernández. Tenía una difícil papeleta ante un UCAM Murcia empeñado en quedarse en zona de play-offs cueste lo que cueste. Es más, los de Sito Alonso, después de ganar el sábado a los de Santiago por 94-81 y tras la derrota de Gran Canaria en Manresa, han ascendido a la cuarta plaza liguera, lo cual supone ser cabeza de serie en una primera ronda de eliminatorias, aunque todavía la postemporada doméstica se vea lejana.
Por tanto, Surne Bilbao Basket se halla en una situación al menos confortable, ese punto medio a veces odioso por su indefinición, pero que en estos momentos, y entrando en la recta final de esta Fase Regular, le permite mirar a su alrededor y calibrar si ya puede darse por salvado un año más, o casi, o si puede encontrar en su zurrón un gramo más de ambición que lo haga elevar sus miras, por descabellado que suene.

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