
El Departamento de Industria de Lakua ha pedido a la dirección de Guardian que no apague el horno en la planta de Laudio el 29 de enero y que antes de llevar a cabo esa medida se evalúe la situación de esta instalación para analizar posibles soluciones.
En este sentido, el Ejecutivo de Pradales ha mostrado su «asombro y malestar» por el adelanto del anuncio de la parada completa de horno, cuando «ambas partes han acordado reunirse para analizar posibles soluciones al cierre de la planta el martes», según han informado a Europa Press fuentes de Lakua.
Según la dirección de la multinacional estadounidense, el horno de esta planta que fabrica vidrio está dañado, lo que impide que la fábrica siga en funcionamiento, motivo por el que, según ha argumentado, la planta, con 171 trabajadores, cerrará.
Lakua ha sugerido a la empresa que el problema con el muro de carga se puede solucionar con una parada en caliente o con cualquier otra solución técnica que permita garantizar la integridad del horno a futuro.
También ha propuesto a los propietarios de la empresa que, antes de adoptar cualquier decisión técnica respecto al horno, se encargue a una asesoría técnica independiente acordada por ambas partes una evaluación de la situación del horno y un análisis de las posibles soluciones.
Ha comunicado además a los propietarios de Guardian Laudio su voluntad de entablar relaciones «basadas en el diálogo continuo y la confianza mutua» y con el espíritu de buscar una solución alternativa al anuncio de cierre de la planta y la dicho que espera que la empresa corresponda con la misma actitud.
Asambleas y huelga a partir del 30
Este lunes, el comité de la empresa de la planta alavesa ha convocado a los trabajadores a dos asambleas, una por la mañana y otra por la tarde, para informarles de la situación y de posibles movilizaciones y acciones para evitar el cierre de la fábrica.
El comité ya ha formalizado un aviso de huelga a partir del 30 de enero, jueves.
El presidente del comité de empresa, Aitor Peral, de LAB, indicó el viernes que el adelanto del apagado del horno supone «una maniobra de presión para intentar hacerlo lo antes posible y dejar sin opciones de nada» a la plantilla.
«Al ver que empezábamos a buscar alternativas y movilizarnos la empresa ha cambiado la fecha para dejarnos sin margen de maniobra», señaló.
Según explicó el representante sindical, el apagado del horno podría llevarse a cabo de forma que posteriormente se pudiera reparar una inversión «relativamente asequible».
Sin embargo, denunció que Guardian va a optar por el enfriamiento con toda la colada en su interior, lo que lo deja inservible, y «si hubiera algún interesado en retomar la actividad tendrá que hacer una inversión desde cero».

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