Iñaki Soto

Axpe pone al robot a cocinar y al chef a pensar

A medio camino entre un manual, un experimento y un manifiesto, “Delicioso algoritmo” explica cómo la inteligencia artificial está transformando diferentes áreas de la actividad humana y cómo la gastronomía no es una excepción. Eneko Axpe escribe de forma pedagógica, mezclando, por un lado, experiencias personales con la tecnología más avanzada a la que él ha tenido acceso viviendo en California y, por otro, experimentos que ha desarrollado a raíz de su relación con el cocinero Eneko Atxa.

Entrelazadas con historias personales e información sobre desarrollos, el libro ofrece casos concretos de recetas y menús diseñados por la inteligencia artificial. No lo hace en el vacío, puesto que los experimentos que relata han sido presentados en eventos de gastronomía y contrastados con algunos de los mejores chefs del mundo, como el propio Atxa, Ferran Adrià o Gastón Acurio. Estos cocineros reivindican el «alma» de los platos que cocinan las personas, y Axpe les cuenta cómo, si se hace bien, la tecnología puede ayudar a que esa alma se expanda.

En esos experimentos, Axpe ejerce de prompt engineer (ingeniero de comandos), dirigiendo y corrigiendo a la IA a la hora de crear y sofisticar sus platos. En algún momento, hay un exceso de didáctica en los ejercicios que puede resultar pesado; por ejemplo, cuando la IA calcula las cualidades de los alimentos.

Axpe utiliza ChatGPT por ser la más común, pero explica que la IA no termina ahí. Avisa de que la velocidad a la que avanza esa tecnología y su capacidad disruptiva puede provocar que muy pronto el libro quede como un testimonio de cómo veíamos la IA y su relación con la gastronomía en los inicios de esa relación.

En su ansia pedagógica, Axpe relata experimentos realizados con alumnos del Basque Culinary Center, la hamburguesa íntegramente cocinada por un robot que se comió o el reto que dirigió entre la IA y Ricard Camarena, un chef con estrellas Michelin, recreando la disputa entre Garry Kaspárov y Deep Blue. Espóiler: ganó el chef, pero Axpe no duda de que la máquina llegará a superar al humano antes o después.

Su propuesta no es de reemplazo o sustitución, sino de cooperación y enriquecimiento. «La IA, lejos de reemplazar a los chefs, se está convirtiendo en una herramienta poderosa que puede complementar su creatividad y ayudarnos a abordar los retos del futuro», explica. El libro es sugerente, las historias que cuenta sobre sus vivencias son sorprendentes y sirve para proyectar esos avances a otros ámbitos.

Su perspectiva es abiertamente tecnófila, mostrando una confianza total en la capacidad de la tecnología para resolver problemas y enriquecer la perspectiva humana. Eso no evita que muestre su preocupación por el desequilibrio entre el imparable avance tecnológico, la lenta reflexión humana y la timorata legislación al respecto.

El libro no se limita a la parte de la cocina, y repasa algunos de los avances que se están dando en la industria agroalimentaria. Este me parece uno de los puntos más discutibles del libro, porque adopta de forma un tanto acrítica la postura oficial de las empresas grandes de ese sector. Si bien esta industria ofrece ventajas objetivas contra plagas y otros desastres, pudiendo ayudar a desarrollar una agricultura y unos alimentos más eficientes, no es precisamente solidaria ni respetuosa con los pequeños agricultores, con la biodiversidad ni con la soberanía alimentaria. Es cierto que esos avances podrían «terminar con el hambre», pero, como también queda claro en el libro, el problema actual no es la falta de alimentos, sino su reparto injusto y todo lo que se desperdicia. Sobre eso también argumenta.

Quienes han escuchado alguna vez a Axpe sabrán que es apasionado y pedagógico. Prepara bien los temas y los ilustra de forma curiosa, con información adaptada y pertinente, que a la vez te despierta ganas de saber más. Ese registro le sirve por igual para hacer un tutorial sobre cómo fabricar una mascarilla casera en pandemia, contar su pasión por la música (su nombre artístico es MC Maisha) o presentar un artículo ultraespecializado sobre su trabajo en la NASA.

Titulado en Física por EHU y jurado titulado de cervezas, a Axpe nada de lo humano le es ajeno. Militante de la comunidad científica, de la educación pública y de la lucha contra el calentamiento global, es uno de los mejores embajadores que tiene Euskal Herria en el mundo. No solo por su prestigio y su conocimiento, sino por su forma de transmitir lo que sabe y piensa. Además de riguroso, es positivo.

Dentro de su trabajo, esta puede ser considerada una obra menor, pero no deja de ser un buen ejemplo de cómo Axpe se interesa por las cosas, cómo reflexiona y cómo divulga.