La Audiencia de Araba ha condenado a un hombre a más de 22 años de prisión por violar a sus dos hijas en Gasteiz desde que tenían 5 y 6 años, además de cometer vejaciones, amenazas y abusos sexuales contra su esposa.

El hombre, de 41 años, abuso sexualmente de sus hijas durante años, además de amenazar y golpearlas. 

Como consecuencia de estos hechos tanto la madre como las dos menores han estado en tratamiento psicológico y las niñas sufren malestar emocional significativo, sintomatología postraumática y alta probabilidad de sufrir dificultades en la interacción sexoafectiva.

Secuelas psicológicas

La sentencia señala que en ambos casos todavía es pronto para establecer las secuelas psicológicas y psiquiátricas que puedan sufrir al estar todavía desarrollando su personalidad, pero añade que «resulta innegable la impronta traumática que estos hechos tendrán en su desarrollo personal y emocional».

La madre, por su parte, también presenta una baja autoestima, estado de ánimo deprimido, dificultades para conciliar el sueño, pesadillas y fatiga, entre otros síntomas.

La Audiencia considera al acusado autor de dos delitos continuados de abuso sexual a menor de 16 años con penetración y con prevalimiento de una situación de parentesco por los que impone 11 años de cárcel por cada uno de ellos y la prohibición de acercarse o comunicarse durante 12 años con sus dos hijas. Además, no podrá tener contacto con menores de edad durante 25 años.

Asimismo, se le condena por dos delitos continuados de vejaciones injustas y amenazas leves a su pareja por lo que se imponen otros seis meses de prisión, así como 1 años y 8 meses sin poder acercarse y comunicarse con ella. En concepto de responsabilidad civil deberá indemnizar a sus víctimas con 101.000 euros.

En la sentencia dictada por la Audiencia de Araba, cabe un recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de la CAV.