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TIANJIN

China acoge la cumbre de Shanghai, con Putin y Modi invitados de honor

China inaugura el domingo en Tianjin la 25ª cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), a la que acudirán, además del presidente chino, Xi Jinping, los mandatarios ruso e indio, Vladimir Putin y Narendra Modi, en una cita que pondrá a prueba la cohesión del bloque.

El primer ministro egipcio, Mutaphah Madbouly, a su llegada a Pekín.
El primer ministro egipcio, Mutaphah Madbouly, a su llegada a Pekín. (CHEN Yehua | XINHUA)

China, que prevé que esta cumbre de la OCS sea la de mayor envergadura desde su fundación en 2001, ha confirmado la asistencia de los presidentes de Rusia, Bielorrusia, India, Irán, Kazajistán, Kirguistán, Pakistán, Tayikistán, Uzbekistán, además de países observadores como Turquía, Irak, Egipto, Indonesia, Malasia y Vietnam. El mandatario chino, Xi Jinping, presidirá las reuniones de jefes de Estado.

Con la presencia de líderes como Vladimir Putin, la cita ofrecerá a Xi la oportunidad de ostentar liderazgo ante el Sur Global en un contexto de tensiones con Occidente.

Los países miembros del club de Shanghai OCS suponen el 40% de la población mundial, pero este reúne enemigos jurados, como India y Pakistán, y la propia China.

Esto implica reunir a países «que no siempre confían ni se llevan bien entre sí, lo que limita su coordinación», explica el analista de la consultora Trivium Joe Mazur. «Como en otros agrupamientos del mundo en desarrollo liderados parcial o principalmente por China, las cumbres suelen ser prolijas en retórica y escasas en resultados tangibles».

Einar Tangen, presidente de Asia Narratives, asegura que la OCS tiene entre sus misiones ejercer «un multilateralismo defensivo que proteja a los Estados miembros de cambios de régimen patrocinados desde el exterior», en referencia a EEEU, aunque concede que «las rivalidades internas, la falta de mecanismos de cumplimiento y las culturas estratégicas divergentes diluyen los consensos»

La asistencia de Modi a la cumbre supone su primer viaje a China en siete años, y llega tras meses de deshielo entre ambas potencias desde el choque fronterizo de 2020.

«El deterioro de las relaciones entre EEUU e India por la guerra arancelaria ha dado un impulso adicional a Nueva Delhi y Pekín para recomponer la relación», afirma Praveen Donthi, del International Crisis Group. Desde Pekín, la visita también se lee en clave geopolítica: «Es probable que China utilice el viaje de Modi para abrir una brecha entre India y EEUU, y presentarse como un ‘socio fiable’», argumenta William Yang, analista del mismo grupo.

India está en el centro de las tensiones internas de la OCS, que incluye a Pakistán, país con el que Nueva Delhi cruzó ataques en abril y mayo.

En junio, la reunión de ministros de Defensa de la OCS, celebrada en la ciudad china de Qingdao, finalizó sin una declaración conjunta por desacuerdos sobre «terrorismo». Nueva Delhi denunció que algunos países lo emplean como herramienta política, en referencia a su vecino.

«La OCS es un espejo del mundo multipolar: fracturada, ambiciosa y aprendiendo a ejercer el poder», apostilla Tangen, para quien «la postura de India, inclinarse por el multilateralismo asiático o por el equilibrio con Washington, definirá su trayectoria».



India contrarresta con una escala previa en Japón

Los primeros ministros de Japón e India, Shigeru Ishiba y Narendra Modi, se reunieron ayer en Tokio para reforzar vínculos económicos, con la firma esperada de acuerdos sobre inversiones y el envío de mano de obra india al archipiélago, así como sus lazos militares ante la influencia de China en la región.

Ambos países han estrechado sus lazos en años recientes para contrarrestar la influencia de Pekín en la región, y el encuentro entre Modi e Ishiba tiene lugar justo antes de que el mandatario indio realice su primera visita a China en siete años para asistir a la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), que se celebra domingo y lunes.

India sigue poniendo manzanas en todas las cestas. Tras ingresar en la OCS en 2017, accedió a reactivar el grupo Quad, que le une a EEUU, Australia y Japón en el ámbito militar frente a China.