
EH Bildu presentó el pasado jueves alegaciones al proyecto de línea de alta tensión desde la subestación de Abanto a la de Vallegón, que pretende abastecer de electricidad desde Bizkaia a la localidad cántabra de Castro Urdiales y a la ampliación de un polígono industrial. La coalición soberanista muestra su firme oposición a un plan que consideran «perjudicial para el territorio y para la calidad de vida de los vecinos y vecinas».
Esta formación denuncia, una vez más, las formas utilizadas por las instituciones competentes, publicando este tipo de proyectos en pleno período estival, «cuando buena parte de la ciudadanía se encuentra fuera o de vacaciones». «Tal y como ya ocurrió con el proyecto de Solaria, volvemos a encontrarnos con un proceso que dificulta deliberadamente la participación real y efectiva de los afectados», señalan.
Recuerdan en su escrito la oposición del propio Ayuntamiento de Abanto a este y al anterior proyecto, por las afecciones que provoca en la zona sur del municipio, proponiendo que este nuevo trazado para una conducción de 132 kilovoltios sea paralelo a otra línea de 400 kV,
Los soberanistas plantean una reordenación de los trazados de las diferentes conducciones de alta tensión que discurren por Ezkerraldea y Meatzaldea –condicionados por la existencia del parque tecnológico de Abanto, Petronor, y el Puerto– para que no hipotequen más suelo industrial.
Además, se cuestiona que la infraestructura eléctrica cruce un entorno donde se sospecha que hay restos arqueológicos de la batalla de Somorrostro, de la Segunda Guerra Carlista.
También detectan afecciones para el desarrollo urbanístico de los barrios de Las Carreras, Putxeta, Balastera y Murrieta, y preocupa el impacto sobre la zona rural del municipio, que Ayuntamiento y Diputación están tratando de proteger.
Asimismo, advierten que las cables eléctricos atravesarán un entorno natural donde anida la tórtola europea, catalogada como especie en peligro de extinción.
Debate «transparente y participativo»
EH Bildu insiste en la necesidad de abrir un debate «transparente y participativo» sobre este tipo de infraestructuras, evaluando de manera seria su impacto ambiental, social y económico. «La participación ciudadana no puede ser una mera formalidad; debe garantizarse que todas las personas tengan la oportunidad de informarse y presentar sus alegaciones en condiciones justas», afirman.
La coalición recuerda que seguirá vigilante ante cualquier proyecto que suponga una agresión al territorio o una falta de respeto a la participación vecinal, y continuará trabajando para que las voces de la ciudadanía sean escuchadas en la toma de decisiones.

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