
El mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, ha ordenado en la noche de este lunes paralizar toda la ayuda militar a Ucrania, incluso la que ya está comprometida o en camino a su destino
Su mensaje consiste en que está muy interesado en forzar la paz y quiere «que todos nuestros socios estén comprometidos con ese objetivo».
Por esa razón, «ponemos en pausa (la ayuda militar) y la revisamos para asegurarnos de que contribuye a una solución».
Esta medida detiene la entrega del armamento o equipamiento ya en territorio de Polonia y listo para su entrega última a los ucranianos, según reporta la cadena conservadora Fox News, muy bien conectada con la Administración Trump.
La decisión del presidente de EE.UU. es la primera consecuencia del encontronazo que tuvo lugar el viernes pasado en la Casa Blanca entre Trump y el mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, que el mundo entero pudo ver en directo.
Trump tomó la decisión de paralizar la ayuda militar a Ucrania tras reunirse este lunes con su equipo, entre otros los secretarios de Estado, Marco Rubio, y de Defensa, Pete Hegseth, para evaluar si seguir enviando armas a Kiev y definir su postura hacia Ucrania tras el choque con Zelenski.
Horas antes este lunes, Trump había escrito en su red Truth Social que la oposición de Zelenski a un acuerdo de paz rápido con Moscú podría costarle el puesto.
«Tal vez alguien no quiere llegar a un acuerdo, y si alguien no quiere hacerlo, creo que esa persona no estará por aquí mucho tiempo. Esa persona no será escuchada por mucho tiempo, porque creo que Rusia quiere llegar a un acuerdo», dijo Trump.
Zelenski, alineado en esto con la Unión Europea, se ha mostrado contrario a un acuerdo rápido y sin condiciones que pueda equiparare a una capitulación ante Rusia.
A Trump no le gustó que ayer Zelenski dijera en Londres que un eventual acuerdo de su país con Rusia para acabar la guerra «sigue estando muy, muy lejos», y así lo hizo saber en su red.
«¡Esta es la peor declaración que podría haber hecho Zelenski, y Estados Unidos no lo tolerará por mucho más tiempo!», afirmó el mandatario estadounidense en su mensaje.
El Kremlin no ve un plan de paz en Londres
La decisión se ha tomado tras un lunes en que ha coleado la cumbre europea del domingo en Londres. El Kremlin ha replicado a la nueva iniciativa europea sobre Ucrania que armar a Kiev no es un plan de paz. «Allí (en Londres) se escucharon declaraciones sobre la necesidad de garantizar un mayor nivel de financiación para Ucrania. Eso claramente no es para un plan de paz, sino, seguramente, para la continuación de las acciones militares», señaló Dmitri Peskov, portavoz de la presidencia rusa.
Tras vanagloriarse de que el «Occidente colectivo ha comenzado a perder parcialmente su condición de colectivo» y se observa su «fragmentación, matices en las posiciones de varios países y grupos de países», criticó que «queda un grupo de países que, más bien, constituyen un 'partido de guerra', que declara su disposición a seguir apoyando a Ucrania en la guerra y garantizar la continuación de las operaciones militares».
Disenso franco-británico
Un día después de la cumbre europea de Londres, Gran Bretaña mostró sus reservas ante la propuesta francesa de lograr una tregua de un mes limitada para detener los combates por tierra y aire y los ataques a las infraestructuras ucranianas. El secretario de Estado británico para las Fuerzas Armadas, Luke Pollard, advirtió que una pausa temporal en los combates podría ayudar a Rusia a reagruparse y volver a atacar.
París insiste en que esa propuesta de tregua limitada en el tiempo y el espacio pondría a prueba el compromiso en un proceso de paz del presidente ruso, Vladimir Putin.
Londres se hace eco de la preocupación de Kiev de que Moscú utilice esa tregua para reagruparse, e insiste en contar con EEUU. El Estado francés parece dispuesto a apurar su vieja idea de autonomía estratégica respecto a EEUU y habla de enviar tropas a Ucrania, pero después de una tregua. Gran Bretaña alude a un grupo de países voluntarios para enviar tropas pero no concreta cuándo ni cómo. El consenso de Londres pasa por seguir armando a Kiev, arbitrar una garantía de seguridad europea e informar a Trump de su plan.
Es lo que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, presentó ayer como «posición común» europea. Pero esa posición común no es sencilla. El ministro de Exteriores de Lituania, Kestutis Budrys, tildó de «error» que los países bálticos fueran excluidos de la reunión en Londres a la que fueron invitados los nórdicos.
Tampoco parece que Trump esté esperando ese plan europeo. Su asesor de Seguridad Nacional, Michael Waltz, advirtió de que si Zelenski no es el líder que puede acabar con la guerra, EEUU tiene «un problema real en sus manos», y Trump avisó que «no lo tolerará por mucho más tiempo».

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