El Gobierno de Aragón ha difundido un video a través de su cuenta de X en el que se ve a un osezno y a su madre –Claverina– atravesando un bosque del Valle de Echo, cercano a la muga con Nafarroa, con lo que queda confirmado el nacimiento de un nuevo ejemplar de esta especie en dicho territorio, algo que no sucedía desde hace más de medio siglo.

El parto ocurre durante la hibernación, entre enero y febrero, y las crías nacen ciegas, sin pelo y con un peso de entre 300 y 500 gramos. La lactancia dura de tres a cuatro meses, aunque las crías permanecen con la madre hasta los 1,5 o 2 años. El intervalo entre camadas suele ser de 2 a 3 años.

Para dicho Ejecutivo, las imágenes confirman «la consolidación de la subpoblación occidental de osos en los Pirineos», apuntando que hasta la fecha Claverina, liberada en 2018 en el Valle de Aspe por el gobierno del Estado francés, «no había compartido espacio con machos reproductores».

Además dicha osa y su cría, otros cuatro ejemplares –tres machos de cuatro años y uno de dos– han sido detectados en el Parque Natural de los Valles Occidentales. A nivel transfronterizo, la población del Pirineo Occidental alcanza ya los diez individuos entre ambas vertientes.

Para intentar hacer compatible la existencia de estos plantígrados con la actividad ganadera de la zona, el Gobierno de Aragón, como el de Nafarroa, está desarrollando toda una serie de medidas, ya que durante el presente año se han registrado hasta cuatro ataques –todos ellos en la zona de Ansó– con un balance de seis ovejas muertas, mientras que en 2024 los episodios se elevaron a 33 en los Valles Occidentales con 46 reses fallecidas.

Entre dichas medidas, destaca la instalación de vallado doble como protección a los rebaños, la contratación de dos pastores para su vigilancia y custodia, y la mejora de accesos mediante reparación de pistas o construcción de nuevas.