Vaya año, aquel 1975, para el cine italiano. Doce meses riquísimos, condensables en dos películas que se encuentran en cualquier rincón de la sociedad transalpina incluso hoy día.
Está por un lado ‘Fantozzi‘, la representación perfecta del trabajador alineado y servil, y por otro ‘Amici miei’, estrenada pocos meses después, el 27 de julio de 1975. Y probablemente la máxima obra maestra, cumbre e inicio del declive al mismo tiempo, de la ‘Commedia all'italiana’, aquellos filmes donde se hablaba de manera ligera y divertida de temas duros.
‘Amici miei’, es decir ‘Amigos míos’, ha entrado tanto en la cotidianidad italiana que para este aniversario, que en Belpaese se está celebrando a lo grande, no hablaremos tanto de la peli en sí, sino de su función casi social. Entre memes y varios intentos de réplica, que por supuesto no han faltado.
El conde ficticio en el Parlamento
Pero desde 1975 demos un salto hacia adelante, hasta 2013, exactamente al día del escrutinio del presidente de la República. Sería Giorgio Napolitano, por segunda vez.
Laura Boldrini, presidenta de la Cámara de los Diputados, es la encargada de leer los votos de los varios parlamentarios. Recordamos, por cierto, que es el Parlamento el que en Italia elige al presidente de la República, normalmente tras un acuerdo entre los partidos. El caso es que, con su tono de voz aburrido, la presidenta Boldrini va pronunciando nombres hasta llegar a una especie de punto muerto, casi tartamudeando: «Raffaello Mascetti».
El hemiciclo entero prorrumpe en risas, los reporteros toman nota y casi se atragantan. En sí aquel voto es nulo, no vale. Porque sí, es verdad que cualquiera que tenga más de 50 años puede ser presidente de la República en Italia, pero el jefe de Estado debe ser una persona... real, no ficticia.
Raffaello Mascetti fue el primer personaje de ficción que recibió un voto para ser presidente de la República; se trataba de uno de los protagonistas de nuestro ‘Amici miei’. Probablemente el más icónico.
Interpretado por Ugo Tognazzi, Raffaello ‘Lello’ Mascetti es un conde cincuentón que ha desperdiciado todo el dinero suyo y de su mujer y que vive de vender (pocas) enciclopedias puerta a puerta. No tiene un duro, pero rechaza las limosnas; como mucho espera ‘invitaciones’. Tiene una amante menor de edad, Titti, hija de un militar, probablemente lesbiana, y su especialidad es la supercázzola, es decir, según la Real Academia de la Lengua Italiana, «discurso largo que no tiene ni pies ni cabeza pronunciado con convicción para despistar o engañar». Como cuando, en la peli, impide a un municipal meterle una multa por haber tocado la bocina donde no se podía.
Otro salto de 2013 a 2014; el primer ministro Matteo Renzi recibe críticas por uno de sus discursos en el Parlamento, por parte de una joven Giorgia Meloni: «Usted no ha hecho más que una supercázzola». Venganza del mismo Renzi en 2024 después de unas declaraciones del ministro de Cultura, Alessandro Giuli: «¡Vaya supercázzola!».
Una Florencia no de museo
Puede que Renzi se sienta ‘picado’ hablando de supercázzola, siendo como es de Florencia. En la maravillosa ciudad toscana, de hecho, está ambientada ‘Amici miei’, pero que nadie espere nada de turístico. La Firenze de la peli sigue el tono de la historia, divertida y melancólica, grisácea y grabada en puntos alejados de las guías de viaje.
Grisácea como la propia edad de los cinco protagonistas que, como el conde Mascetti, están todos en torno a los 50 años. Encontramos a un periodista (Perozzi, interpretado por Philippe Noiret), un arquitecto (Melandri, Gastone Moschin), un médico (Sassaroli, Adolfo Celi) y el propietario de un bar (Necchi, Duilio del Prete), que transcurren sus días haciendo chistes o buscando ocasiones para, simplemente, olvidarse del tiempo que pasa.
Florencia aparece gris como los protagonistas: un periodista, un arquitecto, un médico y el protagonismo del bar que pasan sus días haciendo chistes, olvidando sus dramas y fracasos personales
Cada uno de los cinco protagonistas arrastra en realidad su fracaso o drama personal (un divorcio, un hijo muerto cuando era bebé, una quiebra económica) pero nadie lo transmite. Como mucho se percibe de vez en cuando. Y los remedios son las burlas improvisadas y hasta crueles, que ellos llaman zingarate, ‘gitanadas’.
Ir a pueblos minúsculos y decir que todo va a ser derribado para construir una autopista, dar tortazos a los pasajeros que están saliendo en tren de la estación o autoinvitarse a fiestas privadas... vistas así pueden parecer chorradas, pero es que lo importante para este grupo de amigos es, simplemente, estar juntos y pasarlo bien, sin pensar en los verdaderos problemas. Pura ‘Commedia all'italiana’.
¿Y las mujeres? Puede parecer machista, pero simplemente «acompañan». La mujer y la hija de Mascettison enviadas al monte; Titti escucha los desahogos de su amante; la pareja de Necchi es la única capaz de decir «¡Ya basta!»; y Sassaroli literalmente deja la suya a Melandri, que además enseguida se arrepiente porque en el ‘paquete’ encuentra también las dos hijas, un enorme perro San Bernardo y una niñera alemana. Aunque, de todas formas, sin los personajes femeninos ‘Amici miei’ no podría ser lo mismo.
‘Amici miei’ fue una idea del papá de la ‘Commedia all'Italiana’, Pietro Germi, que desafortunadamente murió poco antes del inicio de las grabaciones. El relevo lo tomó otro grandísimo director, Mario Monicelli. Al igual que ocurre con ‘Fantozzi’, cientos de fans van a visitar los lugares donde fueron grabadas las escenas más icónicas, y las redes sociales lo impulsan.

Caminando por Florencia y llegando a Via de'Renai, calle escondida cerca del Ponte Vecchio, una placa homenajea a la peli en esta plazuela donde Necchi tenía ‘su’ bar, centro de gravedad para todas las zingarate. Allí parece realmente que el tiempo no haya pasado, como les hubiera gustado a los cinco protagonistas.

Acusan a Lakua de acallar a una víctima en el acto de Gernika

‘La Revuelta’ astindu du Zetak-en ikuskizunak... eta Euskararen Nazioarteko Egunean

Desalojado el instituto de Martutene, el Ayuntamiento solo realoja a la mitad en La Sirena

Solicitan inhabilitación y prisión para los policías acusados de agredir a un menor en Gasteiz
