NAIZ

Disparan a 20 gazatíes que buscaban comida, en un sistema cada vez más bajo sospecha

Este viernes solamente se ha abierto en Gaza el complejo para repartir alimento del campamento de Bureij y la distribución de ayuda humanitaria sigue estando muy limitada. Además, en ese mismo campamento un ataque israelí con drones ha herido a 20 personas que se desplazaban a buscar comida.

Gente recogiendo comida en uno de lo centros de distribución del centro de Gaza.
Gente recogiendo comida en uno de lo centros de distribución del centro de Gaza. (Eyad BABA | AFP)

Al menos 20 gazatíes han resultado heridos este viernes, uno de ellos de gravedad, en el ataque con drones mientras se dirigían a un punto de distribución de alimentos en el campamento de refugiados de Bureij, en el centro de la Franja de Gaza, han informado fuentes médicas.

«Los hospitales de Al Aqsa y Al Awda han recibido hasta el momento 20 heridos entre un grupo de ciudadanos concentrados cerca de Wadi Gaza. Uno herido crítico, los demás varían entre moderados a leves, la mayoría heridos por ataques con drones cuadricópteros», detalla un comunicado de estos centros hospitalarios.

La distribución de ayuda humanitaria sigue siendo muy limitada después de que Israel, tras casi tres meses de cerco absoluto y veto a la entrada de suministros, impusiera un sistema basado en complejos militarizados: hasta el momento dos en el sur de Gaza y otro en Bureij (centro).

La Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, en inglés), respaldada por Estados Unidos e Israel, ha confirmado este mismo viernes que solo mantiene abierto uno de sus complejos para el reparto de alimento en el centro de Gaza; insuficiente para una población hambrienta de 2,1 millones.

«Hoy solo hay un sitio abierto. Las operaciones seguirán ampliándose, con planes para construir sitios adicionales en Gaza, incluyendo la región norte, en las próximas semanas», ha confirmado a Efe un portavoz de esta organización.

El único punto de distribución de ayuda operativo este viernes ha sido el localizado en el campamento de Bureij, donde se han entregado 5.760 paquetes de alimento. En el de Rafah, decenas de miles han acudido, muchos desde la salida del sol, para descubrir que no había comida que recibir, han informado fuentes locales.

Según un comunicado divulgado por GHF, respaldada por EE.UU. e Israel y cuya fuente de financiación es incierta y a cuyo mecanismo de entega se oponen casi todas las organizaciones humanitarias y la ONU, se han distribuido algo más de unas 2,1 millones de raciones de comida en cuatro días; lo que equivaldría a una sola ingesta de comida por cada habitante de Gaza en 96 horas.

Parte de la limpieza étnica

Así las cosas, las sospechas sobre el verdadero objetivo de estas supuestas campañas de ayuda crecen. Así, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha denunciado el «desastroso comienzo» del plan de reparto de alimentos de GHF y ha asegurado que usar el reparto de ayuda para desplazar a la población es parte de «una estrategia más amplia de limpieza étnica en la Franja de Gaza».

«Bajo este enfoque, peligroso e imprudente, los alimentos no se distribuyen donde más se necesitan, sino que se dirigen únicamente a las zonas donde las fuerzas israelíes deciden amontonar a la población», ha explicado el secretario general de MSF, que ha apuntado que colectivos como personas mayores o con discapacidad no tienen forma de acceder a estos alimentos.

«Esta iniciativa parece una cínica estratagema para fingir el cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario. En la práctica, utiliza la ayuda como herramienta para desplazar a la población por la fuerza, como parte de lo que parece ser una estrategia más amplia de limpieza étnica en la Franja de Gaza, y para justificar la continuación de una guerra sin límites», ha añadido.

A pesar de que Israel afirma que ha dejado entrar cierta ayuda humanitaria de la ONU por el cruce de Kerem Shalom en los últimos días, la ONU sostiene que en la práctica esto no ha supuesto ninguna mejora en la entrega de ayuda humanitaria.