
El Athletic ha llegado a la Catedral soñando con volver dentro de tres semanas para pelear por su primer título europeo pero el próximo jueves saltará al Teatro de los sueños rezando por un milagro. También por un árbitro mejor que Espen Eskas –el apellido ya daba una pista– que, sin restar méritos y deméritos a los dos rivales, ha tenido bastante que ver en que el Manchester United tenga en el bolsillo el billete a la final de esta Europa League con la que la familia athleticzale se ha ilusionado más que con ninguna otra.
Y con razón. Porque se jugará en casa pero, sobre todo, porque su equipo le ha dado motivos con una trayectoria casi inmaculada. Ni siquiera aquel bofetón del Besiktas logró ensombrecer el camino de un Athletic que contaba por victorias sus partidos en San Mamés –el único equpo invicto como local de la competición– y al que solo un grande de Europa ha podido noquear, por mucho que el United no atraviese su mejor momento.
Ha sido cosa de un cuarto de hora y quizá eso duele más. El que ha separado el gol de Casemiro, en el que el Athletic no ha estado nada fino, en el treinta, de la sentencia que ha firmado Bruno Fernandes con el primer tiempo a punto de acabar. Gol con polémica, como lo había sido el segundo. No es de extrañar que los decibelios que se han alcanzado con el himno en los prolegómenos del choque solo se hayan igualado en otra mala decisión del árbitro en el segundo tiempo que ha colmado el vaso de grada y equipo.
Antes de que el partido se torciese, el United ya había dado un susto considerable, nada más empezar, con un gol anulado a Garnacho por fuera de juego. Pero el Athletic, intentando mantener ese equilibrio tan complicado que requieren estas citas para evitar que la intesidad máxima acabe convertida en ansiedad, ha reaccionado rápido.
Cuando tenía tiempo para replegarse, el equipo de Ruben Amorim dejaba pocos huecos pero el Athletic hacía daño al contragolpe y con recuperaciones altas. Así han llegado tres buenas ocasiones para los de casa aunque ninguna ha fraguado. Primero ha sido Vivian el que ha robado un balón que ha acabado centrando Berenguer desde la izquierda para que el cabezazo de Iñaki Williams se marchara por encima del larguero. Después ha sido Nico Williams el que ha recuperado a escasos metros del área pero su pase a Sannadi ha acabado en córner. Y casi de inmediato ha sido Jauregizar el que se ha hecho con el balón en el centro del campo para iniciar la jugada más bonita de su equipo, que ha acabado con el centro de Williams y el remate ajustado de Berenguer, que Lindelof ha sacado bajo palos con Onana batido.
Ha estado más acertado el United. Ya había generado problemas con algún balón filtrado a Garnacho pero el zarpazo lo ha dado con una acción a balón parado. Maguire ha recibido en el lateral del área y con una acción de extremo, ha centrado la pelota que ha peinado Ugarte en el primer palo y, demasiado solo, ha cabeceado Casemiro en el segundo para hacer el 0-1.
La jugada decisiva ha llegado solo dos minutos más tarde. San Mamés protestaba por una fala a Galarreta no pitada –no era la primera que se saltaba Eskas– en el arranque de una acción que ha acabado en córner para los ingleses. Hasta que ha habido llamada de la sala VOR y revisión de la jugada, que ha acabado con penalti para el United y roja directa para Vivian. Bruno Fernandes ha anotado desde los once metros y ha vuelto a golpear a un Athletic que ha quedado definitivamente noqueado diez minutos después. De nuevo con un gol del capitán del United y de nuevo culminando una jugada que ha comenzado con falta en el campo de los ingleses, esta vez sobre Nico Williams, que no ha visto el árbitro. Al equipo, además, le ha faltado contundencia para evitar que Bruno Fernandes entrara en el área y resolviera el mano a mano con Agirrezabala haciendo el tercero.
El Athletic boqueaba y solo el larguero ha evitado que el golpe fuera aún más contundente, repeliendo un chutazo de Mzaraoui desde la frontal justo antes del descanso.
Ernesto Valverde ya había retocado el equipo tras la expulsión de Vivian con la entrada de Paredes y Gorosabel por Berenguer y el lesionado De Marcos y en el descanso ha dejado a Galarreta en el vestuario para dar entrada a Prados.
Pero no había sustitución que arreglara aquello. Si al United se le había visto cómodo incluso cuando el Athletic ha tenido sus mejores minutos en la primera parte, qué decir ahora con semejante ventaja en el marcador y un hombre más en el campo. Lo han intentado los rojiblancos, claro, empujados por una grada que quería mantener la fe aunque su esfuerzo le costaba. Casi le ha echado una mano el árbitro en ese empeño, aunque equipo y afición habrían agradecido otro tipo de ayuda, comiéndose la falta clarísima de Maguire a Maroan cuando el gasteiztarra se marchaba solo al área. Lo ha rematado pitando una falta del propio Maroan en la acción posterior, ya en campo rojiblanco, en un despropósito que ha acabado con una amarilla a... Unai Simón por protestar desde el banquillo.
Lo cierto es que el segundo tiempo se ha consumido sin que el Athletic se viera nunca cerca de la remontada, ni siquiera de empezarla.
Athletic: Agirrezabala; De Marcos (Gorosabel, min.42), Vivian, Yeray, Yuri; Ruiz de Galarreta (Prados, min.46), Jauregizar; Iñaki Williams (Djaló, min.86), Berenguer (Paredes, min.42), Nico Williams (Unai Gómez min.79); y Maroan.
Manchester United: Onana; Yoro, Maguire (De Ligt, min.65), Lindelof; Mazaraoui (Shaw, min.74), Ugarte (Mount min.65, Casemiro, Dorgu (Diallo, min.84); Bruno Fernandes, Hojlund y Garnacho (Mainoo, min.84).
Árbitro: Espen Eskas (Noruega). Amarillas a Yuri (35’), Unai Simón (58’), Yeray (61’); Bruno Fernandes (77’) y Garnacho (84’). Roja directa a Vivian (34’).
Goles: 0-1, min.30: Casemiro. 0-2, min.35: B. Fernandes, de penalti. 0-3, min.45: Bruno Fernandes.

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