Mantener la fortaleza casera es el objetivo que se plantea Osasuna ante un imbatido Elche que ha tenido un comienzo liguero fulgurante. El recién ascendido club alicantino suma nuevos puntos y ocupa ahora mismo el último puesto europeo, pero los rojillos han sacado adelante los dos compromisos que han tenido en propio feudo frente a Valencia y Rayo.

La escuadra rojilla tendrá como principal reto «quitarle el balón» –así lo ha asegurado su técnico, Alessio Lisci– a un conjunto ilicitano que gusta de protagonizar posesiones largas para desesperación de sus rivales, a los que solo les queda correr detrás de la pelota.

Tampoco es que el bloque navarro se haya sentido incómodo esperando atrás y saliendo rápido –así fulminó al Rayo con el 2-0 final–, pero parece que ante su afición quiere brindarles un fútbol más acorde a su condición de anfitriones.

Esa ha sido la cara que ha mostrado hasta el momento Osasuna, intercalando fases de juego eléctrico y de carácter ofensivo con otras en las que se ha optado por una actitud más conservadora, especialmente cuando ha conseguido ponerse por delante en el marcador.

De lo que no cabe duda es de la competitividad que ha mostrado la plantilla en las cinco jornadas que se llevan disputadas, algo que quedó patente de manera especial en la derrota encajada en La Cerámica, donde el equipo realizó un incansable ejercicio defensivo que estuvo a punto de ser premiado con un punto.

No parece que vaya a haber excesivos cambios en el once rojillo, a tenor de las declaraciones realizadas por Lisci, en las que ha asegurado que esas rotaciones llegarán en los próximos compromisos frente a Betis y Getafe.

Sí que estará obligado a buscar un sustituto para Rosier en el lateral derecho, tras su expulsión en Villarreal. Iker Benito podría disfrutar de su primera titularidad en la presente campaña, si bien frente al submarino amarillo el míster romano optó por ubicar ahí a Moncayola, que también tiene opciones de hacerlo de inico ante el Elche.

La otra ausencia importante es la de Aimar Oroz, que continúa con el proceso de recuperación de su fascitis, si bien para el duelo contra el cuadro alicantino Lisci ya podrá contar con los servicios de un Moi Gómez que dispone de unas características muy similares a las del futbolista de Arazuri.

De 18 ocasiones, solo en dos ha perdido Osasuna ante un Elche que llega crecido e invicto, tras haber pasado medio siglo sin ocupar puestos continentales. Su preparador, Eder Sarabia, tendrá que renovar la medular al no poder disponer ni de Rodri Mendoza –en el Mundial sub-20–, ni de Martin Neto.

Lo que sí parece claro es que mantendrá la dupla de delanteros que hasta el momento tan buen rendimiento le han dado, sumando cinco dianas. Rafa Mir y André da Silva se encuentran en racha y la zaga rojilla deberá estar muy pendiente de sus evoluciones.

Paciencia por bandera

Lisci ha avisado en la previa de que «habrá que tener paciencia» ante un adversario que «tiene un estilo muy marcado, con posesiones muy largas. Tenemos que estar tranquilos porque se lo hacen a todos los rivales».

También ha valorado positivamente el hecho de que su equipo «cada partido va metiendo cosas diferentes y va evolucionando, es más completo sobre el terreno de juego», a la par que ha señalado que «hemos merecido más. El calendario ha sido difícil fuera de casa, lo sabíamos al principio y hemos querido competir».

Y ha puesto de manifiesto el plus que aporta El Sadar. «Confío plenamente en que nos apoyen si hay momentos de sufrir, porque es una grandísima afición, siempre cumplen con creces. Si conseguimos estar a su nivel, vamos a ganar la Liga», ha comentado entre risas.

Finalmente, sobre el Elche ha destacado que «no es casualidad que estén invictos, porque tienen jugadores que están haciendo las cosas muy bien y, así, pierdes poco. Ha hecho un mercado importante, con unos delanteros de un nivel altísimo».

Por su parte, Eder Sarabia ve su visita al feudo iruindarra como «un reto maravilloso para seguir demostrando que cada día somos mejores en los diferentes contextos. Será un partido bonito y retador», ante el que «el plan lo tenemos claro, pero nos falta elegir quiénes salen de inicio y qué alternativas tenemos en el banquillo».

«Osasuna es una referencia de tener las cosas claras, aunque con un modelo de fútbol distinto», que ha calificado de «vertical, directo y con muchas posibilidades de centro y remate», además de «agresivo que intenta apretar y achuchar».