
La afición de los leones lleva 40 años esperando para volver a sacar la Gabarra y encuentra paralelismos para creer en que se puede repetir la hazaña. Y es que, en el Athletic de Clemente también había dos hermanos en la plantilla. Julio y Patxi Salinas formaron parte de aquel equipo de ensueño que los Williams quieren emular.
La diferencia radica en que los Salinas eran dos jóvenes que se estaban abriendo paso en el fútbol profesional, mientras los Williams son dos jugadores contrastados que se han convertido en el icono principal del actual Athletic de Ernesto Valverde. Su endiablada velocidad en punta, les convierte en un auténtico quebradero de cabeza para los rivales y son la base en la que se apoya el juego de ataque rojiblanco.
No en vano, Iñaki lleva 11 goles entre Liga y Copa y suma cinco asistencias en todas las competiciones. Su hermano pequeño es el máximo asistente del equipo tras participar en 12 tantos y ha marcado seis goles.
Nico se perdió el choque de la última jornada en el Bernabéu por una sobrecarga muscular, pero se espera que pueda estar recuperado para disputar de inicio la final.
Hijos de una pareja de migrantes de Ghana que llegaron a Euskal Herria gracias a un sacerdote, su historia personal de superación familiar añade un aliciente más a su desempeño en el campo. Iñaki nació en Bilbo y le pusieron su nombre en agradecimiento al citado cura. Nico es de Iruñea, donde la familia se instaló y residió en una infancia llena de dificultades.
Iñaki habló ante la prensa en Lezama en los días previas a la final de Copa y destacaba que está viviendo el sueño que tenía de crío al compartir la camiseta y poder pelear por una Copa junto a su hermano. «Hemos crecido jugando juntos», recordaba para recalcar que le gustaría dedicar el trofeo a sus progenitores, además de «a todas las generaciones que no han visto al Athletic campeón».
Los hermanos Williams han firmado este curso noches memorables en San Mamés, con goles y jugadas decisivas. La eliminatoria contra el Barcelona fue digna de un guión de película con Iñaki llegando desde la Copa África en un vuelo de última hora y marcando en la prórroga.
Más derrotas que victorias
El nueve rojiblanco ha salido derrotado en tres finales de Copa, mientras será la primera para Nico. Sin embargo, ambos disputaron la final de la Supercopa en 2022. Iñaki fue titular y su hermano pequeño salió en la segunda mitad con el marcador en contra. No hubo manera de remontar ante el Real Madrid. En cambio, en 2021 fue decisivo en el triunfo en la Supercopa y también formó parte del equipo que ganó el mismo título en 2015.
Iñaki rememoraba que «ya nos ha tocado perder finales» y admitía que «en la vida se pierde más que se gana». En este sentido, aseguraba que «hemos dado una lección al mundo del fútbol» al levantarse después de caer en las semifinales de Copa en las últimas temporadas. Así, mencionó la derrota contra Osasuna en la que su hermano Nico desperdició varias ocasiones claras y el aprendizaje que supuso para el joven futbolista.
Por ello, Iñaki no cree que el Athletic vaya a saltar a La Cartuja con «miedo a perder». Entiende que esa experiencia le debe servir a su equipo para encarar la final «con valentía». Según consideraba, el conjunto rojiblanco «atraviesa un estado de forma muy bueno con muchos jugadores a muy buen nivel. Muy pocos equipos nos han pintado la cara y esa confianza en lo que hacemos nos da tranquilidad».
Ahondando en esa idea, Iñaki insistía en que deben ser fieles al estilo de juego que han empleado durante toda la temporada, presionando arriba para robar balones y hacer transiciones rápidas. Eso sí advertía sobre el papel de favorito que se le otorga al Athletic. «La final está al 50%», señalaba para añadir que el Mallorca ha hecho grandes partidos en Copa y tiene sus «virtudes».
El mayor de los Williams tiene planeado casarse a final de temporada y le cuestionaron si le gustaría que le llevarán la Copa a la boda, como hizo en 2005 el Betis con Joaquín. Iñaki evitó hablar sobre celebraciones futuras, al igual que cuando le preguntaron por la Gabarra, y prefirió responder con el lema «a lo bajini» o «volando bajito». Una expresión que el propio futbolista ha utilizado de manera recurrente en sus redes sociales durante toda la temporada para explicar el trabajo en silencio que está realizando el Athletic con la intención de ganar la Copa.

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