La Dirección General de Turismo del Gobierno de Nafarroa no se plantea en este momento la implantación de una tasa turística, según ha asegurado este miércoles en comisión parlamentaria la consejera de Cultura, Deporte y Turismo, Rebeca Esnaola.

La aplicación de la tasa turística, ha indicado, «no ayuda ni a prevenir ni a resolver futuras situaciones de masificación, que por otro lado y afortunadamente Navarra no tiene en este momento, salvo días o lugares muy concretos, como las fiestas de San Fermín».

Además, ha añadido, en Nafarroa el número de excursionistas representa más del 60% del total de visitantes. En concreto, en 2024 más de 6 millones y medio de turistas visitaron Nafarroa, de los cuales 4 millones fueron excursionistas y 2 millones y medio, turistas que pernoctaron.

Por tanto, según ha dicho, la aplicación de este gravamen en alojamientos no tendría sentido como medida para regular el aforo en destino.

Esnaola ha señalado que, por estos motivos, la apuesta del Departamento es avanzar en las iniciativas que ya se están desarrollando desde la Dirección General de Turismo, «y que tienen como premisa la sostenibilidad ambiental, social y económica. Algo que no se logra con la creación de un impuesto».

Se trata, ha informado, de la gestión de flujos en espacios naturales, la regulación de las áreas de pernocta para autocaravanas, el control de flujos y aforo mediante aparcamientos inteligentes junto a puntos de interés, el diseño de campañas que buscan desestacionalizar la demanda, y el desarrollo de un marco regulatorio de la actividad turística que tiene en su centro a la población y recursos locales.

Simulación

La consejera ha presentado en la comisión una simulación de la aplicación de la tasa turística. La oferta de la que se parte, ordenada por tipos y categorías, es de 12.738 plazas en hoteles, 14.444 en campings, 7.079 en apartamentos, 4.353 en albergues y 5.461 en casas rurales.

Según el modelo de Cataluña, la recaudación total de Nafarroa podría ascender a algo más de 2,2 millones de euros al año. Siguiendo el modelo de Baleares ascendería a más de cinco millones de euros y, comparado con Galicia, serían unos cuatro millones de euros.

Del mismo modo, se ha elaborado un escenario de lo que representaría la aplicación de la tasa en Pamplona, solo durante las 9 noches de San Fermín.

Los resultados que se obtienen, ha apuntado, «son de muy bajas cuantías», de 29.300 a 77.600 euros, en función de la tasa que se tomara como referencia de las actuales en funcionamiento, lo que «haría dudosamente viable su aplicación exclusivamente en esas fechas».

Turismo sostenible

Desde EH Bildu, Mikel Zabaleta ha aseverado que en su grupo no dan el asunto por cerrado, ya que aún deben hacer un análisis minucioso del informe. Con «una proporcionalidad y de manera racional», ha añadido, la tasa podría ser beneficiosa para avanzar en un modelo turístico desestacionalizado, sostenible y favorecedor del desarrollo local.

Por su parte, Itxaso Soto, de Geroa Bai, ha manifestado que el turismo «contribuye notoriamente a nuestra economía», aunque la masificación «genera de forma paralela efectos negativos para la población y el medio ambiente». Por ello, ha opinado que una posible tasa turística debería servir para la preservación del medio natural y que el turismo «conviva en armonía con la ciudadanía».

El parlamentario de UPN Ángel Ansa ha destacado que su partido siempre se ha manifestado «de manera clara y rotunda» contra la implantación de la tasa turística, que supondría «una pérdida de competitividad del sector turístico legal».

Ibai Crespo, del PSN, ha declarado que «la derecha entiende el turismo como un modelo de parque de tracciones y eso es lo que hemos tenido durante muchos años», pero con el actual gobierno «Navarra se presenta como un destino no masificado y de calidad».