Ibai Azparren
Aktualitateko erredaktorea / Redactor de actualidad

‘Albo’ se impone en Australia y los laboristas mantienen el poder

El Partido Laborista logró el sábado una holgada mayoría absoluta en las elecciones federales de Australia, garantizando otros tres años de gobierno de Anthony Albanese. Lo que parecía una campaña centrada en la inflación terminó marcada por el inesperado impacto de la guerra comercial de Trump.

El reelegido primer ministro de Australia, Anthony Albanese, entrega un pedido de helado a un cliente durante una visita a una cafetería de Sídney el 4 de mayo de 2025, tras la decisiva victoria de su partido en las elecciones.
El reelegido primer ministro de Australia, Anthony Albanese, entrega un pedido de helado a un cliente durante una visita a una cafetería de Sídney el 4 de mayo de 2025, tras la decisiva victoria de su partido en las elecciones. (David GRAY | AFP)

‘El laborismo ‘albo’-rota Australia de nuevo’ habría sido un titular tentador para esta página, pero no del todo justo: Anthony Albanese, conocido afectuosamente como ‘Albo’, no ha venido a romper nada, sino a sostener. Con su vocación negociadora, el primer ministro ha sido reelegido para un segundo mandato y dará continuidad a una gestión marcada ahora por la guerra comercial de Trump y, antes, por dos heridas abiertas: el fracaso del referéndum indígena que él mismo impulsó y la renuncia, aún más elocuente por silenciosa, a una consulta que habría replanteado los lazos con la Corona británica.

Un emocionado Albanese proclamó el sábado la victoria del Partido Laborista desde Marrickville, su barrio de toda la vida en el oeste de Sídney, subrayando que «los australianos han elegido un gobierno laborista mayoritario». Y no es para menos: el laborismo obtuvo 87 escaños, superando con holgura la mayoría absoluta de 76 y mejorando incluso los 77 que tenía hasta ahora. La coalición Liberal-Nacional, por su parte, sufrió un duro revés, quedándose con solo 39 escaños frente a los 58 que ostentaba.

‘Albo’ festejó ayer su victoria sirviendo helados en Grayndler, el distrito que representa, donde celebró un hito para su partido: tres años después de poner fin a una década de gobiernos conservadores, se convirtió en el primer líder laborista en ser reelegido para un segundo mandato en veinte años.

El «factor» Trump

Sin embargo, Albanese llegaba a estos comicios con el desgaste de su gestión. El primer ministro australiano cumplió varias promesas sociales como mejorar los salarios de los trabajadores con bajos ingresos, pero el efecto de medidas como esta quedó opacado por una inflación que ha marcado el ánimo del electorado.

¿Cómo se explica entonces su contundente mayoría absoluta? El portavoz liberal James Paterson apuntó a una posible respuesta: «El factor Trump fue devastador para los conservadores en Canadá, y está claro que aquí también ha sido determinante».

A finales de marzo, las encuestas indicaban un empate técnico con los conservadores. No obstante, la guerra comercial impulsada por Trump no ha sentado bien a unos conservadores que antes de los comicios de enero en Washington respaldaban (e imitaban) al magnate.

Ahora, Albanese confía en su habilidad negociadora para sortear la guerra comercial de Trump, que impuso aranceles  del 25% al acero y aluminio, lo que afecta directamente a Australia. Aunque calificó la medida de inamistosa, optó por no tomar represalias, y planea viajar a EEUU  a negociar.

No obstante, ya ha advertido que esta situación impactará en la competencia en la región debido a la creciente influencia de China sobre el Indopacífico. Pekín es otra de las prioridades de su agenda internacional. Durante su mandato, Albanese se centró en mejorar la tensa relación de Australia con China, un proceso que ha logró encauzar más o menos con éxito.

En política exterior, además, Albanese ha sostenido un respaldo firme a Ucrania y ha intentado calmar las tensiones internas derivadas del genocidio israelí en Gaza nombrando a dos representantes especiales para tender puentes entre las comunidades judía y musulmana, aunque los avances siguen siendo escasos.

Una derrota y un abandono

Sin duda, el mayor revés político de Albanese llegó en octubre de 2023, con el fracaso del referéndum que él mismo impulsó para ampliar la representación de los pueblos indígenas, manteniendo así a Australia como uno de los pocos países excoloniales que no reconoce constitucionalmente a su población originaria.

Asimismo, durante su primer mandato, el líder laborista fue suavizando su postura republicana, y ahora evita cualquier referencia a un posible referéndum sobre la monarquía británica, pese a haber defendido esa idea años atrás.