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Una manifestación en Erromo pide la paralización del proyecto del Subfluvial de Lamiako

Una manifestación ha demandado en el barrio getxotarra de Erromo la paralización del Subfluvial de Lamiako por el «despilfarro económico» que supone y el impacto que va a tener en la movilidad del área metropolitana de Bilbo. Han anunciado una acampada para el 21 de septiembre en Artatza.

Manifestación contra el proyecto de subfluvial, este sábado en Getxo.
Manifestación contra el proyecto de subfluvial, este sábado en Getxo. (Mikel MARTÍNEZ DE TRESPUENTES | FOKU)

Una manifestación ha reclamado este sábado a la tarde en las calles de Erromo la paralización del proyecto del gran túnel bajo la Ría desde la rotonda de Artatza, en Getxo, hasta la de Ballonti, en Portugalete, en el que la Diputación de Bizkaia contempla invertir 450 millones. La intención del Gobierno foral es que las obras, que van a generar graves afecciones en el entorno del parque de Artatza, arranquen a final de año, aunque no acaba de oficializarse la fecha.

La marcha, que ha arrancado desde la plaza del Ajedrez en Areeta, cierra un ciclo de movilizaciones en el que se han implicado especialmente vecinos de Leioa y Getxo, aunque la oposición a esta infraestructura se extiende tanto en Uribe Kosta como en Ezkerraldea. Así, el Ayuntamiento de Sopela aprobó esta semana una moción que la que solicita que se paralice la excavación del túnel bajo la Ría.

Desde la plataforma han hecho hincapié en que este proyecto supone «un despilfarro económico», ya que presupuestado inicialmente en 450 millones de euros, va a superar los 600 millones debido al aumento de precios de los materiales, «con precedentes de duplicación de costos como la Supersur, cuyo presupuesto final fue más del doble del inicial».

Para esta iniciativa ciudadana, la inversión millonaria que va a realizar la Diputación la debe dirigir «a reforzar los servicios públicos y no a proyectos que solo benefician a grandes constructoras».

Acampada en septiembre

A la conclusión de la movilización, han anunciado que el sábado 21 de septiembre llevarán a cabo una acampada todo el fin de semana en el parque de Artatza. «Llenaremos de vida el parque con actividades lúdicas y culturales. Mostraremos nuestra determinación para parar este proyecto ecocida e impuesto», ha explicado, invitando a sumarse a ella.

Sostienen los detractores del proyecto que para mejorar la movilidad en Uribe Kosta se debe fomentar el uso del transporte público, aumentando las frecuencias de metro y mejorando las líneas de Bizkaibus. Critican que la Diputación apueste por el uso del vehículo privado, «lo que se traducirá en un aumento previsto del tráfico en un 33%».

«La obra no aborda adecuadamente la necesidad de una planificación integral de la movilidad y transporte en el área metropolitana de Bilbao. Aumentar la infraestructura viaria genera un efecto llamada que incentiva el uso del vehículo particular», advierten.

Al aumentar el tráfico, se incrementará la contaminación y las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que, han incidido, «va en contra de los objetivos de lucha contra el cambio climático de la propia Diputación».

Desde la plataforma convocante de la protesta se destaca que, durante como mínimo cuatro años, 3,5 hectáreas del parque de Artatza y parte del patio del instituto estarán ocupados por las obras. Alertan de ruido y contaminación que provocarán los trabajos, que repercutirán negativamente en la calidad de vida del vecindario, «con importantes consecuencias para el medio ambiente, la movilidad, así como en la actividad del Instituto Artaza y del Colegio Romo».

«En lugar de invertir en macroproyectos, que favorecen el uso del transporte privado, incrementando la movilidad descontrolada, se debería proponer un plan alternativo que reduzca la movilidad innecesaria, priorizando el transporte público, la bicicleta y los modos de desplazamiento no contaminantes», sostienen,

«En un contexto de escasez creciente de energía y de materiales, la construcción de nuevas macroestructuras va en contra de la transición ecológica y del sentido común. Es necesario tomar medidas para reducir al máximo las emisiones de CO2 y fomentar una movilidad realmente sostenible», defienden.