
Jaime Vélaz de Medrano es, junto al Mariscal Pedro de Navarra, uno de los personajes más reconocibles de la resistencia navarra a la conquista por parte de la corona española en el siglo XVI. Su figura ha alcanzado para ciertos sectores en Nafarroa la categoría de héroe, por así decirlo. De modo que elegirlo como protagonista requiere de cierto arrojo.
Según adelanta Josean Beloqui (topógrafo apasionado de la historia y, hasta la legislatura pasada, concejal de Uharte por Geroa Bai) mientras se toma un café, a Vélaz de Medrano no le leeremos todavía liderando a los defensores de Amaiur en esta novela que supera las 500 páginas y que ha editado Seleer.
No lo haremos porque solo es el primer tomo, que se corta en el año 1507, cuando la conquista está a punto de precipitarse.
El capitán Vélaz de Medrano nació en 1476 y fue un testigo privilegiado de la conquista. El autor lo convierte en el hilo conductor de una novela donde la mayoría de los personajes fueron reales.
Para Beloqui lo principal fue urdir una trama verosímil que conectara los episodios más relevantes de la pérdida de la independencia del reino.
«Los personajes necesitaban ser creíbles y había que explicar qué les llevó de un momento a otro. A su vez, hay que entender que sus valores y motivaciones no son las actuales. En gran medida, lo que les importaba era su apellido y el honor. No he creado una novela de buenos y malos, sino de grises», asegura.
«Había que explicar qué les llevó de un acontecimiento a otro. Sus motivaciones no eran las actuales. Les importaba su apellido y su honor», afirma Beloqui.
Así, esta novela histórica ha requerido de grandes dosis de documentación, labor en la que se sumergió durante la pandemia y para la que el autor ha contado con el asesoramiento de distintos historiadores, entre los que destaca Peio Monteano.
«Le agradezco a Monteano el que me abriera las puertas del Archivo General y me estuvo dando indicaciones para acercarme lo más posible a la realidad de la época», prosigue.
El libro se esfuerza, además, en colocar los hechos en un contexto europeo. «Algunos historiadores inciden mucho en que Navarra se encontraba en situación de guerra civil, lo cual es cierto, y que la conquista por parte de Castilla y Aragón llegó para pacificarlos, lo que ya no lo es tanto», expone Beloqui. «Estos autores suelen obviar que también había guerra civil en Aragón, en Castilla, en Francia y en Inglaterra... ni te cuento», comenta.
Otra de las realidades que la novela refleja es ese papel de iguales que tenía el Reino de Navarra con los reinos de Francia y España. Prueba de ello es que los monarcas eran familia directa. «Las relaciones familiares entre unos y otros explican también muchos de los acontecimientos», asegura.
La novela subraya el contexto internacional, con guerras civiles por toda Europa y los cambios en la forma de pensar que precipitaba la invención de la imprenta.
«Esta es una época vibrante en la historia –prosigue el autor–. Todo estaba transformándose. España empezaba a configurarse como Imperio. Y, en paralelo, la invención de la imprenta extendía las nuevas ideas a una velocidad desconocida hasta entonces, lo que ayudaría al estallido del cisma protestante».
La aparición de este primer tomo ha despertado interés y Beloqui se muestra muy satisfecho de que más de 150 personas acudieran a una presentación que quedó al cargo del ilustrador César Oroz.
Que nadie tema, por otra parte, que la historia de Vélaz de Medrano acabará en ese 1507. El autor confiesa a NAIZ que ya tiene casi cerrado el segundo tomo, donde capitaneará a los 200 resistentes de Amaiur.

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