La consejera de Gobernanza, Administración Digital y Autogobierno de Lakua, María Ubarretxena, dijo hace apenas unos días que la CAV «no va a aceptar acuerdos a medias» sobre las transferencias que debían cerrarse según lo acordado en noviembre de 2024; y lo que ayer salió de la Comisión Bilateral presidida por Pedro Sánchez e Imanol Pradales en la Moncloa fue precisamente «un acuerdo a medias» sobre lo relativo al «primer paquete» de la gestión de la Seguridad Social.

Se cerró un acuerdo sobre prestaciones no contributivas para las familias, dependiente del Ministerio de Seguridad Social de Elma Saiz, del PSOE. También todo el Seguro Escolar. Sin embargo, quedaron pendientes las de desempleo, cuya negociación corresponde al Ministerio de Trabajo, de la vicepresidenta Yolanda Díaz, de Sumar.

Se entendió en ese sentido la exigencia del lehendakari, Imanol Pradales, al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, para que «ponga orden» en su Ejecutivo, donde observa «concepciones centralistas y centralizadora».

Cuando se le preguntó al lehendakari sobre si este es «el acuerdo a medias» que Lakua dijo que no iba a aceptar, se remitió a su discurso en el que había dicho que eran pactos importantes para la ciudadanía vasca, aunque no se había cumplido todo lo establecido en la reunión de noviembre.

Pradales al presidente español: «El tiempo corre, el calendario nos interpela y el pacto obliga»

Aseguró que era un día importante, porque las transferencias relacionadas con la Seguridad Social habían estado bloqueadas «con 46 candados, uno por cada año desde que se aprobó el Estatuto, y ahora por fin se ha abierto». Pero, al mismo tiempo, recordó que «el tiempo corre, el calendario nos interpela y el pacto obliga». Y aseguró que el Gobierno de Lakua es «serio y de palabra» y reprochó que «al otro lado no nos encontremos con esa misma seriedad». «La confianza interinstitucional hay que abonarla todos los días», sentenció.

Dos citas y varios retrasos

Antes de la Comisión Bilateral, el presidente del Gobierno español y el lehendakari mantuvieron un primer encuentro personal, en el que tuvo que ser donde se alcanzó un acuerdo para mantener la actividad y el empleo de la empresa Talgo, del que habló Imanol Pradales y del que el ministro de Administración Territorial, Ángel Víctor Torres, dijo no saber nada porque no se había tratado en la cita entre los dos gabinetes.

El lehendakari había anunciado que iba a comparecer tras el encuentro, en una rueda de prensa que inicialmente se anunció para las siete de la tarde y que fue retrasándose hasta comenzar rozando las nueve, lo que ya daba a entender que no todo había ido bien.

Pradales se felicitó de que se había cerrado la transferencia de Salvamento Marítimo y el Centro Nacional de Verificación de Maquinaria (CMVM) de Barakaldo, que «confía en que pueda materializarse en la Comisión Mixta de Transferencias en el último trimestre del año». Pero el caso es que estas dos transferencias se anunciaron para finales de 2024. Y, lo que es peor, antes de acabar 2025 deberían estar traspasadas las todavía más de veinte competencias pendientes.

Entre ellas las relacionadas con los aeropuertos, para la que se ha creado «una subcomisión» que deberá dar resultados en «en el plazo máximo de 4 meses».

Discreción sobre Talgo

En cuanto al acuerdo sobre Talgo, que en teoría debería garantizar su futuro, el lehendakari no quiso dar ningún tipo de detalles, más allá de asegurar que servirá «para mantener la actividad y el empleo de la empresa Talgo en Euskadi, donde gobiernos vasco y español han encauzado la participación de la SEPI para hacer viable la operación del Consorcio vasco, y mantener así la actividad y el empleo de la empresa». Aseguró que es precisa la discreción, no retransmitir los pasos y que algunos ahora corresponden al Gobierno español.

El lehendakari no quiso dar ningún tipo de detalles sobre la operación del Talgo, apelando a la discreción

El lehendakari habló también de avance en que Madrid analizará su propuesta sobre Inversiones y reasignación de Fondos Europeos MRR, y que asumirá un calendario sobre redes eléctricas. Además, el Ejecutivo de Sánchez volverá a defender la oficialidad del euskara en la UE en la reunión del 18 de julio.

Imanol Pradales aseguró que «los próximos meses serán determinantes para materializar este principio de acuerdo y remover los obstáculos y resistencias políticas que siguen encima de la mesa de negociación». Reclama que la CAV no esté supeditada a los «líos del Estado. Necesitamos más seriedad y altura de miras».