
«La nostalgia y la esperanza son los más crueles asesinos, porque impiden vivir el momento», dijo Dusko Ivanovic en la presentación de su Tercera Venida. Sin embargo, no todos los días se cumple un aniversario tan redondo como el del 5 de marzo de 1995, día en el que aquel Taugres Baskonia se hacía con la primera Copa de su palmarés, en una edición disputada en Granada, derrotando al Amway Zaragoza por 88-80 en la finalísima, con el llorado Manel Comas en el banquillo y Pablo Laso erigido en capitán de aquella plantilla y MVP de la finalísima.
No era el primer título de Saski Baskonia, ojo, porque la Copa Asociación de 1985 –un trofeo menor que mantuvo en marcha la Liga ACB durante unos pocos años en sus primeras campañas–, con Xabier Añua en el banquillo –«¡El único título que gané en mi vida!», recuerda entre carcajadas el exentrenador del Barcelona– fue la primera que engalanó las vitrinas baskonistas. Pero poco tenía que ver con aquella copa de una década después. Aquello era el primer aldabonazo de todo lo que vendría después.
De hecho, ya para marzo de 1995 Saski Baskonia empezaba a jugar finales. La Recopa de Lausana de 1994 ante el Smelt Olimpija de Liubliana –con los «innombrables» Hauptmann y Horvat y la finalísima de Copa de aquel mismo año –con Marcelo Nicola en el hospital, luego de que el corazón del baskonismo se encogiera al verlo con los ojos en blanco y entre convulsiones después de darse un tremendo golpe en la cabeza, accidente sucedido porque el argentino no calibró la potencia con la que iba a machacar un contragolpe–, perdida ante el Barça –una final polémica, que comenzó con retraso por tener que cambiar una canasta y por las descalificantes a Ramón Rivas y Bannister por golpear a Tony Massenburg y Quique Andreu– mostraban al club gasteiztarra como algo más que un animador de las competiciones. Aquel año 1995 volvería a caer en la final de la Recopa, esta vez ante la Benneton de Treviso, pero al menos el palmarés baskonista ya tenía una Copa «de las de verdad», que ahora mismo cumple tres décadas pero que sigue viva en la retina.
«Volver a Granada para mí siempre es especial», admite Pablo Laso en un vídeo especial editado por Saski Baskonia a cuenta de este éxito. «Fueron días muy intensos. Recuerdo que ganamos al Joventut, Real Madrid y Zaragoza, y que llegábamos preparados y era nuestro momento. Ya habíamos coqueteado con otros títulos, pero fue además la primera vez en la que la afición se desplazó en masa», añade el de San Viator, recordando aquellos días.
️ Mañana se cumplen 3⃣0⃣ años de nuestra primera Copa del Rey, la de 1995
— Baskonia (@Baskonia) March 4, 2025
Y lo recordamos con nuestro técnico Pablo Laso, que no solo estuvo presente, sino que levantó la copa como MVP de la final #GoazenBaskonia pic.twitter.com/ufXzHkDAB9
«Fue el primer momento en el que dijimos "no os despistéis, que aquí estamos", a los demás. Por eso no siento que aquel MVP se deba a que fuera mi gran Copa, sino que fue el gran triunfo del equipo», añade Laso, quien a su «yo jugar» solo le recomienda «vivir más aquel momento».
Para ello, ponía una anécdota de Chris Corchiani tras el título de Copa del 2002. «Me contó que estaba celebrando a muerte y le dijo a Dusko Ivanovic de broma que ese día no iba a entrenar. Dusko le dijo: 'te entiendo, pero mañana sí, ¿no?'. Ese tiene que ser nuestro ADN», sabedor de que el 5 de marzo de 1995 será inolvidable en el imaginario baskonista.
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