La cumbre de la Liga Árabe reunida este sábado en Bagdad ha pedido más presión internacional para «detener el derramamiento de sangre» en la Franja de Gaza, donde Israel está dando ya los pasos de su «solución final», con matanzas masivas y una intensificación de la operación dirigida a la ocupación militar definitiva.

«Instamos a la comunidad internacional, en particular a los países que pueden influir en la situación, a que asuman sus responsabilidades morales y legales para ejercer presión, detener el derramamiento de sangre y garantizar la entrada de ayuda humanitaria urgente» al territorio palestino asediado, señalan en una declaración final que elude hablar de medidas concretas para aislar o sancionar a Israel.

Parte de los estados representados en la Liga mantienen relaciones con Israel y algunos de ellos las han formalizado en los últimos años a través de los Acuerdos de Abraham impulsados por Estados Unidos.

En 19 meses de agresión israelí a Gaza y con la denuncia de genocidio formulada hace tiempo ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), ninguno ha replanteado está relación ni ha cortado lazos.

El texto también pide financiar un plan árabe para la reconstrucción de la Franja de Gaza e «insta a los países y a las instituciones financieras internacionales y regionales a proporcionar rápidamente el apoyo financiero necesario» para este proyecto.

La iniciativa prevé un fondo de 53.000 millones de dólares en cinco años, pero choca con el plan de Israel y Estados Unidos de ocupar Gaza y expulsar a la mayor parte de su población para lo que EEUU incluso busca la colaboración de algunos de los países presentes en la cumbre.

Se había presentado como una alternativa al plan del presidente estadounidense, Donald Trump, de colocar la Franja de Gaza bajo control estadounidense y reconstruirla sin la población palestina.

Propuesta de Sánchez, invitado en la cumbre

En la cumbre ha participado como invitado el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que ha anunciado que «España llevará una propuesta a la Asamblea de Naciones Unidas para la CIJ se pronuncie sobre el cumplimiento por parte de Israel de sus obligaciones internacionales en relación con el acceso de la ayuda humanitaria a Gaza».

Esta propuesta, ha añadido, tiene la intención de «redoblar la presión sobre Israel para parar la masacre en Gaza, en especial a través de las vías que nos da el derecho internacional».

La iniciativa también se queda tibia a la vista de la brutalidad de las ofensiva israelí y habida cuenta de que la CIJ ya ordenó en enero de 2024 a Israel «tomar todas las medidas» posibles para «prevenir» un genocidio en Gaza, y en mayo siguiente «detener inmediatamente su ofensiva militar en Rafah y cualquier otra acción que pudiera infligir al grupo palestino en Gaza condiciones de vida que provoquen su destrucción física total o parcial».

Rafah ya no existe, la destrucción de la población palestina avanza con matanzas de decenas de personas cada día y las declaraciones de los gobernantes israelíes apuntan a la expulsión de la población.

Guterres insiste en la quimera de «los dos Estados»

El secretario general de la ONU, António Guterres, aunó un llamamiento a actuar a la comunidad internacional, pero apuntando al callejón sin salida de la «solución de los dos Estados».

«El mundo, la región y, sobre todo, los pueblos de Palestina e Israel no pueden permitirse ver cómo la solución de dos Estados desaparece ante nuestros ojos. Ese objetivo nunca ha sido más imperativo ni más lejano» ha afirmado durante su intervención en la cumbre de la Liga Árabe, acudiendo de nuevo a la quimera que la ocupación israelí y el apartheid impuesto a la población palestina hace tiempo que ha hecho imposible. 

Abbas aprovecha para promocionarse

Y en este contexto, el presidente de la desacreditada Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ha aprovechado para intentar promover sus propios intereses, que en muchos puntos coinciden con los de la ocupación. 

Abbas ha pedido a Hamas que le entregue su control sobre la Franja de Gaza y entregue sus armas a la «autoridad legítima» que dice representar, cuestiones prioritarias para garantizar la asistencia internacional dada la «crisis existencial» que atraviesa el pueblo palestino. La Presidencia de Abbas es rechazada por prácticamente toda la población palestina, que identifica a su Gobierno con la corrupción, la ineficacia y la colaboración con Israel.

Israel vuelve a las negociaciones

La indolencia de estos llamamientos de árabes, Sánchez y Guterres ha sido más patente en una jornada en la que la ofensiva israelí ha provocado al menos 153 muertos en 24 horas y cuando las tropas avanzan hacia Deir al-Balah para preparar la anunciada ocupación militar de la Franja.

A la vez, Hamas ha anunciado que en Doha ha comenzado una nueva ronda de negociaciones «sin condiciones previas» y que no se basa en las propuestas con las que Israel dinamitó el último alto el fuego y los nuevos intentos de negociación.

El Gobierno israelí ha afirmado que ha sido su ofensiva brutal la que ha llevado a Hamas a negociar y se ha jactado de que lo haga sin que Israel haya permitido la entrada de ayuda humanitaria en Gaza, donde el hambre ya golpea a cientos de miles de personas. Pero es Israel el que va y viene de la negociación en función de su interés militar.

Arabiar Ligak Israelen aurka «nazioarteko presioa» eskatu du, baina neurri eraginkorrak saihestu ditu

Liga Arabiarraren goi-bilerak nazioarteko presio handiagoa eskatu du Gazan «odol isuria gelditzeko», Israelek dagoeneko areagotu egin baititu sarraski masiboak –150 hildako baino gehiago 24 ordutan eta gutxienez 66 larunbat honetan– eta Beit Lahian lurreko ofentsibari ekin baitio. Hala ere, ez herrialde arabiarrek ezta gailurrean gonbidatua zen Pedro Sanchezek ere ez dute zigorrez eta Israelekin hausturaz hitz egin. Aldi berean, Hamasek iragarri du Dohan negoziazio erronda berri bat hasi dela, «aldez aurreko baldintzarik gabe», eta ez dela oinarritzen Israelek azken su-etena eta negoziazio saiakera berriak zapuzteko erabili zituen proposamenetan.