Alessandro Ruta

El boxeador (verdadero) que inspiró a ‘Rocky’

Chuck Wepner peleó el 24 de marzo de 1975 contra Muhammad Alí y aguantó contra todo pronóstico hasta el final de los asaltos: Sylvester Stallone, todavía desconocido, vio aquel combate y se inventó un guión que sería el inicio de una saga de nueve películas.

Rocky Balboa era en realidad Chuck Wepner. Y Chuck Wepner era Rocky Balboa. En el medio de ambos, un joven actor/guionista llamado Sylvester Stallone, con muchas ideas pero poco dinero, a quien le faltaba solamente la inspiración.

Una vez encontrada, una vez encendida la mecha, se convertiría en el protagonista absoluto de una saga de cine sin par, la de Rocky y sus 9 películas.

Sin embargo, sin la historia de Chuck Wepner, que se hizo famoso el 24 marzo de 1975, es decir hace ahora medio siglo, hubiera sido muy difícil el nacimiento del personaje intepretado por Stallone.

‘Rocky’, una celebración entre americanos

La historia de Rocky Balboa la conocemos prácticamente todos: un joven chaval de Philadelphia que alterna trabajos modestos (y no siempre agradables) y que en su tiempo libre boxea en encuentros ante pocos espectadores y aún menor cantidad de dólares.

Tiene un entrenador que no cree en él, una novia tímida, pocos amigos y muchos sueños. Al final es americano, y Estados Unidos son «the land of opportunities», y Philadelphia, la ciudad del amor fraternal y la de la Declaración de Independencia el 4 de julio de 1776.

Al otro lado de la historia, Apollo Creed, el campeón del mundo de boxeo en los pesos pesados. Para los 200 años de aquella Declaración quiere dar la oportunidad a un perfecto desconocido, además un blanco en un deporte dominado por los negros, una ocasión de pelear contra él por el título. Una celebración entre americanos.  

Apollo cree que va a ganar fácil pero no conoce la fuerza de voluntad de Rocky Balboa, que carrera tras carrera, entrenamiento mañanero tras entrenamiento mañanero, se convierte en un rival durísimo, capaz de aguantar de pie hasta el último segundo del combate.   

La película fue un éxito estratosférico: 3 Oscars, incluido el de mejor film, las taquillas ardiendo, el inicio de una saga cinematográfica
 

 

Hay mucha épica, la música de Bill Conti es perfecta para representar el esfuerzo enfocado a la gran hazaña, el boxeo luce como deporte siempre muy querido por la gran pantalla, y todo desemboca en un éxito estratosférico: 3 Oscars, incluido el de mejor film, las taquillas ardiendo para ver el desarrollo amoroso entre Rocky y la pequeña Adriana, Sylvester Stallone triunfante después de haber rozado la miseria, el inicio de una epopeya cinematográfica.

Sin embargo Rocky Balboa era un mero personaje, inspirado eso sí en un boxeador real: Chuck Wepner, ‘El ensangrentado de Bayonne’.

Una idea de Don King

Wepner, con respeto a Rocky, no era exactamente el último pringado que pasaba por la calle, sino más bien lo contrario: ostentaba el número 4 del ranking de los pesos pesados, así que no era el campeón pero menos aún alguien como Balboa que solo peleaba en el tiempo libre.

Es verdad que su trayectoria había sido accidentada y no había sido nunca el mejor. Sin embargo, se había ganado unas oportunidades de enfrentarse a George Foreman y a Sonny Liston. Un combate, este, donde acabó con 120 puntos de sutura en la cara por las terribles heridas sufridas.

El verdadero problema de Wepner era la facilidad con que sangraba, sobre todo en el rostro. En un combate acabó con 120 puntos de sutura en la cara

 

Era el verdadero problema de Wepner, la facilidad con la que sangraba, especialmente en el rostro. Por eso su apodo era ‘El ensangretado de Bayonne’. Ojo, Bayonne de New Jersey y no nuestra Baiona.

No había, en cualquier caso, ninguna posibilidad para el título, hasta la aparición de Don King, aquel ‘brujo’ de las organizaciones de boxeo, ya artífice antes del ‘Rumble in the Jungle’ con Muhammad Alí, su protegido, contra George Foreman en Kinshasa, en Zaire.

Un negro contra un blanco por el título mundial sería su siguiente reto. Al fin y al cabo, Wepner no era malo, era muy peleón, y con la capacidad de Don King de vender cualquier evento la cosa podía convertir en interesante. Y así fue...

El negro ya lo tenía en casa, el mismo Muhammad Alí, campeón de los pesos pesados. El rival, Wepner, alguien nunca a la espera, siempre al ataque. Para Chuck, 100.000 dólares contra el millón garantizado para Alí, que necesitaba un combate ‘fácil’ después del enorme gasto padecido en el ‘Rumble in the Jungle’. Trato hecho, la pelea se disputaría en un pequeño palacio de deportes en Ohio.

El caso es que en un cinema del Greenwich Village, en Nueva York un tal Sylvester Stallone, actor de pelis soft-porno y aspirante a guionista, vio el combate, a Alí casi bromear al principio con Wepner, y a este empezar enseguida a chorrear sangre. Luego el campeón se puso nervioso y en la novena ronda se fue al suelo, increíble.

Stallone vio aquel combate en un cine de Nueva York y escribiría el guión en pocos días. Se equivocó al vender su trabajo por solo 75.000 dólares

 

Probablemente Chuck había aprovechado un pisotón en el pie, pero lo cierto es que Alí rozó el K.O., antes de levantarse y ganar en el último asalto, el decimoquinto. «¡Lo he tumbado, lo he tumbado!», había gritado Wepner a su entrenador después de aquel golpe de fortuna pero eficaz. Acabaría perdiendo, con el físico devastado, pero transformado en ídolo y fuente de inspiración.

 

Stallone escribiría en pocos días el guión de ‘Rocky’ con el ‘Semental Italiano’ haciendo de Chuck Wepner, o de sí mismo. Vendería su trabajo por 75.000 dólares en vez de aceptar por parte de la productora el 10% de los ingresos en taquilla de su peli. Se equivocó, fue una de las más exitosas de todos los tiempos con sus 225 millones de dólares ingresados.

A Chuck se le ofrecería una pequeña participación en el segundo de los ‘Rocky’ pero el boxeador de Bayonne, ya retirado, se encontraba en un malísimo momento entre excesos de drogas y problemas de familia. Su nombre quedó casi olvidado, sin duda efímero, sin saber que había sido la inspiración para un personaje inmortal.

Chuck Wepner, ‘Rocky’ erditu zuen benetako boxealaria

New Yorkeko zinema areto batean ikusi zuen borroka hura Sylvester Stallonek. Muhammad Ali eta Chuck Wepner aurrez aurre. Azken honi ‘Bayonneko odoleztatua’ deitzen zioten, aurpegia oso erraz irekitzen zitzaiolako. Galdu egin zuen Wepnerrek, nola ez txapeldun handiaren aurrean, baina irabazi egin zuen Stallonek: hor heldu zitzaion ‘Rocky’ pertsonajea asmatzeko inspirazioa, guztiz arrakastatsua izango zen film sortarako. Alessandro Rutak gogoratu du istorioa, eta boxeo saio hura bereziki.