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París

La catedral de Notre Dame desvela su nuevo «resplandor» al mundo

La catedral de Notre Dame de París ha desvelado este viernes su nuevo «resplandor» al mundo, cinco años después de un devastador incendio que devoró este templo de casi mil años de antigüedad.

Interior de la catedral de Notre Dame, restaurado.
Interior de la catedral de Notre Dame, restaurado. (CHRISTOPHE PETIT TESSON | AFP)

El interior de una Notre Dame de París renovada, luminosa y de muros blanqueados se ha desvelado este viernes tras cinco años de intensos trabajos para reparar los estragos del incendio del 15 de abril de 2019 que devoró esta catedral de casi mil años de antigüedad inscrita en el Patrimonio Mundial de la Unesco, antes de volver a abrir sus puertas el 7 y 8 de diciembre. Ha sido durante una visita del presidente francés, Emmanuel Macron; la alcaldesa de París, Anne Hidalgo; la ministra de Cultura, Rachida Dati; el arzobispo de París, Laurent Ulrich; y otras autoridades.

La visita ha permitido descubrir desde la explanada hasta la estructura del tejado, pasando por la nave, el crucero o alguna de sus capillas, y mostrar los principales logros de este titánico proyecto, que ha contado con un presupuesto de 700 millones de euros.

La reconstrucción ha dejado Notre Dame esencialmente fiel a su configuración precedente, aunque se han hecho modificaciones para elevar los estándares de seguridad y poder evitar siniestros como el de 2019. Entonces, las llamas arrasaron el tejado y el armazón de la catedral, uno de los monumentos más visitados de Europa, así como su icónica aguja.

Es el caso del «bosque», una enorme estructura medieval de madera en el techo que ha tenido que ser reconstruida tras ser consumida por las llamas. Se seleccionaron para ello 1.200 robles de distintos puntos del Estado francés y para recrearlo se usaron las mismas técnicas que en su levantamiento original.

La emblemática aguja sobre el crucero, que se eleva a 96 metros y que fue construida por Viollet-le-Duc en el siglo XIX, también es parte de los componentes que se han reconstruido siguiendo el modelo original, pero otros como las vidrieras van a ser actualizadas, no sin polémica, siguiendo cánones más contemporáneos.

En otras zonas, como en la capilla de San Marcial, la restauración ha permitido recuperar el auténtico colorido de las pinturas y frescos, que se habían oscurecido con el tiempo.

Además, el mobiliario de la nueva Notre Dame incorporará poco a poco piezas creadas expresamente, como los tres tapices encargados al artista español Miquel Barceló.

Fachada de la catedral de Notre Dame. (Christophe PETIT TESSON / POOL / AFP)

A la espera de que turistas de todo el mundo recorran de nuevo la nave de esta obra maestra del arte gótico, Macron, ha felicitado a los equipos que han trabajado en la reconstrucción, con más de 2.000 trabajadores entre albañiles, arquitectos, carpinteros, talladores y decenas de oficios tradicionales y modernos, y a los mecenas del proyecto: «Han hecho lo que parecía imposible».

«Habéis transformado el carbón en arte», ha añadido Macron ante algo más de un millar de personas que habían sido invitadas. Cámaras de televisión francesas e internacionales también han podido descubrir una catedral «mucho más acogedora», en palabras del mandatario, tras la limpieza de la suciedad acumulada durante décadas en sus piedras.

«Notre Dame pertenece a los creyentes pero también a toda Francia y al mundo entero», ha subrayado Macron, y es «más grande que nosotros». Así lo demuestra, a su juicio, la ola de solidaridad mundial que siguió al incendio y que se materializó en el apoyo de 340.000 mecenas de medio centenar de países. 

Pero el público deberá esperar todavía poco más de una semana para acceder al templo. Las ceremonias religiosas y laicas de reapertura están previstas el próximo 7 y 8 de diciembre, antes de que las puertas se abran al mundo. Y las obras deberán continuar hasta 2030.