
Si tienes una mascota sabes lo complicado que puede ser bañarla. Saltan y se sacuden, y podemos terminar haciéndoles daño a ellos y lastimándonos nosotras. Por ello, existen centros especializados en bañar a las mascotas, además de acicalarlas dejándolas impecables tras un corte de uñas y de pelo. Y sin estrés para los peludos, pues los profesionales saben cómo tratarlos para que disfruten de ese momento.
Marcelo Viera es uno de esos profesionales, que se dedica a acicalar mascotas en su establecimiento Wau Wau de Zarautz. Su clientela suele ser canina, sobre todo, aunque también atiende a gatos «mientras se dejen». «Tenemos gatos un poco revoltosos y estaba pensando en quitar ese servicio, pero las clientas me lo piden», asegura el peluquero.
Aunque los felinos sean difíciles, hay razas que necesitan más cuidado que otras. «Las de pelo largo que tienen mucha lana se anudan muy fácil, y se les hace una placa de pelo que cuando quieres desenredarla parecen un armadillo. La semana pasada me vino uno que tenía como un caparazón de nudos. Eso hay que sanearlo, no se puede hacer otra cosa. Hay que raparlo», comenta.
La especialidad de Wau Wau son los perros, a los que bañan, acicalan y peinan según la raza. «Se pueden hacer los cortes como quieran los dueños, pero intentamos hacer el corte correspondiente de cada raza, según el estándar de los campeonatos de belleza», cuenta.
Si el perrito en cuestión no tiene raza, intentan que quede lo más bonito posible, que el perro resalte de una u otra manera. «También intentamos que sea práctico para el dueño. No puede ser que busquemos un corte bonito pero con el pelo largo, si ese cliente no me lo va a traer en pocos meses, porque si no cuando venga ese perro va a venir muy anudado y va ser un sufrimiento», manifiesta Viera. De hecho, aunque cada cliente decide cuándo llevar a sus mascotas a la peluquería, el experto recomienda no exceder los dos meses, especialmente en esas razas con tendencia a los nudos, como los caniches.
CHAMPÚ Y MASCARILLA
Cuando llega un cliente, lo primero que hacen es cepillarle para abrir los nudos. Luego pasa a la bañera, donde lobañan con champú hidratante o vitalizante, dependiendo de si buscan hidratación o volumen, y terminan con una mascarilla adecuada a cada perro. Por ejemplo, en el caso de un maltés o un yorkshire, utilizan una de keratina que alisa la fibra e hidrata el manto, algo necesario para realizar el corte posterior.
Una vez lavado, cepillan bien el pelo para que quede planchado y colocado donde debe, y se procede al corte. Dentro del servicio de baño les cortan las uñas y les lavan las orejas y los genitales.
Todos los productos que utilizan están a la venta, y tienen bastante éxito pues los clientes se dan cuenta de que los perros salen oliendo muy bien, y quieren lo mismo para casa. En ese sentido, Viera apunta que es importante bañarlos también en casa, cada una o dos semanas. «Antes se decía que a los perros no había que bañarlos y eso era porque no había cosmética específica. Ahora está diseñada para ellos, con su PH, y los podemos bañar cada semana», asegura Viera.

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