
Su nombre completo es Mikel Johan Gogorza Krüger-Johnsen y es uno de los jugadores ofensivos más prometedores de Dinamarca. Se estrenó en la Superliga danesa la temporada pasada con 17 años y se convirtió en el tercer debutante más joven en la historia del Midtjylland, vigente campeón de liga.
El pasado mes de mayo firmó un contrato profesional hasta 2026 y este curso ha pasado a formar parte del primer equipo. Habitual en las convocatorias, tuvo minutos en la previa de la Champions y también ha disputado otro encuentro en el inicio del campeonato en la máxima categoría.
Hablamos con él antes del partido de vuelta de la eliminatoria contra el Slovan de Bratislava y destacaba que está «disfrutando de cada instante». El conjunto danés empató en casa (1-1) y cayó por 3-2 en Eslovaquia, por lo que finalmente participará en la Europa League, aunque no le tocará enfrentarse a Athletic ni Real en la fase de la liguilla.
Seguro que le habría encantado ya que, según indica, sigue con pasión a todos los equipos de Euskal Herria. Y, es que, se siente orgulloso de sus raíces y por eso luce en su camiseta su nombre vasco. Su madre es danesa y su padre, Aritz Gogorza, nació en Baiona al estar refugiados sus progenitores en Lapurdi, aunque la familia proviene de Errenteria y Oiartzun. Según nos cuenta, lleva afincado en el país escandinavo desde hace más de 25 años.

A pesar de que Mikel no habla euskara, explica que ha visitado el país de origen de su padre en varias ocasiones y que le encanta la comida y la cultura de esta tierra. Es internacional en categorías inferiores con Dinamarca, pero podría también ser citado por Noruega, puesto que nació allí, o por las selecciones de Francia o España.
Sin embargo, él subraya que se siente danés y vasco. Y su padre añade que le encantaría que en un futuro fuera citado por la selección vasca para disputar algún amistoso como el que jugó ante Uruguay.
Casualidades de la vida, en el campeonato de Europa sub 19 disputado este pasado verano se enfrentó a Francia y España y marcó un gol ante el combinado español. Dinamarca no superó la fase de grupos, pero Gogorza dejó su impronta en el torneo anotando otro tanto más contra Turquía y dando una asistencia de gol. En este parón de selecciones ha vuelto a jugar con la sub 19 danesa y, saliendo desde el banquillo, ha anotado el cuarto gol en la goleada contra Suecia (0-4).
Talento y regate
Mikel Gogorza es un futbolista que llama la atención a primera vista por su calidad para crear ocasiones en ataque. Mide 1,86 metros, pero encara constantemente a sus rivales. Puede jugar en cualquier posición de ataque, aunque habitualmente se desenvuelve por la banda izquierda, jugando a pie cambiado.
Su estilo de juego se asemeja al de Kavaratskhelia, jugador georgiano del Napoli. Tanto por el modo en el que se desplaza con la pelota, como por el talento que destila. El curso pasado se proclamó campeón juvenil con el Midtjylland, marcando 16 goles en 24 partidos y dando 5 asistencias. A su vez, en la Youth League que se disputa a nivel europeo, hizo otros dos tantos y dio una asistencia más.
Desde la dirección deportiva del equipo danés lo describen como un futbolista con «capacidad para decidir los partidos» porque cuenta con «habilidades que son difíciles de entrenar». «Si puede mejorar defensivamente y trabajar aún más bajo presión, tendremos un gran jugador en el futuro», aseguraba el subdirector deportivo, Kristian Bach Bak, en declaraciones recogidas en la web del club.
Su padre recuerda que desde pequeño le ha gustado jugar con el balón y que enfrentarse a chicos más mayores le ha servido como estímulo. Y es que, tiene dos hermanos que tienen cuatro y seis años más, y ese factor ha sido fundamental para su desarrollo deportivo. Su hermana pequeña, Sasha, también es internacional con Dinamarca sub 16. Juega de delantera.
Está claro que en la familia llevan el fútbol en las venas. Aritz Gogorza ejerce también como entrenador y recalca sobre su hijo que siempre ha tenido «facilidad y cualidades» para el fútbol, pero que ha trabajado mucho y que ha demostrado tener ganas de aprender.
En este sentido, señala cómo en el primer equipo del Midtjylland le están enseñando a que se esfuerce más en labores defensivas y que en los entrenamientos le suelen colocar de lateral derecho para que entienda qué tiene que hacer su rival para pararlo.
Por su parte, Mikel Gogorza comenta que en el conjunto danés se utiliza de manera habitual el análisis de datos para tratar de mejorar el rendimiento. Lo cierto es que el Midtjylland se ha convertido en apenas dos décadas de su fundación en uno de los clubes punteros del fútbol escandinavo y destaca por hacer crecer a jóvenes talentos. La temporada pasada traspasó a un canterano como Gustav Isaksen por 15 millones a la Lazio.
El tiempo dirá a dónde le lleva su carrera en un futuro, pero Mikel y su padre son conscientes de que todo forma parte de un aprendizaje y confían en poder seguir dando pasos para asentarse en la élite.


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