Agustin Goikoetxea
Aktualitateko erredaktorea / Redactor de actualidad

Aburto insiste en que «los acuerdos entre diferentes son un tesoro» a los que no renuncia

Juan Mari Aburto ha vuelto a defender «acuerdos entre diferentes», como viene repitiendo en la década que lleva al frente del Consistorio bilbaino. El alcalde ha abogado por un turismo «de calidad y sostenible» y criticado a quienes cuestionan las políticas municipales en este terreno.

Juan Mari Aburto interviene en el Pleno del Estado de la Villa.
Juan Mari Aburto interviene en el Pleno del Estado de la Villa. (Oskar Matxin Edesa)

A mitad de su tercer mandato, el alcalde de Bilbo, Juan Mari Aburto, ha realizado este lunes en el Pleno del Estado de la Villa un balance complaciente de su Gobierno y ha abogado, de nuevo, por acuerdos entre diferentes, a los que ha definido como «un tesoro». «Buscar la diferencia para no hacer cosas juntos, por intereses electorales u otros intereses, no nos va a hacer mejor sociedad, sino al contrario», les ha dicho a los grupos de la oposición, a quienes luego ha agradecido el tono de sus intervenciones.

Ha sido un día de revisión de las políticas que el Gobierno municipal PNV-PSE ha ido desarrollando en la última década, en la que el alcalde ha pedido «disculpas por todas esas veces en las que nos hemos equivocado, en las que me he equivocado», aunque lo cierto es que por lo expuesto a continuación todo o casi todo lo han hecho bien, según él. Escasa autocrítica que desde la oposición le han echado en cara.

Muchos datos socioeconómicos para concluir que las cuentas del Ayuntamiento están saneadas y sostener que «Bilbao ha mejorado en esta década» y prometer que «lo seguirá haciendo en el futuro».

En el resumen de la actuación de su Gobierno, Aburto ha destacado que la ciudadanía valora la gestión de su equipo con «una buena nota» y, en caso de que hubiera elecciones municipales próximamente, las encuestas «nos dicen que el PNV y el PSE mantendrían sus ediles actuales, 12 y 5, EH Bildu podría ganar un escaño, Elkarrekin anda un poco a la baja y el Partido Popular perdería un edil, que se iría al partido de ultraderecha Vox».

Y partir de ahí, ha fijado los retos de los dos años que le quedan al frente del Consistorio. El primero, el de la seguridad, donde ha pedido «respeto» y «colaboración con la autoridad». «La Policía Municipal actuará siempre con la autoridad que le compete y de la que nos hemos dotado. No podemos permitirnos como Bilbao que haya policías heridos, lesionados, insultados... por hacer su labor», ha dejado claro.

Respecto al discurso en auge que sostiene que la inseguridad crece, lo ha negado, aunque ha admitido que hay un problema y que es necesario abordarlo. «Quizás la percepción y el relato social, agudizado por el mal uso de las redes sociales, las diarias noticias de sucesos que intranquilizan a la sociedad y esa moda que llaman ‘periodismo ciudadano’, no nos favorezca», ha reconocido, para indicar que el año pasado Policía Municipal y Ertzaintza practicaron 4.115 detenciones.

Aburto, por cierto, ha vuelto a demandar «colaboración de la Justicia para que no haya impunidad en los delitos cometidos».

Y relacionado con la Policía Municipal, coincidiendo con la celebración de la sesión plenaria, trabajadoras de su centralita se han concentrado en el exterior de la casa consistorial en defensa de la mejora de sus condiciones laborales y salariales.

A la vivienda no le ha dedicado muchos minutos. Aparte de defender que el Ayuntamiento de Bilbo es el que más colabora con Lakua, ha dicho que el Ejecutivo se ha comprometido a empezar o entregar 1.300 viviendas de las 7.000 previstas en este mandato.

En su segundo turno, ha emplazado a todos los grupos a «trabajar juntos» para buscar soluciones a una problemática compleja aportando «ideas», aunque ha precisado que no renuncia al plan de choque en este ámbito ya redactado, lo que rebaja la importancia de ese ofrecimiento a la oposición.

Turismo «de calidad y sostenible»

Sin duda, el turismo ha sido otro de los asuntos estrella del pleno, defendiendo que sea «de calidad y sostenible». «Lo nuestro no es competir y marcarnos objetivos para llegar a ser Venecia, Barcelona o París. Preferimos menos y bueno, que un turismo masivo y sin respeto social», ha precisado.

A quienes critican sus políticas en este ámbito, les ha pedido que «seamos coherentes y no seamos hipócritas: el turismo por sí mismo tiene pegas, de acuerdo, pero también tiene sus ventajas, y muchas. Para la ciudad y para los ciudadanos».

«Por favor, los debates, con seriedad y con argumentos. Y, sobre todo, con mucho trabajo y compromiso. Y no mensajes que lo distorsionan todo y lo enrarecen. Donde haya un problema, pongamos medidas para atajarlo o minimizarlo. Que no pase como en el chiste, que los que están con la bandera de protesta en Bilbao, luego veraneen o viajen fuera de Bilbao y se comporten como ‘auténticos turistas’ de esos que tanto molestan…», ha añadido con ironía.

«El turismo, si es masivo, algo que no sucede en Bilbao, puede generar problemas, de acuerdo. Pero el turismo controlado y de calidad genera empleo, riqueza económica. Y más aún el turismo cultural y el gastronómico», ha subrayado.

Otro reto para el Gobierno municipal es la inmigración. «Nos jugamos mucho, en el presente y en el futuro, donde el reto de la natalidad y el envejecimiento de la población nos hará contar con muchas de las personas que ya están en nuestros hogares y en los servicios», ha señalado.

El primer edil ha pedido que no se vea la inmigración «como un problema ni acusemos en general a las posibles conductas reprochables de algunos». «La convivencia empieza desde nosotros mismos y la integración depende, también, en parte de nosotros, además de la voluntad de la persona que ha llegado a nuestra ciudad», ha comentado.

Juan Mari Aburto ha dicho que no le gusta «ver y escuchar determinadas actuaciones y voces que utilizan a las personas migrantes como ariete político y social. El debate debe ser sereno y urgente, con altura de miras y buscando soluciones justas y solidarias».

«No mezclemos conceptos cuando hablemos de personas vulnerables buscando un futuro mejor del que abandonaron, tal y como tuvieron que hacer muchos de nuestros antepasados por guerras, pobreza o necesidad; y tal y como recibimos a los que vinieron de otros lugares a Bilbao», ha reivindicado.

Desde la oposición

Desde la oposición, la portavoz de EH Bildu, María del Río, ha mostrado su disposición a llegar a acuerdos con el Gobierno municipal en ámbitos estratégicos. Según ha dicho, «Bilbao necesita acuerdos amplios porque son mejores y más efectivos y también porque el momento de las mayorías absolutas ha pasado, porque la complejidad de la aritmética política va a llegar a Bilbao y la opción de una alternativa de gobierno también está tocando la puerta de este Consistorio».

La soberanista de izquierdas ha criticado la «cerrazón» del Gobierno municipal y «su negativa a negociar de manera global, e incluso a dialogar, en ocasiones, sobre la mayoría de las cuestiones relevantes para la ciudad», entre las que ha citado los presupuestos o las tasas municipales.

Por ello, ha llamado al Ejecutivo Aburto a «tender puentes» con los grupos de la oposición, pero también «con la ciudadanía, asociaciones, movimientos y particulares». «No podemos permitirnos el lujo de que la ciudadanía perciba el Ayuntamiento como una institución ajena y hermética. La metodología del rodillo no es la mejor forma de gobernar», ha criticado.

Ejemplo de esta gestión son, según ha dicho, «Zorrotzaurre, el supuesto Manhattan de Bilbao, proyecto que lleva atascado desde hace 20 años, pasando de ser una oportunidad a una pesada losa»; o la remodelación de La Casilla, «pensada sin tener en cuenta la necesaria renovación de Autonomía en su conjunto y desde el prisma de la privatización de los espacios municipales que, además, se ha traducido en un atasco práctico del proyecto». «Situación, por cierto, similar a la de Artxanda con la parálisis del edificio Nogaro», ha añadido.

La portavoz del PP, Esther Martínez, ha tildado la intervención del primer edil como «publirreportaje» y «complaciente», y tras criticar la estrategia en vivienda y fiscalidad, ha valorado que haya reconocido que existe un problema de seguridad.

Martínez ha asegurado que su formación «tiene la mano tendida» al equipo de Gobierno para consensuar asuntos como la bajada de impuestos, poner en valor el principio de autoridad de la Policía Municipal y «cambiar las políticas que ejercen el efecto llamada para la inmigración ilegal».

Para Elkarrekin, el Gobierno Aburto «tiene demasiadas prioridades», por lo que su portavoz, Ana Viñals, ha dicho que «el que mucho abarca poco aprieta».

Viñals ha incidido en que en materia de vivienda «desafortunadamente, Bilbao no es un ejemplo y ni mucho menos es una ciudad donde el derecho a la vivienda es respetado». A su entender, «más allá de anuncios» del Gobierno municipal o de propuestas traídas por la oposición, en materia de vivienda, «deberíamos estar todos los grupos políticos trabajando en una única dirección».

En cuanto al empleo, ha apuntado que «respecto a hace un año el desempleo baja», pero «respecto al mes pasado, sube», por lo que, «en la práctica, Bilbao sigue sin poder reducir la fatídica cifra de las 20.000 personas desempleadas». «¿Cómo pueden vivir dignamente en Bilbao 20.755 personas sin un trabajo, sin un sueldo? ¿Cómo podemos estar orgullosas de nuestro modelo económico y de empleo?», ha preguntado.

En esa línea, Viñals ha criticado que el modelo económico y de empleo de Bilbo «lo apuesta casi todo al turismo, a los servicios y la hostelería, sectores estructuralmente intermitentes», por lo que «así, es difícil que Bilbao sea una ciudad segura para vivir».

También ha reprochado al Gobierno Aburto su «falta manifiesta de transparencia» y ha preguntado al alcalde si va a respetar las recomendaciones del Ararteko y si «tienen pensado adoptar una actitud colaborativa con la ciudadanía organizada y participativa».