El secretario general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, ha sido entrevistado este miércoles en Herri Irratia-Radio Popular y la cuestión energética ha tenido centralidad total, sobre todo por el apagón general de este lunes y en menor medida por el ataque previo a la vivienda de Aritz Otxandiano.

El apagón global «nos debería mover a la reflexión, ¡pero nos han pasado ya tantas cosas que luego no producen reflexiones de tipo estratégico...!», ha alertado de entrada. Otegi ha remarcado que hace falta un debate profundo en Euskal Herria sobre esta cuestión y ha pedido que sea «sosegado» y además «con alternativas».

En su opinión, debe partir de dos preguntas: si se desea que Euskal Herria sea un país industrial, a lo que ha respondido que EH Bildu «sí», y si se apuesta por que sea lo menos dependiente posible a nivel energético, dado que la realidad actual es que «nuestro nivel de dependencia respecto a las redes española y francesa es brutal».

Ha añadido otro factor: la energía es «un servicio que afecta a la vida de las personas» y, por tanto, «tiene que ser controlado por la Administración pública, no hay que dejarlo a la codicia de las grandes empresas». Ha dejado caer aquí que las energéticas presionaron para revocar el impuesto a sus beneficios «afirmando que no ganaban lo suficiente», pero lo que se aprecia ahora es que «no invierten lo suficiente» en la red.

«Muchas empresas nos dicen que no encuentran dónde conectarse. Nuestra industria necesita esa energía y modernizar esa red podría ser un espacio de trabajo en común entre los partidos de este país», ha propuesto.

Plantear este control público «no son cosas de rojos», ha apostillado Arnaldo Otegi, recordando que «en el Estado frances ocurre así», al contrario que en el español. «Y por eso en Ipar Euskal Herria el corte de luz duró un minuto», ha dicho.

Debates locales y Aritz Otxandiano

En consecuencia, el secretario general de EH Bildu ha reivindicado «un debate sosegado, fuera de la codicia de sectores que aquí están buscando hacer negocio y destrozar parte del paisaje».

La evidencia actual es que hay una proliferación de proyectos absolutamente descontrolada que está creando debates casi pueblo a pueblo, en algunos casos crispados. Otegi ha apuntado que constan «114 proyectos» solo en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, «y sabemos que la gran mayoría, igual unos 100, no se van a hacer porque no van a tener permisos». No obstante, eso genera inevitablemente una discusión porque «ninguno queremos ver molinillos en nuestros montes».

«Este país ha tenido un movimiento antinuclear muy poderoso, que ha impedido centrales, y la alternativa eran las energías renovables. Quien las rechace debe plantear sus alternativas»

Llegado a este punto, ha insistido en que hay que hacer un debate con perspectiva nacional y sosiego. «Puede haber sectores que se opongan» a las renovables en conjunto, «pero no sé qué alternativas plantean», ha lamentado. «Este país ha tenido un movimiento antinuclear muy poderoso, que ha impedido centrales, y la alternativa eran las energías renovables», ha recordado. Si ahora hay quien las rechaza, debe plantear sus alternativas, ha insistido, porque si no «las cosas van a seguir igual».

«Si no hacemos este debate, se nos va a colar la nuclear por la esquina –ha añadido–. En EH Bildu no vamos a mirar hacia otro lado y hacer que los debates pasen, aunque genere contradicciones». A preguntas del entrevistador, ha añadido que «no hay una lucha intestina en EH Bildu respecto a esto», sino que la posición es «un despliegue de renovables de manera ordenada», después de un debate «con participación» y siempre en un proceso «con control de la Administración pública» porque «aquí hay muchos piratas, que luego lo que hacen es vender la licencia».

El ataque a la vivienda de Aritz Otxandiano «es precisamente lo que no hay que hacer», ha considerado Otegi tras subrayar que «podemos asegurar» cuál fue el motivo

En este contexto, se le ha preguntado por el ataque con bengalas a la vivienda de Aritz Otxandiano, responsable de Fagor y hermano de Pello Otxandiano. A quienes ponen en duda la conexión entre la agresión y la posición de Otxandiano en favor de las renovables les ha dicho que «cuando decimos cosas en público, creo que tenemos acreditada la autoridad suficiente para ello. Y lo podemos asegurar».

Profundizando en lo ocurrido, ha insistido en la necesidad de debate calmado y, por tanto, ha considerado que ese ataque «es precisamente lo que no hay que hacer. Aritz Otxandiano es una persona comprometida con los renovables, tiene un proyecto y una alternativa para el país, que es la que vengo defendiendo aquí. [Quienes se oponen] nos tienen que explicar cuál es su alternativa: si creen que Euskal Herria tiene que ser un Estado o no, si creen que tiene que ser un país industrial, y también si creen que tienen que ser un país solidario o no (porque la energía siempre se va a producir en algún sitio, hay un Norte y un Sur global muy desequilibrados...) Tenemos que ser consecuentes y tomar nuestras propias responsabilidades».