
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, el expresidente brasileño Jair Bolsonaro o el partido español Vox, entre otros referentes de la ultraderecha, han animado este domingo al vicepresidente del Gobierno italiano, Matteo Salvini, imputado por haber impedido un desembarco de migrantes en 2019.
Lo han hecho durante la convención anual del partido de Salvini, la Liga, en los prados de la localidad de Pontida, un evento que en esta ocasión se ha convertido en una demostración de apoyo al líder debido a su situación judicial.
Salvini, vicepresidente de Giorgia Meloni, está imputado por los delitos de secuestro de personas y abuso de poder por haber impedido el desembarco durante 20 días de 147 migrantes rescatados en el mar por la ONG Open Arms en 2019, cuando era ministro de Interior, en el marco de su férrea política antimigratoria.
La Fiscalía ha pedido para él una condena de seis años de prisión y el 18 de octubre el Tribunal de Palermo celebrará una nueva audiencia en la que su abogada pronunciará su defensa final. La sentencia de primera instancia se espera las próximas semanas.
Por esta razón, este domingo ha podido escucharse en Pontida a algunos de los referentes de la ultraderecha internacional y los líderes del grupo de extrema derecha Patriotas por Europa en el Parlamento Europeo.
Es el caso del portavoz de Vox, José Antonio Fúster, que ha subido al escenario para arremeter contra Bruselas, describir una Europa «asediada por la amenaza común del fanatismo religioso islamista» y avisar de una «crisis de valores» en el continente.
Por su parte, el primer ministro húngaro Orban, recibido con una ovación, ha ensalzado a Salvini como «un héroe» por «haber cerrado las fronteras y haber defendido las casas de los italianos».
«De hecho, también defendió Europa y merecería una condecoración, no un juicio. Lo que está ocurriendo es una vergüenza y también una vergüenza de la izquierda. Salvini es un patriota europeo», ha destacado.
Llevar los migrantes a Bruselas
En su alocución, Orban ha tachado de «vergüenza» las sanciones de la Unión Europea a sus políticas migratorias y ha propuesto llevar a los migrantes a Bruselas.
«La izquierda europea y los burócratas de Bruselas castigan juntos a Hungría. Hemos tenido que desembolsar 200 millones de euros y cada día un millón porque no dejamos entrar a inmigrantes. Nos castigan porque no permitimos la entrada de inmigrantes ilegales y porque defendemos a Europa. Es una vergüenza», ha sostenido.
Y ha agregado: «Si continúan castigándonos, llevaremos los inmigrantes de Budapest a Bruselas y los dejaremos delante de las oficinas de Bruselas. Si quieren inmigrantes, que se los queden».
El más efusivo ha sido el político neerlandés Geert Wilders. «Te quiero Matteo. Cuando estés la próxima semana ante el tribunal recuerda que eres nuestro héroe», ha proclamado, para después defender las políticas contra «el tsunami de la inmigración de masa».
También ha intervenido a través de un vídeo el expresidente de Brasil Jair Bolsonaro, quien ha respaldado a Salvini porque, a su parecer, ha dicho, «somos nosotros quienes debemos decidir quién entra en nuestra casa». «Los únicos que defienden la bandera de la inmigración ilegal son la izquierda, irresponsable con su país», ha afirmado.
Por su parte, el presidente del partido portugués Chega, André Ventura, presente en Pontida, ha sostenido que Salvini está siendo «perseguido» y ha animado a «defenderlo».
El presidente de la Agrupación Nacional (RN) francesa, Jordan Bardella, ha intervenido también con un vídeo para criticar el juicio a su socio italiano como «un ataque de la izquierda por defender las fronteras» de su país y hacer frente a las ONG que salvan migrantes en el Mediterráneo, a su juicio, «cómplices de los traficantes de seres humanos» que operan en el norte africano.

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