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Etxanobe justifica las voladuras en la construcción de la subfluvial ante la alerta vecinal

Grupos ecologistas y vecinales han presentado alegaciones contra la modificación de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) que pretende hacer la Diputación de Bizkaia para realizar voladuras en la construcción de la subfluvial. La diputada general señala que es «un sistema absolutamente seguro».

Imagen de archivo de una movilización contra el proyecto de la subfluvial.
Imagen de archivo de una movilización contra el proyecto de la subfluvial. (Aritz LOIOLA | FOKU)

Los grupos Ekologistak Martxan, Aldai Auzo Elkartea y STOP Subluxial EZ! han presentado un contundente rechazo a la solicitud de modificación de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del Subfluvial de Lamiako, centrando sus críticas en dos aspectos clave: la autorización de voladuras en la excavación del túnel y la construcción del viaducto pasante en Ballonti (EST-06).

Según señalan en su alegación, la modificación de la DIA no cumple con los requisitos legales establecidos en la Ley 21/2013 de Evaluación Ambiental y es «improcedente». Añaden que el proyecto «contradice los objetivos climáticos y de movilidad sostenible establecidos por la Unión Europea, el Gobierno Vasco y la propia Diputación».

Aseguran que las actuaciones que ahora se pretenden llevar a cabo mediante las modificaciones, fueron prohibidas en la DIA original por sus graves impactos, pero el promotor ahora busca reintroducirlas bajo el argumento de mejoras técnicas algo que los ecologistas califican de «fraude a la normativa ambiental».

Rechazo a las voladuras para la construcción del túnel bajo la ría

«El estudio geotécnico del propio promotor reconoce que todos los tramos del túnel pueden excavarse con rozadoras, método menos impactante. Sin embargo, se justifica el uso de explosivos para reducir costes y plazos, priorizando intereses económicos sobre la salud pública», denuncian.

En esa línea, los grupos vecinales y ecologistas indican que las voladuras «podrían aumentar la permeabilidad del subsuelo, afectando al nivel freático y provocando asientos en edificios colindantes con el daño estructural correspondiente».

Asimismo, denuncian que las voladuras suponen un incremento mayor a los 100 días de superación de límites legales de vibraciones en el centro escolar IES Artaza-Romo y viviendas colindantes. Señalan que generaran ruidos de hasta 85 dB en zonas residenciales (frente a los 35 dB recomendados para áreas sensibles). Asimismo, denuncian que el proyecto ignora por completo la contaminación por partículas finas (PM 2.5), un contaminante peligroso para la salud pública.

El promotor ha propuesto medidas correctoras, como realizar voladuras fuera del horario lectivo o comunicar a los vecinos cuándo habrá explosiones. Sin embargo, los colectivos vecinales y ecologistas señalan que no son suficientes. Asimismo, denuncian que la promotora ha solicitado la suspensión temporal de los objetivos de calidad acústica y de vibraciones mientras tengan lugar las obras.

Etxanobe: «Se trata de un sistema absolutamente seguro y muy habitual»

Por su parte, la diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe, ha indicado en declaraciones a Onda Vasca que la realización de «microvoladuras» en la zona de Artaza es «una técnica de construcción que en Bizkaia se ha utilizado en todos los túneles y que acelera la ejecución de las obras y, al mismo tiempo, reduce molestias».

Etxanobe ha asegurado que se trata de «un sistema absolutamente seguro y muy habitual», que también se usó en el metro de Oporto o en el estadio de San Mamés. En todo caso, ha afirmado que la Diputación va a «atender a todas las preocupaciones» de los ciudadanos y se abrirá «una oficina permanente de información para ofrecer toda la información con la máxima transparencia».

Rechazo al viaducto de Ballonti

Otra de las actuaciones que han rechazado los grupos ecologistas y vecinales ha sido la del viaducto de Ballonti, considerando que es «una obra injustificada y contraria a la sostenibilidad».

Argumentan que la propia Diputación ya señaló en 2023 la baja funcionalidad de este viaducto y el alto impacto ambiental que supondría afectando a zonas residenciales y naturales en la Vega de Galindo.

«El viaducto consumiría los últimos espacios verdes en una zona ya saturada por infraestructuras. Además, no se ha evaluado su impacto acumulado con otras obras en la margen izquierda», denuncian.

Exigen la elaboración de una nueva DIA

«En resumen, el promotor pretende hacer trampa al sistema: reintroducir voladuras y un viaducto ya rechazados, sin estudios detallados y a costa de la salud de la población. Exigimos que se aplique la ley y se priorice el bien común sobre los intereses económicos», señalan.

Por todo ello, han pedido elaboración de una nueva DIA que analice todos los impactos ambientales y sociales del proyecto, incluyendo las modificaciones de las actuaciones que no se incluían en la anterior DIA y la evaluación detallada de los riesgos (ruido, vibraciones y partículas en suspensión) para la salud de la población, especialmente en zonas densamente pobladas y en centros educativos.

Los colectivos firmantes insisten en que el Subfluvial de Lamiako «es un proyecto insostenible y desfasado, que no responde a las necesidades reales de la población ni a los retos climáticos actuales». En su lugar, abogan por invertir en alternativas de movilidad más respetuosas con el medio ambiente y la salud de las personas.