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ELA, LAB y UGT firman el convenio del comercio del metal de Gipuzkoa

El sector, que agrupa a unas 7.000 personas en todo el herrialde, llevaba con el convenio congelado desde hacía quince años.

Interior de una ferretería.
Interior de una ferretería. (ELA SINDIKATUA)

Los sindicatos ELA, LAB y UGT han informado de que han suscrito el convenio del comercio del metal de Gipuzkoa, un sector en el que trabajan alrededor de 7.000 personas en ámbitos tan diferentes como electrodomésticos, ferreterías, chatarrerías, armerías, cuchillerías o joyerías, entre otros.

El convenio estaba congelado desde el año 2008. ELA, que cuenta con el 59,65% de la representación, ha destacado que se han conseguido «subidas salariales importantes, así como mejoras en diversos ámbitos». El acuerdo tiene vigencia hasta 2027, y actualiza el IPC para el periodo 2009-2024 (30,8%), mientras que contempla el IPC para los tres años siguientes.

La jornada se reduce en 8 horas y se introduce una cláusula para que «sábados por la tarde, domingos y festivos sean fiesta». En el acuerdo también se recoge la «necesidad de negociar planes de impulso al euskera» y un «protocolo para combatir el acoso sexual, el acoso por razón de sexo, la orientación sexual y la identidad de género».

Por su parte, LAB ha tomado la decisión de firmar «tras contrastarlo con los y las delegadas», aunque entiende que «por medio de la lucha se podrían haber obtenido mejores contenidos».

Tras 15 años sin acuerdo, este sindicato entiende que es «indispensable dotar al sector de un convenio de aplicación que recoge lo mínimo exigible y da garantía jurídica».

«A partir de ahora, el sindicato seguirá trabajando para que el próximo convenio tenga mejoras que el actual no ha podido recoger».

UGT también ha firmado el convenio, a pesar de considerar que el acuerdo era «muy mejorable», ya que «no recoge todas las pretensiones» planteadas por esta central sindical, tras 15 años de «inacción» del sindicato mayoritario «en connivencia con la patronal». A su juicio, «era necesario poner un punto y final a la pesadilla que venían sufriendo los trabajadores del sector».