
Osasuna regresa a La Cartuja algo más de dos años después de disputar la final copera contra el Real Madrid, con el objetivo de enjugar cuanto antes el disgusto que dejó el Elche el pasado jueves tras empatar en el descuento un encuentro que los rojillos ya saboreaban como victoria.
El problema es que el Betis, como local, no se le ha dado nada bien recientemente. La escuadra navarra solo ha arrancado sendos empates en las nueve últimas ocasiones que ha jugado contra el cuadro verdiblanco como anfitrión y hay que remontarse a enero de 2014 para recordar la última victoria rojilla en feudo bético.
Además, Osasuna todavía no se ha estrenado fuera de casa en este inicio liguero, cayendo en sus desplazamientos al Bernabéu, RCDE Stadium y La Cerámica. La Cartuja puede ser un buen escenario para comenzar a sumar como visitante.
El preparador osasunista, Alessio Lisci, ha desplazado a 19 futbolistas para la cita, quedando fuera el lesionado Aimar Oroz y Rubén García, con permiso del club y que ya se ausentó por un contratiempo familiar contra el bloque ilicitano.
El técnico romano ya avisó entre semana que refrescaría el equipo, tanto para el envite en Sevilla como para el que se afrontará frente al Getafe el próximo viernes, 3 de octubre. Una de esas variaciones podría ser perfectamente la entrada en el lateral derecho de Rosier, después de haber cumplido su partido de sanción.
También podría dar refresco a alguno de los futbolistas de la sala de máquinas –Torró o Moncayola–, así como de la dupla de delanteros, donde Raúl ya ha participado de salida en algún otro compromiso –Rayo–, e incluso podría descansar Víctor Muñoz, aunque el catalán se ha mostrado como el más peligroso y eficaz hasta el momento.
«Los resultados vendrán»
Lisci ha vaticinado que «los resultados vendrán», pero también que «estamos atravesando por un calendario tremendamente difícil», aunque ha confiado en que «tenemos que seguir en esa línea, siendo un equipo presente y que quiere ganar». «El equipo está bien, en fase de recuperación. Mañana ya al 100%», ha asegurado respecto al estado físico de los suyos.
En cuanto al mental, después del doloroso empate frente al Elche, ha trasladado que «hemos hablado, hemos comentado todo; si nos sirve para aprender, serán dos puntos bien invertidos. La gestión de los últimos minutos hay que hacerla de otra forma para ser más competitivos».
Ha insistido en que «las derrotas y los empates así hay que vivirlos mal, con rabia, porque no queremos esto. Orientándolo y la clave es mejorar cuando se hacen las cosas bien, en las victorias, para que no vengan los momentos duros».
Respecto a su inminente rival, ha recordado que «no se gana ahí desde 2014. Es un campo complejo y tienen un talento individual descomunal. Estamos compitiendo muy bien fuera de casa, esperamos revertir esta dinámica de resultados».

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