Natxo Matxin
Redactor, con experiencia en información deportiva

Nafarroa contará con su primera escuela de pastores en un par de años

Nafarroa contará con su primera escuela de pastores en un plazo de unos dos años. La idea es que comience a funcionar a finales de 2026 o principios de 2027, con una primera promoción que dé continuidad a la actividad ganadera extensiva, muy necesitada de relevo generacional.

Un rebaño de ovejas pasta placenteramente en el Pirineo navarro.
Un rebaño de ovejas pasta placenteramente en el Pirineo navarro. (NAIZ)

Aproximadamente dentro de un par de años Nafarroa contará con su primera escuela de pastores, que se ubicará en las antiguas escuelas de la localidad de Erronkari, con el objetivo de dar una formación reglada para un sector ganadero extensivo (ovino, vacuno y equino) muy necesitado de un relevo generacional adaptado a los nuevos tiempos.

Así, y aunque todavía está en su fase inicial una idea que se ha ido gestando de manera más seria a lo largo del presente 2024, se prevé que la primera promoción eche a andar a finales de 2026 o principios de 2027. La iniciativa pretende asemejarse a las escuelas que ya existen en Arantzazu, Rialp (Cataluña) o San Juan de Plan (Aragón), aunque con sus características propias en cuanto al manejo de ganado.

La gran impulsora del proyecto está siendo la Junta de Erronkaribar, a través de quien fuese su presidente entre los años 2021 y 2023, Eneko Egiguren, al tomar conciencia dicha institución del enorme retroceso sufrido en una actividad clave para un valle considerado como ganadero tradicionalmente y que ahora se ha convertido en una profesión que lleva camino de extinguirse si no se le pone remedio.

«Además de asumir muchas más competencias en los últimos años, la Junta se ha encargado históricamente de la gestión de los pastos y, desde la Comisión de Ganadería, surgió el que había que impulsar un planteamiento formativo, algo que se consideraba estratégico, no solo para el valle, sino también para toda la provincia», apunta Egiguren.

Una propuesta que se debía afrontar ante la crisis ganadera, con una prolongada congelación de los precios de los productos finales frente al incremento exponencial de los insumos. A ello hay que sumar una media de edad muy elevada –cercana a los sesenta años–, que vaticina, de no dar un viraje a la situación, el final del pastoreo en una zona que ha ido girando con el paso del tiempo hacia el sector servicios.

Eneko Egiguren posa junto al antiguo centro escolar de Erronkari, ubicación de la futura escuela de pastores (NAIZ)

«A esa sangría no hemos sabido ponerle freno y ahí debemos hacer autocrítica todos, instituciones y el propio sector. El mayor problema radica en que no existe un reconocimiento social hacia el oficio de pastor y que había que dotarlo de una formación reglada, como ocurre, por ejemplo, con carpinteros, soldadores, electricistas, etc.», denuncia Egiguren.

Coincidiendo con los últimos coletazos de la pandemia del coronavirus, se comenzaron a dar los primeros pasos, consistentes en sondear el funcionamiento de las escuelas ya existentes. Representantes de la Junta visitaron Arantzazu –el primer centro a nivel estatal– y también la existente en el valle aragonés de Chistau, de reciente creación y situada en un pueblo de apenas 154 habitantes.

Autobús pastoril

Egiguren explica que con estos últimos «tuvimos mucha química, sencillamente porque geográficamente somos muy parecidos y el manejo de los animales es muy similar, en una zona montañosa y alejada. Empezamos a tejer un vínculo importante, con visitas de ganaderos de Erronkaribar, aprendiendo qué pasos habían dado allí y qué itinerario formativo tenían, aunque nuestro proyecto quedó un poco aparcado, hasta que se retomó el presente año».

Egiguren emplea un ingenioso símil para describir las diferentes partes del proyecto y en el que todas ellas juegan un papel principal e indispensable para que llegue a buen puerto. «Siempre ejemplifico que la futura escuela es como las partes de un autobús y es necesario que todas ellas funcionen de manera adecuada y coordinada para que eche a andar y no se detenga», enumera.

En primer lugar, está la carrocería, que vendría a ser el edificio del antiguo centro escolar de Erronkari –donado en su momento por el tenor Julián Gayarre– donde, además del Centro de Día y biblioteca, está previsto que se aloje esta nueva escuela de pastores. Dispondría para empezar de un aulario y una pequeña oficina, actuaciones para las que el Ayuntamiento de dicha localidad va a recibir una partida de 20.000 euros por parte del Ejecutivo foral.

El motor sería el currículo formativo que se va a impartir, incluidos contenidos y temporalidad, algo que ya se ha empezado a trabajar, pero a lo que habrá que darle mayor impulso durante el próximo año. «Queremos que sea una formación completa, desde arreglar un bebedero y confeccionar un proyecto para levantar una nave, pasando por realizar trámites para pedir una hipoteca o las ayudas PAC, hasta temas de coaching gestionando la soledad en la montaña, por poner algunos ejemplos», expone.

Y el acceso a dicha formación va a estar abierto a todo el Estado español, abarcando un único curso que se iniciaría en diciembre-enero con clases teóricas impartidas por docentes profesionales, como veterinarios o biólogos. Posteriormente, se llevaría a cabo una vertiente más práctica con la llegada de la primavera y el verano, en la que entrarían en juego ganaderos que ya disponen de capacitación educativa para transmitir sus conocimientos en granjas y pastizales, compaginado con visitas a modelos de éxito de diferentes explotaciones.

Representantes de la escuela de pastores de Aragón, en la sala de plenos de la Junta de Erronkaribar.

Dichos tutores especializados –un total de ocho hasta el momento– ya han ejercido como tales durante las campañas de 2023 y 2024 con alumnos de la escuela aragonesa, los cuales han ordeñado en puerto y elaborado queso durante los meses de julio y agosto en Erronkaribar. «Ha sido una experiencia muy positiva y sigue estando abierta la posibilidad de recibir formación para más pastores interesados», esgrime Egiguren.

El chófer será la asociación Artalde, creada hace unos meses para dotar al proyecto de una entidad jurídica que le represente y que ya ha iniciado los primeros contactos con instituciones, teniendo una buena acogida por parte del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, que ha incluido el proyecto dentro de las diez actuaciones prioritarias del programa Lurberri, con el que se pretende potenciar el relevo generacional en el agro navarro.

Campaña comunicativa y proceso de selección

Los viajeros serán los alumnos, con la idea de que los integrantes del nuevo centro tengan un claro componente vocacional, independientemente de que vayan a ser el relevo de una granja familiar ya existente o tengan su propio proyecto de nueva creación. Por ejemplo, Erronkaribar dispone de una superficie de 42.000 hectáreas, a cuyos derechos de pasto se puede acceder cumpliendo algunos requisitos bastante sencillos –residir durante nueve meses–, pero otros territorios van a tener también que facilitar ese uso para posibilitar la limpieza del monte, con lo que se abren muchas posibilidades a una nueva instalación.

El deseo es que a lo largo del segundo semestre de 2026 se lleve a cabo una campaña comunicativa para dar a conocer la escuela y los posibles candidatos a integrarla deberán pasar en primera instancia por un proceso de selección. «La adaptación a las nuevas tecnologías y manejos será una parte importante porque entendemos que, con los medios de hoy, la ganadería tiene que dejar de ser un oficio que raye la esclavitud laboral», comenta Egiguren.

En este sentido, ya han aparecido empresas que se dedican a la sustitución temporal de pastores –una primera surgió de la iniciativa de un par de estudiantes de la escuela de Aragón, que ya han estado trabajando en Erronkaribar, y otra se está gestando con el proyecto Zutabere, en Aezkoa–, y así poder conciliar la actividad ganadera con la familiar y social.

Por último, y tan importante como el resto de componentes de este simbólico autobús, está la gasolina, es decir, disponer de la suficiente dotación económica como para seguir adelante con la idea y, llegado el momento, echarla a andar. La filosofía es que las aportaciones financieras sean lo más variadas posibles, tanto de tipo público como privado, para no tener que depender de una única fuente.

La nueva escuela de pastores también incluirá el cuidado del ganado equino. (NAIZ)

Egiguren deja claro que se trata de una inversión a futuro, «que no va a dejar un retorno económico inmediato, como lo puede ser una fábrica, pero sí un beneficio social, no solo porque puede ayudar a que perviva un oficio milenario, sino también porque la actividad pastoril es patrimonio y cultura, además de fijar población para las diferentes comarcas».

Los Presupuestos Generales de Nafarroa ya han contemplado una partida de 57.000 euros –se amplió en 12.000 gracias a una enmienda de EH Bildu y 20.000 se destinarán al ya citado acondicionamiento de las antiguas escuelas de Erronkari–, además de que también se optan a otras ayudas de Cohesión Territorial y de la Junta de Erronkaribar.

Es un primer paso porque de lo que se trata es de que, una vez estabilizada la marcha de la nueva escuela, sean las diferentes administraciones las que asuman la tarea de gestionarla. «Tienen que ser conscientes de que es vital y crítico que siga existiendo la ganadería extensiva, no podemos ir solo a modelos como el de la macrogranja de Caparroso», explica Egiguren.

Aunque no es algo considerado como prioritario, también se ha avanzado recientemente en la creación de una marca y un logotipo que represente a la iniciativa y le dé visibilidad. «Existe mucho pesimismo en el sector ganadero porque no ven a jóvenes que quieran coger el testigo, además de un alto nivel de frustración por las muchas promesas incumplidas desde las instituciones. Hay que cambiar eso», concluye.