El humilde exguerrillero no ha podido evitar que sus restos paseen con la pompa que corresponde a un jefe de Estado. Su cuerpo ha partido a las 10:00 horas en un carruaje tirado por seis caballos y una guardia de honor. Yamandú Orsi, el actual presidente de Uruguay, ha cubierto el ataúd con la bandera uruguaya al comenzar la marcha.

Además de la bandera, Alejandro 'Pachá' Sánchez, ha colocado también la enseña de José Gervasio Artigas (héroe nacional). 

El cortejo ha avanzado custodiado por dos cordones de militantes del Movimiento de Participación Popular (MPP), histórico sector del Frente Amplio creado por el exmandatario de raíces vascas.

El destino de la comitiva ha sido el Parlamento, donde el cuerpo del presidente permanecerá al menos 24 horas para ser velado por sus seguidores, aunque no descartan alargalo hasta 36. Muchos de ellos han pasado toda la noche trabajando en lemas y pancartas basados en las reflexiones que ha lanzado Mujica. 

Una destaca sobre las demás: «No me voy, estoy llegando». Los militantes del Movimiento de Participación Popular, la formación que lideró Mujica, han hecho miles de camisetas negras con ese mensaje escrito en letras blancas.

La frase del extupamaro, pronunciada el 1 de marzo de 2015 al despedirse de la Presidencia tras cinco años de mandato, es un poco más larga y dice así: «Querido pueblo, gracias. No dudes de que si tuviera dos vidas las gastaría enteras para ayudar a tus luchas, porque es la forma más grandiosa de querer la vida que he podido encontrar a lo largo de mis casi 80 años.No me voy, estoy llegando, me iré con el último aliento, y donde esté estaré por ti, contigo, porque es la forma superior de estar con la vida». 

Uruguay se encuentra de luto oficial para tres días y la actividad económica se ha detenido. No así las clases, que sí han funcionado con normalidad. 

Además del citado Orsi, la compañera de vida de Mujica, Lucía Topolansky, está tomando parte de la despedida oficial. 

Los asistentes, muchos de ellos visiblemente emocionados, han ovacionado a Mujica a su paso, aplaudiendo de forma incesante y lo han despedido con cánticos y carteles con mensajes como «Pepe, amigo, el pueblo está contigo» o «el pueblo, unido, jamás será vencido».

Tras detenerse frente a la sede del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros, el cortejo ha seguido su camino y ha pasado por las oficinas del Movimiento de Participación Popular y del Frente Amplio, ambas ubicadas en el centro de Montevideo.

En su parada en la sede del Frente Amplio, el secretario de la Presidencia, Alejandro Sánchez, ha pronunciado un sentido discurso en el que ha señalado que «la siembra del viejo ahora se transformó en miles».

«Pepe, no te fuiste, ahora hay miles de Pepe Mujica. Gracias viejo», ha agregado, ante una gran ovación de los militantes», y ha concluido: «Que viva el pueblo uruguayo, por el cual el Pepe dejó todo. Vamo arriba, la lucha continúa».

El féretro ha continuado luego su recorrido y ha llegado sobre las 13:15 hora local (16:15 GMT) al Palacio Legislativo, donde lo esperaban el presidente Orsi y otros miembros del Ejecutivo y donde se encuenta el velatorio.

Una vez ya en el Salón de los Pasos Perdidos del Legislativo, miles de personas han pasado a decir su último adiós, destacando antiguos colaboradores (María Julia Muñoz) y políticos urugayos (Álvaro Delgado, Luis Alberto Lacalle...). 

A los mandatarios internacionales se les espera para el jueves. Han confirmado ya asistencia Gustavo Petro (Colombia), Lula Da Silva (Brasil) y Gabriel Boric (Chile), según señala la prensa local. 

EH Bildu envía una delegación

El secretario general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, ha partido hacia Uruguay junto con el secretario de Relaciones Internacionales de esta formación, Gorka Elejabarrieta, para participar en los actos de despedida.

«Hemos aprendido mucho de él y hemos recibido consejos muy buenos de él», ha recordado Otegi en los micrófonos de Euskadi Irratia. El dirigente vasco ha tachado al expresidente de Uruguay como un «cómplice» de la actividad política de la izquierda abertzale.

Ha afirmado que mantenía una relación estrecha con él y con las personas de su entorno, por las que conocían la delicada situación de salud que atravesaba el expresidente uruguayo.

Por su parte, Elejabarrieta ha destacado, en Radio Euskadi, que Pepe Mujica «dejó una huella tremenda en Uruguay, en América Latina, y en el conjunto del planeta».

«Una huella de compromiso de un militante que fue guerrillero, que fue preso político, que fue rehén de la dictadura y que llegó también a ser presidente del Uruguay. Y todo de la misma manera, picando piedra, militando desde lo colectivo y desde el compromiso», ha agregado.