Manchester United, una sombra de lo que fue
La Real se enfrenta al Manchester United en los octavos de final de la Europa League. Este jueves a partir de las 18.45, Anoeta acogerá la primera batalla, mientras que Old Trafford decidirá una semana después.

La Real Sociedad se va a enfrentar este jueves (18.45) en Anoeta a uno de los clubes de fútbol con más historia en todo el mundo, de eso no hay duda. Hablamos del equipo que se hizo grande bajo el mando de Matt Busby y triunfó en la vieja Copa de Europa con la llamada United Trinity: Bobby Charlton, George Best y Dennis Law. También el equipo que Alex Ferguson convirtió en el más laureado de Inglaterra y uno de los más grandes de Europa. Todo eso es bien conocido. Sin embargo, desde hace años, en los alrededores de Old Trafford se pueden ver y escuchar frases del tipo ‘Love United, hate Glazer’ o simplemente ‘Glazer out’.
La familia Glazer es la propietaria del club y el apellido necesario para entender su historia reciente. Baste decir que estas frases se pueden ver y escuchar también en el estadio del equipo vecino, el Manchester City, aunque con el orden invertido: Hate United, love Glazer. Y cuando es el equipo rival el que presume de quererte, algo debes de estar haciendo mal.
El clan Glazer apareció en la historia del Manchester United en 2005, cuando Malcolm, padre de los actuales propietarios, lo compró por la que fue la cantidad más alta pagada por un club de fútbol. Para hacer efectiva la compra, los Glazer solo pusieron de su bolsillo un tercio de los más de 700 millones de libras que les costó. El restó lo completaron mediante créditos que pasaron automáticamente a engrosar la deuda del United. Es decir, los Glazer pagaron la propiedad del United con dinero del propio club. Se trata de un tipo de operación financiera conocida como leveraged buyout y sí, es legal, siempre y cuando la autoricen los accionistas. Como es comprensible, ya desde que se empezó a hablar de los Glazer, se generó un notable movimiento de protesta entre los hinchas, representado con los colores verde y dorado que vestía el Newton Heath, el antiguo club que dio lugar al Manchester United.
The last golden years
Había sido otro empresario, el inglés Martin Edwards, el que había llevado al United a convertirse en el club más rico del mundo. Lo heredó en 1980 al morir su padre y lideró la rebelión de los propietarios de clubes que, en 1992, dio lugar al nacimiento de la Premier League. En pocos años, el deporte preferido por la clase obrera inglesa se convirtió en un producto global con aficionados en todo el mundo y en ese proceso, el Manchester United fue el alumno aventajado. Bajo la dirección de Martin Edwards, el club multiplicó su facturación. Creó un canal de televisión propio, una tarjeta de crédito del club, un videojuego oficial… mientras Alex Ferguson se ocupaba de rentabilizar todos esos ingresos con un rendimiento deportivo a la misma altura.
Cuando los Glazer se hicieron con el club, Ferguson siguió siendo el manager del equipo y al frente del departamento comercial pusieron a Ed Woodward, la persona que, desde su puesto en el banco JP Morgan, les había guiado en la operación de compra del club. Woodward demostró tener buenas habilidades y mantuvo el crecimiento comercial del club. Mientras, desde el banquillo, Ferguson llevaba al equipo a su tercera victoria en la Champions League, tras ganar al Chelsea en la final gracias el resbalón de Terry en su lanzamiento desde el punto de penalti.
Después de Ferguson
En 2013, David Gill, la persona que había presidido el club desde el año 2000, dejó el United. Los Glazer lo sustituyeron por Ed Woorward, quien había demostrado capacidad para dirigir el área comercial, pero de fútbol sabía bastante poco. Ese mismo año, también Alex Ferguson dejó el club después de 27 años como manager. Mientras tanto, cantidades importantes de dinero salían cada año de las cuentas del United y se repartían entre los accionistas. Es decir, entre los Glazer.
Desde la marcha de Ferguson, el club ha gastado más de mil millones de euros para hacerse con jugadores del nivel de Di María, Ibrahimovic, Lukaku, Bruno Fernandes o Cristiano Ronaldo. Al mismo tiempo, no ha tenido un proyecto deportivo que respalde todos estos fichajes. Si el United tuvo 19 entrenadores en sus primeros 121 años de historia, desde 2013 han sido 10 los que se han sentado en el banquillo de Old Trafford, encadenando estilos tan diferentes como Van Gaal y Mourinho. Este caos se ha reflejado en el juego del equipo y desde la marcha de Ferguson, el United no ha vuelto a ganar la Premier y tampoco ha alcanzado las semifinales de la Champions League.
En todo este tiempo no han cesado las protestas de los aficionados, pero su paciencia se terminó cuando el club apoyó el proyecto de la Superliga Europea liderado por Florentino Pérez. Las protestas lograron hacer cambiar la posición del club y después de aquello y para alegría de buena parte de los hinchas, Woodward anunció su dimisión al frente del United. La deuda, a día de hoy, se calcula en más de 700 millones de libras y en este tiempo, los hinchas han sido testigos del crecimiento de sus dos grandes rivales: City y Liverpool. Además, el deterioro de Old Trafford es ya incuestionable. Las imágenes del agua cayendo del techo del estadio a cataratas fueron una evidencia; hace unos meses, una rueda de prensa de Amorim debió suspenderse por goteras en la sala y el pasado diciembre, el club contrató a una empresa de control de plagas para acabar con los ratones en Old Trafford.
«El Manchester United es un club de marketing. Esta es la manera en la que conseguirán el dinero. En mi opinión, el deporte no les importa demasiado», fueron las declaraciones de Cristiano Ronaldo en una entrevista con Piers Morgan tras su segunda etapa en el club. Y sí, resulta paradójico que uno de los clubes que lideró el nacimiento de la Premier y la mercantilización del fútbol, viva años de decadencia tras caer en manos de una familia que compró el club buscando un rendimiento económico.
En 2023 la familia Glazer aceptó la oferta del inglés Jim Radcliffe por el 25% de la propiedad del club. El dueño de la empresa Ineos se aseguraba también el control de la gestión deportiva del United. La noticia fue muy bien recibida entre los hinchas, ya que Radcliffe es nacido en Manchester y seguidor del United desde niño, aunque ya hace años que trasladó su residencia a Mónaco y se sabe que, hace tres años, intentó comprar el Chelsea.
Por el momento, su solución para el United pasa por el recorte de gastos, traducido en el despido de 250 trabajadores en un año, que se espera que lleguen a 400 en el siguiente. Por el momento no se ha apreciado una mejora en la gestión del club y situado actualmente en la 14ª posición de la Premier, la opción más real de que el United entre la temporada que viene en competición europea pasa por ganar la Europa League. Ya no es el club que más ingresos genera en el mundo, tampoco el que tiene el mejor estadio, mejores jugadores, ni mejor entrenador, pero convendría no subestimarlo. Sigue siendo el Manchester United.

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