NAIZ

Putin inicia su quinto mandato como presidente de Rusia con más poder que nunca

Vladimir Putin ha comenzado este martes su quinto mandato como presidente de Rusia, ahora con más poder que nunca ante una oposición asfixiada en medio de la ofensiva de sus tropas en Ucrania. En su discurso, ha ofrecido diálogo a Occidente, aunque ha defendido la creación de un nuevo orden mundial.

Putin ha iniciado su quinto mandato como presidente de Rusia.
Putin ha iniciado su quinto mandato como presidente de Rusia. (Sergei BOBYLYOV/AFP)

Con más poder que nunca, ha iniciado Vladimir Putin su quinto mandato como presidente de Rusia. En las elecciones de marzo, sin candidaturas disidentes, el mandatario de 71 años y en el poder desde hace casi un cuarto de siglo, obtuvo una reelección «triunfal», según el Kremlin.

Con esta victoria, Putin continuará en el poder hasta 2030 y gracias a una revisión constitucional que aprobó en 2020, puede todavía presentarse para otro mandato hasta 2036, cuando tendrá 84 años.

La ceremonia de investidura, emitida en directo en la mayoría de televisiones nacionales rusas, ha empezado con una lujosa comitiva que ha llevado a Putin al Gran Palacio del Kremlin de Moscú.

En el ornamentado Salón de San Andrés, el mandatario ha jurado el cargo y ha ofrecido un breve discurso a la ciudadanía rusa.

A la ceremonia han asistido la élite política rusa y representantes extranjeros, aunque países como Alemania, Polonia y Estados Unidos no han enviado a sus embajadores para mostrar su rechazo a la ofensiva del Kremlin contra Ucrania.

La investidura ocurre a dos días del aniversario de la victoria soviética contra la Alemania nazi, el 9 de mayo, fecha que ha recobrado relevancia desde el inicio de la ofensiva contra Ucrania, que Putin compara a la lucha contra el Tercer Reich en la Segunda Guerra Mundial.

Dos años de guerra con Ucrania

Después de encajar varias derrotas en primavera y otoño de 2022, en los primeros meses de la ofensiva contra Kiev, la situación en el frente es ahora más favorable para el ejército ruso.

Sus tropas intensificaron su ofensiva en el este de Ucrania y han conquistado varias localidades, especialmente en los alrededores de la importante ciudad de Avdiivka, tomada a mediados de febrero.

Por su parte, las fuerzas armadas ucranianas tienen problemas de abastecimiento de municiones y de tropas tras su ofensiva infructuosa en el verano de 2023 y esperan la llegada de una nueva ayuda estadounidense.

En cambio, la industria de defensa rusa funciona a toda máquina para suministrar material al frente.

En el centro de Moscú, las autoridades han instalado barreras de seguridad en las principales arterias de cara a la investidura y el desfile militar del 9 de mayo.

Ucrania describió los comicios como un simulacro de democracia destinada a dar «una ilusión de legalidad» al poder de Putin que ha transformado Rusia «en Estado agresor» y en una «dictadura».

Situación interior

La reelección con más del 87% de los votos sirvió a Putin para evocar la imagen de una Rusia «unida» detrás de él y de su ejército.

Los países occidentales denunciaron «una votación bajo coacción», semanas después de la muerte en prisión en oscuras circunstancias de Alexéi Navalni, el mayor rival de Putin, el 16 de febrero.

Las principales figuras de la oposición rusa están ahora en el exilio o la cárcel, al igual que cientos de ciudadanos que han expresado su rechazo a la ofensiva de Moscú contra Kiev.

El Kremlin también estrechó el cerco contra las minorías sexuales, ya blanco de una severa represión, que están pagando el precio de la promoción de los «valores tradicionales» de Putin ante un Occidente al que considera depravado.

Pero los últimos años no han estado exentos de dificultades para el presidente ruso, que en 2023 tuvo que aplastar un intento de rebelión del exjefe del grupo paramilitar Wagner, Yevgueni Prigozhin, fallecido después en un accidente de avión.

En el frente económico, la inflación persiste, impulsada sobre todo por la explosión del presupuesto federal por el gasto militar, y disminuye el poder adquisitivo de la población, ya afectado por las sanciones occidentales.

Además, Putin intenta virar toda su economía, muy dependiente de los ingresos de los hidrocarburos, hacia el mercado asiático, pero para ello hacen falta infraestructuras de larga y costosa construcción.

Un nuevo orden mundial

En su discurso tras jurar el cargo con la mano derecha en un ejemplar de la Constitución rusa, Putin ha ofrecido diálogo a Occidente en materia de seguridad y estabilidad estratégica, aunque ha defendido la creación de un nuevo orden mundial. «Nosotros no rechazamos el diálogo con los países occidentales. Depende de ellos», ha asegurado.

Putin se ha preguntado si «¿tienen intención de seguir intentando frenar el desarrollo de Rusia, proseguir la política de agresión y la presión que no ha cesado durante años sobre nuestro país, o buscar vías de cooperación y paz?».

«Hemos estado y estaremos abiertos a fortalecer buenas relaciones con todos los países, que ven en Rusia un socio fiable y honesto. Y esa es efectivamente la mayoría mundial», ha añadido.

Ha subrayado que el diálogo con Occidente en materia de seguridad y estabilidad estratégica es «posible», pero ha advertido de que este no debe transcurrir «desde una posición de fuerza», sino «sin arrogancia, prepotencia ni exclusividad personal, y solo en igualdad de condiciones, respetando los intereses de cada uno».

Mientras, ha destacado que Rusia continúa la labor de «formación de un mundo multipolar y un sistema de seguridad equitativo e indivisible».

Putin ha resaltado la importancia de que Rusia sea «autosuficiente» y «competitiva», y de que el sistema sociopolítico sea «absolutamente robusto» ante cualquier desafío y amenaza.

Además de asegurar que la seguridad del pueblo ruso es una prioridad para él, ha recordado a los «héroes» de la campaña militar en Ucrania, la asignatura pendiente para su nuevo mandato.