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Después de cuatro años de barbecho, es hora de que Baskonia gane en el Zalgirio Arena

Desde el 58-70 de 2019, a las órdenes de Velimir Perasovic, Zalgiris Kaunas no le ha dejado sumar en su feudo, aunque casi siempre han sido partidos muy parejos. Queda la seria duda de Tadas Sedekerskis, lastimado de la rodilla en el duelo del martes ante el Partizan.

Cody Miller-McIntyre, entre Kevarrious Hayes y Byrutis en el partido del Buesa Arena.
Cody Miller-McIntyre, entre Kevarrious Hayes y Byrutis en el partido del Buesa Arena. (Raúl BOGAJO | FOKU)

Saski Baskonia no gana en el Zalgirio Arena desde el 4 de octubre de 2019, todavía con Velimir Perasovic en el banquillo gasteiztarra. Desde entonces, los gasteiztarras han rendido visita a la plaza de Kaunas en otras tres ocasiones y han caído; en dos de ellas, incluyendo el 10 de febrero del año pasado, por solo cuatro puntos. El año pasado, además, el cuadro que entrenaba Joan Peñarroya vivía con fatalidad cómo entraba por delante en el marcador en los dos últimos minutos, pero cedía por 79-75 tras encajar un parcial de 6-0.

Nunca está de más hacer esta advertencia, ya que después de ceder en la cancha del Partizan, los de Dusko Ivanovic no quieren comprometer su clasificación para el play-in dejándose otro partido ante un rival con mejor basket average, por lejos que parezca. Y es que si el duelo de este jueves a las 19.00 es importante para los de Dusko Ivanovic, lo será todavía más para un Zalgiris Kaunas que, tras ganar el martes a la Virtus de Bolonia, se aferra a sus últimas oportunidades para acceder al menos a la décima plaza. Los de Andrea Trinchieri manejan un balance cde 12-18 y ocupan la decimoquinta plaza, pero aún tienen alguna esperanza remota de avanzar el la clasificación, y no la dejarán escapar si se les da la oportunidad.

Habrá que ver si Tadas Sedekerskis está listo o no. Parece difícil que el capitán de Saski Baskonia se reponga a tiempo de sus problemas de rodilla. Por lo pronto, el alero lituano ha viajado con la expedición, pero para ser examinado con mayor detenimiento luego de que tuviera que ver los últimos minutos de la contienda del Stark Arena desde el banquillo.

Es un doloroso golpe para el juego interior gasteiztarra, toda vez que el parón de febrero le ha sentado fatal a Maik Kotsar. Ya el martes Frank Kaminski y Bruno Caboclo hicieron mucho daño a los de Dusko Ivanovic y aunque Zalgiris no pueda contar con el ala-pívot letón Rolands Smits –que arrastra problemas en una pierna y en la primera vuelta anotó 21 puntos en Zurbano–, sí que tiene jugadores como Kevarrius Hayes o Laurinas Byrutis o Brady Manek, autor de 17 tantos y un tiro de tres mortífero en el triunfo lituano por 82-99 en el Buesa Arena el pasado 19 de octubre.

Casi no hace falta ni decirlo, los gasteiztarras se aferran a un Markus Howard que, pese a lastimarse el tobillo en una acción ante el Partizan, acabó con 26 puntos, liderando un parcial de 0-6 en el último minuto que tuvo a los aficionados de los «Sepultureros» de Belgrado con el alma en vilo, hasta que los de Zeljko Obradovic atinaron en su último ataque. Asimismo, hay que reconocer que jugadores como Moneke y Costello, Marinkovic en menor medida y hasta Chris Chiozza ofrecieron un nivel digno como para que el esfuerzo de Markus Howard no fuera solamente una cuestión de heroísmo individual.

«No tengo nada que reprocharles a mis jugadores, pero necesitamos recuperar la agresividad defensiva», recalcó Dusko Ivanovic tras el duelo del martes. En el contexto de una Euroliga tan igualada, el técnico montenegrino sabe que no puede despreciar opciones de sumar, más aún cuando, como pasa con el Baskonia, está cerca de amarrar un puesto de play-in luego de las últimas victorias cosechadas ante el Alba Berlín y Armani Milano.