
El martes 3 de junio se celebrará en el Juzgado de lo Penal nº 3 de Bilbo el juicio contra la mujer que el 9 de agosto de 2023 trató de impedir el maltrato hacia un vendedor ambulante en plena Gran Vía. Por aquellos hechos, la acusación particular que ejerce uno de los policías municipales implicados solicita hasta tres años y tres meses de cárcel por la presunta comisión de sendos delitos de atentado y lesiones, petición que rebaja la Fiscalía a una pena de prisión de un año.
Casi dos años después de que se produjera aquella controvertida actuación contra manteros en pleno centro de Bilbo, con la reacción solidaria de la ahora acusada, tendrá lugar la vista oral. En uno de los recurrentes operativos policiales contra la venta ambulante, dos guardias municipales redujeron el 9 de agosto de 2023, en torno a las 20.45, de forma violenta a uno de los migrantes que sobreviven con ella.
La escena provocó la reacción solidaria de la mujer, que buscó que los policías cesarán de emplear la violencia para reducir al vendedor, lo que terminó con el arresto de esta. Lo que era un forcejeo entre los guardias, el mantero y la persona que le auxilió se presentó como una agresión a agentes de la autoridad.
Al día siguiente, el sindicato Esan emitió una nota en la que informaba de que un guardia municipal había sido agredido «mientras realizaba su trabajo» y «en cumplimiento de la normativa», lo que motivó que tuviera que ser trasladado al hospital.
El Consistorio bilbaino avaló esa tesis, indicando que la mujer había sido detenida acusada de propinar una patada en la cabeza al agente, que tuvo que ser atendido en el hospital de traumatismo craneoencefálico. Fue dado de alta a las pocas horas con prescripción de mantener reposo.
El alcalde, Juan Mari Aburto, expresó su «más fuerte apoyo y solidaridad» al agente y su «máxima condena» hacia la supuesta agresora.
Un vídeo que contradice la versión oficial
Sin embargo, un vídeo que recogió la escena contradijo la versión oficial. En las imágenes sí se ve a la ahora acusada reprender a los agentes por la «brutalidad» que estaban empleando para reducir al mantero que pretendía zafarse de los guardias, pero en ningún momento se aprecia el golpe en la cabeza. Sí hubo forcejeo para que los policías dejaran de asfixiar al migrante.
Más tarde, se supo del trato que recibió la mujer al ser arrestada y trasladada a la comisaría central de Miribilla. Al día siguiente, al mediodía, al prestar declaración en el Juzgado de Guardia, la jueza puso en cuestión que se hubiera mantenido a la detenida toda la noche en dependencias policiales a la vista de la naturaleza del supuesto delito.
Distintas organizaciones se solidarizaron con el colectivo de vendedores ambulantes ante la persecución que padecen y saludaron el gesto de la mujer.
Tras la instrucción del procedimiento está previsto que el martes 3 de junio tenga lugar el juicio en el Juzgado de lo Penal número 3 de Bilbo. La Fiscalía asume la versión de la Policía Municipal, incidiendo en las lesiones que sufrieron a causa del intento de auxilio de la mujer hacia el mantero.
Para el Ministerio Público, los hechos son constitutivos de sendos delitos de atentado y lesiones por los que solicita una pena de cárcel de un año de prisión más multas por valor de 2.280 euros, además de indemnizaciones a los dos agentes por 2.140 euros y el abono de costas.
A su vez, la acusación particular que impulsa uno de los guardias municipales plantea imponer a la acusada tres años y tres meses de prisión, así como una indemnización de 3.375 euros por las lesiones causadas a ese agente.

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